Una reflexión del Perú desde la semiótica
Texto:
Jonathan DiezFotografía:
Roberto Rojas
¿Podemos entender al Perú a través de sus manifestaciones culturales? La Dra. Celia Rubina y la Mg. Lilian Kanashiro, docentes del Departamento de Comunicaciones, piensan que sí y que la semiótica puede (y debe) estudiar los diversos discursos que produce el país desde el arte, los medios o la historia en diferentes épocas y circunstancias.
Así, pues, el libro El Perú a través de sus discursos. Oralidad, textos e imágenes desde una perspectiva semiótica es una reflexión no del Perú en su conjunto, sino en su infinita singularidad. La pregunta clave del quehacer semiótico –¿de qué manera este producto cultural significa lo que significa?– es la idea transversal de estos ensayos que analizan discursos vinculados al país como una apuesta para entendernos como sociedad.
Diversidad
“En el texto, hay una pluralidad al hablar de Perú y al adoptar distintos enfoques de la semiótica contemporánea. Lo que nos interesa es que nuestra vida como peruanos está hecha de multiplicidad, diversidad y conflictos. Lo que hemos buscado es poner en discusión muchas visiones de un Perú a través de cosas concretas: discursos particulares como una crónica del siglo XVII, o la obra de una gran artista plástica o un conflicto social como el de Bagua. Esa multiplicidad también se da desde el punto de vista analítico, porque no es se usa una, sino varias semióticas. Según el discurso, recurrimos a diversos conceptos y autores”, comenta Rubina, docente del departamento de Comunicaciones.
Las docentes analizan fotografías, pinturas, programas de televisión, periódico y documentos históricos. En medio de esta diversidad, ¿cuál sería, entonces, el vínculo que une a los 10 ensayos? “El vínculo que une a los artículos es el Perú. En todos los relatos que analizamos, hay un intento de representar una dimensión del país. Por supuesto, no todos desarrollan una misma mirada, son polifónicos en ese sentido. No esperábamos encontrar identificaciones iguales, sino símbolos de esta dimensión problemática y plural del Perú”, responde Kanashiro.
Paradigmas
El libro, además, aporta desde la semiótica, una disciplina que evoluciona con vigor desde la década de 1960. “Los textos no son estudiados desde un mismo paradigma de la semiótica, sino que esta se ha especializado tanto que depende mucho de los lenguajes y soportes que estudie. Yo diría que la semiótica discursiva da cierto orden a la publicación, pues Lilian y yo buscamos entender los procesos de cómo se construye el sentido. Por eso, recurrimos a múltiples escuelas, pues los objetos de estudios son muy diferentes entre sí y cada uno es una entidad textual con un discurso propio”, explica la profesora Rubina.
Esto se fundamenta en la variedad de discursos estudiados que el lector encontrará en el libro: la diablada en la fiesta de la Virgen de la Candelaria, una reflexión sobre el estudio de fenómenos sociales desde la semiótica, la figura de Supay en el Manuscrito de Huarochiri, aspectos mitológicos de la pintura de Tilsa Tsuchiya e, incluso, el segmento de televisión ‘Un minuto para votar’, donde un político tiene sesenta segundos de exposición en señal abierta para mostrarse a la sociedad.
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