Pintura anticorrosiva de bajo impacto ambiental
Con el apoyo del Instituto de Corrosión y Protección, Luis Figueroa, alumno de la Maestría en Química de la PUCP, creó una pintura anticorrosiva que cuida el ambiente y la salud.
Texto:
David Pereda
Las pinturas no solo decoran, también protegen. Pintamos para que una superficie no se eche a perder, sobre todo, si es de metal. Las pinturas anticorrosivas son las indicadas para esta tarea. Sin embargo, las que lideran el mercado protegen bien las superficies, pero contaminan el ambiente y podrían tener efectos nocivos para la salud de muchas personas. El culpable de este daño es el cromato de zinc, sustancia utilizada en las pinturas anticorrosivas más vendidas. Según la Occupational Safety and Health Administration (OSHA), organismo público de los Estados Unidos, este elemento puede causar cáncer al pulmón, esófago, estómago, intestino y páncreas; además de irritación y ulceración de la piel. Por eso, países como EE.UU. y toda la Unión Europa han restringido su uso.
Una alternativa a esta sustancia es el fosfato de zinc, que se ha empezado a utilizar para fabricar pinturas anticorrosivas en el extranjero; pero no se sabe a ciencia cierta si funcionarían en el Perú, que tiene un clima con particularidades que elevan la corrosión.“No han sido validadas aquí en ensayos de campo ni de laboratorio. Certificar el producto en el lugar de aplicación es lo más adecuado, sobre todo, para la costa peruana, que tiene unas condiciones muy particulares. En otros países de Sudamérica ocurre lo mismo”, explica Santiago Flores, director del Instituto de Corrosión y Protección (ICP) de la Católica.
Made in Perú
Ante esta situación, surgió la inquietud: ¿y si la fabricamos en el Perú? En el 2011, Luis Figueroa, que estudiaba la Maestría en Química de nuestra Universidad, buscó una fórmula propia para producir pinturas anticorrosivas hechas de fosfato de zinc. No se utilizó la receta de otros productos. Fue su trabajo de tesis, que tuvo la asesoría de Flores. La idea de experimentar con pinturas la tuvo antes. Desde hace diez años, Figueroa es jefe de producción de J & S Ferretería Industrial, la empresa que fabrica las pinturas Universal Colors. “Tenía esa ventaja y así se presentó un buen tema. Fue una experiencia interesante y agradezco todo el apoyo del profesor Flores”, expresa Figueroa.
Luego de esta etapa inicial, se buscó producirla. Con el respaldo del ICP y la experiencia de Flores, se mejoró la fórmula, se produjo la pintura y se hicieron las pruebas. Para esto, presentaron el proyecto al concurso de Financiamiento para la Innovación, la Ciencia y la Tecnología (FINCyT), programa del Estado peruano. Fueron uno de los ganadores y recibieron S/. 440 000 no reembolsables, que incluyeron S/. 177 000 en equipos. Lo demás fue asumido por la PUCP. El proyecto en total costó S/. 580 000 en tres años. “Hicimos formulaciones en laboratorio, pintamos unas probetas, las ensayamos en cuatro puntos de la costa peruana y también hicimos ensayos de corrosión acelerada en el laboratorio. Evaluamos los resultados y elegimos dos formulaciones que protegen tanto como el cromato de zinc. Han pasado a una etapa de fabricación piloto”, cuenta Flores.
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