Historiador en China
El reconocido historiador y profesor Antonio Zapata, egresado de nuestra Universidad, se encuentra actualmente ejerciendo la docencia en la Universidad de Shanghái. Allí se dedica a enseñar, asesorar e investigar, a la par que descubre cómo es el gigante asiático.
Texto:
Oscar García MezaFotografía:
Tatiana Gamarra
El historiador Antonio Zapata, egresado PUCP y docente por muchos años de nuestra Universidad, siempre afronta los retos que la vida le plantea. “Todas las ofertas raras e interesantes que he tenido, las he aceptado”, dice. Ese espíritu lo ha llevado a instalarse, desde el 2018, en la Universidad de Shanghái en China, donde gracias a su destacada trayectoria fue escogido como profesor visitante. Allá enseña, asesora e investiga.
“Empiezo por el mapa, las ciudades principales, los ríos y la población”, comenta el Dr. Zapata acerca de sus clases en la Maestría sobre Historia de América Latina. Por su parte en el doctorado, que tiene un carácter de historia global, ve temas como Latinoamérica durante la Guerra Fría. Así, Zapata continúa cultivando la vocación que ha tenido desde niño.
SABER Y DIFUSIÓN CULTURAL
Desde el colegio, a Zapata le gusta la historia. “Tenía facilidad e interés y, ciertamente, me entretenía”, rememora. Al ingresar a la Universidad, aprendió esta materia de la mano de grandes profesores, como José Antonio del Busto —“era muy entretenido, sabía que la historia cuenta con un componente narrativo”—, Franklin Pease —“inteligente y hábil para atacar cabos”—, Liliana Regalado —“gran docente, muy interesante”— e incluso Alberto Flores Galindo. Posteriormente, cursó un Doctorado en Historia de América Latina en la Universidad de Columbia, Nueva York.
Cuando le ha tocado estar del otro lado, acostumbra entregar una lectura de antemano y generar un debate en torno a ella, en especial en el posgrado. Si se le pregunta por la función de los historiadores, Zapata enfatiza que se trata de trabajar sobre la memoria. “En realidad, pretendes vincular tres niveles: el ayer, hoy y, de alguna manera, dar una idea de cómo puede ser el mañana”, remarca.
Sobre su labor investigativa, se interesa especialmente por la historia política. “Últimamente me he dedicado a lo sucedido desde el final de la Segunda Guerra Mundial en adelante”, subraya. Entre sus publicaciones se encuentran La caída de Velasco. Pensando a la derecha. Militarismos y maestros indigenistas, 1933–1956; y La guerra senderista. Hablan los enemigos.
Uno de las más inusuales propuestas que le han hecho es conducir Sucedió en el Perú en TV Perú. Zapata no solo aceptó el reto, sino que se mantuvo al frente del programa del 2000 al 2009. “He tratado de crear un puente entre el saber académico y el conocimiento común en historia”, señaló en una columna publicada en La República. Al conducirlo, buscaba que lo vieran los profesores de colegio, a fin de que ellos transmitieran lo aprendido en televisión a sus clases. Luego, Zapata se dedicaría de lleno a la docencia universitaria.
RELACIONES BILATERALES
La estadía en China, donde vive en el campus y se comunica en inglés, le ha hecho interesarse por la relación entre el gigante asiático y nuestro país. Uno de sus papers compara la rebelión de los culíes en Cuba y Perú. Mientras que allá apoyaron al ejército rebelde frente a España, aquí se incorporaron —durante la Guerra del Pacífico— a las huestes chilenas en contra de los hacendados peruanos. “Cómo un hecho similar tiene narrativas opuestas”, comenta Zapata.
Ahora, el historiador investiga acerca de los maoístas latinoamericanos. Para eso, busca en archivos las reuniones que dirigentes de la región sostuvieron con funcionarios en el país asiático y a qué acuerdos arribaron. Pero, sobre todo, está inmerso en descubrir, en el día a día, un mundo diferente como es el chino. Lo hará hasta el 2021, cuando, seguro, aceptará otro desafiante reto.
Notas sobre Shanghái
Vivir en Shanghái, epicentro económico de China, tiene sus particularidades. Zapata comenta que la gente es muy disciplinada, y acostumbra a levantarse muy temprano y acostarse apenas oscurece. “No importa la hora o la calle a la que salgas, nadie te asaltará”, comenta.
A priori, una de las dificultades de vivir en el gigante asiático es no poder contar con Google, WhatsApp y Facebook. Sin embargo, el Dr. Zapata ya se ha acostumbrado a utilizar los homólogos chinos. Lo que sí le parece difícil es el idioma, pues cada vocal tiene un significado distinto dependiendo de la pronunciación. Por eso, si toma taxi, lleva una tarjeta escrita con la dirección.
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