En el 2015 se dio la Ley 30309, que promueve la investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación tecnológica. Dirigida a las empresas, su principal característica es que otorga un incentivo tributario que consiste en la deducción del 175%  en el pago de impuestos anual- respecto al gasto efectuado en un proyecto tecnológico.

Si bien la ley se orienta a las empresas, muchas de ellas no cuentan con un área de I + D + i, pues se trata de una gran inversión. Ahí es donde entran a tallar las universidades, que brindan sus laboratorios y especialistas para la realización de los proyectos. Es decir, cuando las empresas no pueden desarrollar sus proyectos, estas pueden realizarlo a través de los centros de investigación, desarrollo e innovación tecnológica autorizados por Concytec. “La PUCP es la universidad que tiene más disciplinas autorizadas en áreas como ingeniería civil, ingeniería electrónica, ciencias de la computación, ciencias de la tierra, ingeniería de minas, entre otras”, comenta la Mg. Verónica Montoya, jefa de la Oficina de Innovación de la Dirección de Gestión de la Investigación (DGI).

Recientemente, la PUCP y San Fernando han logrado que se apruebe el primer proyecto en conjunto de universidad – empresa, que permite a San Fernando acceder a los beneficios tributarios de la Ley 30309. “Es una figura distinta y beneficiosa para el ecosistema de innovación de la Universidad, ya que nos permite disponer de los fondos invertidos por las mismas empresas”, dice el Mg. Francisco Cuéllar, investigador PUCP, quien está a cargo del equipo que llevará a cabo el proyecto. Se trata de un gran logro si se considera los altos estándares de calidad solicitados por Concytec.

El proyecto se desarrollará en el área de robótica de la PUCP y ha contado con el soporte administrativo de la Oficina de Innovación de la DGI. Durante la formulación se fueron afinando algunos detalles del proyecto. Ambas partes debatieron acerca de cuáles eran las principales problemáticas y de qué forma se podían solucionar. Fue un prolongado, pero productivo, intercambio de ideas, que tomó alrededor de un año.

EFICIENCIA Y SANIDAD

La empresa San Fernando buscaba mejorar el procesode remoción y reutilización del guano en el área donde se crían pollos pequeños. Esta tarea, en varias de sus granjas, se realizaba de forma manual. Hacerlo de este modo tiene dos consecuencias negativas: por una parte, implica un gran peligro sanitario para aquellos que están abocados a esta tarea; y, de otro lado, demanda mucha inversión de tiempo.

Con la finalidad de hacer este proceso de manera automatizada, los investigadores de nuestra Universidad propusieron hacer un robot que remueva el guano. De esta manera, las personas dejarán de exponerse a la toxicidad y aumentará la producción. “Con el ahorro de tiempo, podrán tener una camada adicional de pollos durante el año y además generarán alrededor de S/ 2.5 millones más por granja”, comenta Cuéllar.

Hasta el momento, había una persona que se encargaba de recorrer los galpones y supervisar la reutilización del guano. Ahora la medición se hará de manera automática y en tiempo real, a fin de que San Fernando pueda tomar la decisión correcta. “Conectaremos el galpón a la nube, gracias al uso de la tecnología Internet of Things”, explica el investigador.

Los beneficios no serán solo para San Fernando. La PUCP también adquirirá conocimiento y experiencia de esta alianza. Francisco Cuéllar nos comenta que es importante trabajar con una empresa grande que apueste por la innovación. De este modo, las empresas medianas y pequeñas ven cómo sus pares de mayor tamaño obtienen retorno de su inversión y, posteriormente, se animan a replicarlo. Asimismo, trabajar con San Fernando es una garantía de que el proyecto va a ser sostenible.

Por el lado de la especialización, es muy provechosa la colaboración que se dará con la empresa. Se sabe que San Fernando cuenta con un know how bastante sólido en temas de ciencias biológicas. Se apunta a que ese conocimiento sea absorbido por el grupo de trabajo de Cuéllar. Además, se evalúa colaborar con investigadores de universidades extranjeras que sean especialistas en la utilización de robótica en el food processing.

Los resultados de este proyecto, cuya inversión asciende a más de S/ 700 mil, se verán dentro de 15 meses.