Emplean fuentes de energía renovable para el procesamiento del té negro
Problemas de abastecimiento, electrificación, transporte, entre otros, que podrían resolverse en Lima en pocos minutos u horas, pueden tardar días, meses o nunca lograr solucionarse en lugares alejados de Lima, incluso, en muchas de las ciudades más importantes del país. Estas dificultades hacen que tanto la vida cotidiana como las actividades productivas que se realizan en zonas rurales del país necesiten, en algunos casos, de tecnologías adaptadas a su entorno.
Texto:
Luciana Alva
Esa es la línea que trabaja el Grupo de Apoyo al Sector Rural (Grupo-PUCP), además de promover el uso de fuentes de energía renovables y limpias. “Ya hemos solucionado algunos problemas de agua, electricidad y frío, y ahora estamos entrando a otro mundo, que es dar un valor agregado a los productos de la agroindustria”, cuenta el Mg. Miguel Hadzich, ingeniero mecánico y coordinador de Grupo PUCP. Luego, agrega: “Queremos hacerlo todo ecológico. Nos hemos dado cuenta de que hay un montón de proyectos en los que se necesita calor y la gente sigue quemando leña, gas y bosta, o usando la electricidad, cuando tienen el sol, que también calienta”, añade.
Energía solar
Al notar esto, Grupo PUCP apuntó a desarrollar productos agrícolas que utilicen energía solar en vez de recurrir a la quema de biomasa en sus procesos de secado, resecado o tostado. Anteriormente, trabajaron de manera directa con productores para utilizar energía solar en el proceso de producción de cacao y café, y este año han trabajado en la producción de té negro –en el valle de La Convención (Cuzco)– mediante el uso de este tipo de energía sostenible para reemplazar el uso de leña de pacaes. “Usar energía solar es ahorro. Primero, porque el sol es gratis; y segundo, porque ya no hay necesidad de leña. La leña la estaban cortando de los cerros cercanos y el reglamento dice que ya no se podrá hacer porque están nombrando el área como reserva natural”, cuenta el ingeniero.
Utilizar energía solar en la producción de productos agrícolas, como el té, café o cacao, permite a los productores y las empresas locales incrementar sus márgenes de ganancia, y podría, incluso, hacer posible su ingreso al mercado de productos ecológicos con valor agregado, ya que es mucho más rentable que el mercado tradicional.
Grupo PUCP apunta a que esta tecnología sea utilizada en zonas rurales para generar productos agrícolas con valor agregado que aprovechen los insumos de cada área particular. En el futuro cercano, se espera trabajar, por ejemplo, con frutas como el plátano, para la elaboración de chifles; y la piña, para la elaboración de mermelada.
Proyecto Té solar
El proyecto gracias al cual Grupo PUCP ve cercana la meta de que productores rurales logren ingresar al mercado de la agroindustria ‘verde’ se llama Té solar”. Si bien este no fue el primer proyecto en el que el equipo trabajó con energía solar para la agroindustria, sí fue la primera vez que lo hizo en coordinación con una empresa. Esto se logró gracias a una convocatoria del Fondo de Investigación y Desarrollo para la Competitividad (Fidecom), lanzada en el 2012, y al contacto previo con el Sr. Américo Cuba, gerente de la empresa Agroinca, que opera en la zona cercana a la Granja Ecológica Huyro (Cuzco), de Grupo PUCP.
La Bach. Sandra Vergara, jefa del proyecto e investigadora de Grupo PUCP, cuenta que esta empresa -responsable del 80% de la producción de té negro a nivel nacional- tenía problemas de competitividad debido a los altos costos de producción, que se veían incrementados por las limitaciones para utilizar la madera de árboles cercanos como leña durante el proceso de secado y resecado del té. El objetivo de este proyecto, que consistía en la construcción de una planta de ecogeneración para el secado de té negro, era producir 20% de la energía que la empresa necesita para el secado de las hojas. De esta manera, se conseguiría fortalecer la principal actividad económica de la zona. “En todo el valle de La Convención hay alrededor de 750 familias que dependen de la actividad del té”, explica Vergara, quien, al igual que Hadzich, estudió Ingeniería Mecánica en la PUCP.
TECNOLOGÍA ADAPTADA
Para conseguirlo, se compraron algunos equipos de México que se adaptaron a las condiciones y limitaciones de la zona, como la dificultad para conseguir algunos repuestos o la falta de personal capacitado para realizar el mantenimiento de los equipos. “La innovación está en la adaptación de la tecnología”, afirma Vergara. “Los concentradores, generalmente, utilizan un fluido que puede ser aceite o agua, pero, en nuestro caso, hemos utilizado directamente el aire”, detalla.
Adicionalmente, se tomó la decisión de no utilizar tubos al vacío, por la dificultad de su mantenimiento, y de instalar tubos aislantes para evitar la pérdida de calor. En la etapa de pruebas, se logró que las tres líneas, de 20 concentradores cada una, alcanzaran una temperatura de 130°, que se redujo a, aproximadamente, 98° tras la conexión de los concentradores a la planta de secado del té. Como resultado, se ha conseguido cubrir, hasta el momento, el 15.56% de consumo de energía para esta etapa del proceso de producción de té con energía solar.
En su última fase, el proyecto corregirá algunos problemas con la parte electrónica de los concentradores, con lo cual podrá alcanzar su objetivo de 20%. Sin embargo, cambios en las preferencias de los consumidores de té a nivel mundial ya han inspirado un nuevo plan de acción para Agroinca y un nuevo proyecto para Grupo PUCP: los concentradores de energía solar serán utilizados para producir té verde, que requiere menos calor en su proceso de secado y, por lo tanto, puede producirse en su totalidad con energía solar.
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