“El gran reto después de la COVID-19 será evitar hacer más de lo mismo”
La pandemia por COVID-19 ha visibilizado la precariedad en la que viven millones personas en las urbes latinoamericanas. El reto pospandemia consiste en transformar las ciudades y los espacios públicos para mejorar la calidad de vida de la población. Conversamos sobre estos temas con el Mag. Diego Aulestia, quien participa como expositor en el webinar DARI «Políticas públicas urbanas: vulnerabilidad y asentamientos humanos en América Latina», que se realizará este 11 de junio a las 4 p.m. via Zoom.
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Diego Aulestia
Jefe de la Unidad de Asentamientos Humanos de la CEPAL
Texto:
Fiorella Palmieri
Webinar «Políticas públicas urbanas: vulnerabilidad y asentamientos humanos en América Latina»
Este jueves 11 de junio a las 4 p.m., nuestra Dirección de Asuntos Institucionales organiza este conversatorio virtual internacional en el que participan Diego Aulestia, jefe de la Unidad de Asentamientos Humanos de Cepal y profesor de la Universidad de los Hemisferios; Mercedes Di Virgilio, investigadora principal del Conicet con sede en el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires; y Manuel Dammert, profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP.
¡Participa! Inscríbete aquí y conéctate vía Zoom.
¿Cuáles son los grandes retos de las ciudades latinoamericanas en la etapa pos-COVID-19? de qué manera podrán superarse las condiciones precarias que se vive en los asentamientos humanos?
Los retos de la política urbana en la etapa pos-COVID-19 deben girar alrededor de la igualdad y sostenibilidad. Debemos enfrentar la crisis sin hipotecar el futuro. El 21% de los hogares de América Latina vive en asentamientos informales, con mala calidad en la construcción de viviendas y en la cobertura de servicios básicos. La pandemia ha visibilizado las brechas sociales, económicas y ambientales que existen. Ahora tenemos que enfrentar esta situación con acciones que tengan un impacto de largo plazo. Debemos intentar pensar ya en la recuperación. Mi ponencia no se va a enfocar en la emergencia sanitaria, sino en qué debemos hacer después de haberla superado.
En ese sentido, ¿qué acciones de política pública para las ciudades se recomiendan desde la Cepal?
Para realizar una política pública, se debe establecer un diálogo con los diferentes actores involucrados. Además, debemos considerar la integralidad: no podemos tener una política de vivienda que no considere la situación de movilidad. A su vez, la política urbana tiene que estar muy ligada a una política nacional, ya que en las ciudades se genera la riqueza del país, la mayor cantidad de servicios que dispone la población, etc. Desde la Cepal, creemos que hay dos ejes claves que son la igualdad y la sostenibilidad. No podemos tener una política urbana que no considere la situación de los segmentos menos favorecidos de la población. La crisis por la COVID-19 va a implicar el incremento de casi 30 millones de pobres en la región, va a disminuir el ingreso de los hogares. Nuestra visión al respecto es que se va a requerir mayor espacio para vivienda de alquiler. Esta demanda va a ser definida, como sucedió en el pasado, por la ocupación informal de suelo agrícola, la expansión de viviendas en asentamientos irregulares de zonas de riesgo. Estos son los temas que tendrá que enfrentar la política pública urbana en los próximos años.
Además del tema de vivienda, ¿qué otros desafíos se atravesarán para mejorar nuestras ciudades en un escenario pospandemia?
La política urbana debe tener varios componentes. Debe contemplar que se incorporen criterios de equidad, lo que implica, por ejemplo, el tiempo que toman las personas que viven en asentamientos humanos para desplazarse a un hospital. Se debe delinear un conjunto de intervenciones, así se tiene que pensar en el impacto ambiental, cuya solución también requiere de una inversión alta.
¿Podría profundizar más en los criterios de sostenibilidad e igualdad? ¿Por qué son importantes para mejorar nuestras ciudades?
El gran reto después de la COVID-19 será precisamente evitar hacer más de lo mismo. Ya hemos visto cómo esta crisis hace visibles las deficiencias y los déficits ambientales, sociales y económicos ocasionados por nuestro modelo de desarrollo urbano. No podemos seguir utilizando combustibles fósiles. No podemos emprender acciones que privilegien desmedidamente la utilización de los automóviles privados en desmedro del transporte público, cuando podríamos tener transporte eléctrico o utilizar energías renovables. De alguna manera, intentamos desarrollar acciones que mejoren la economía y creen más empleo, pero que consideren el largo plazo. Y, por supuesto, el enfoque de igualdad es importante porque garantiza mayores oportunidades a la población de menores recursos.
¿Habría dificultades para implementar tecnologías sostenibles en las ciudades latinoamericanas?
El mismo cuestionamiento también se hizo cuando se implementaron los buses BLT, que, en su momento, se consideró un tema complejo. Los retos y las acciones se deben adecuar a nuestros tiempos. Los buses que queman combustibles fósiles contaminan y generan un impacto en la salud de la población. En la misma línea, también podríamos fomentar el ciclismo. Lo ideal sería usar la bicicleta para llegar hasta el metro o la estación del autobús eléctrico. Hay ciudades que están incorporando autobuses eléctricos, como Santiago y Bogotá. En Brasil y México, también se considera este proyecto. Podríamos incluso pensar en impulsar la industria del transporte sostenible en la región y generar una oferta regional de piezas, partes o unidades terminadas en el ámbito de la movilidad eléctrica.
El Perfil
Nombre: Diego Aulestia
Nacionalidad: ecuatoriana
Grado académico: magíster en Economía (University of Oregon) y Asuntos Latinoamericanos con mención en Historia Económica (London School of Economics). Economista por la Universidad Católica del Ecuador.
Trayectoria: jefe de la Unidad de Asentamientos Humanos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Fue ministro de Desarrollo Urbano y Vivienda, presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo del Ecuador (BEDE) y representante de Ecuador ante los organismos económicos internacionales basados en Ginebra.
¿Para qué nos visitó?
Organizadores: Dirección Académica de Relaciones Institucionales (DARI)
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