Piura en estrés hídrico: especialistas PUCP proponen soluciones para la sequía y la sostenibilidad del agua
El Mag. Fernando Jiménez, director de la Maestría en Energía de la PUCP, junto con la Dra. Nicole Bernex Weiss, profesora del Departamento de Humanidades, abordan la problemática de la crisis hídrica en Piura. Desde sus respectivas especialidades, ambos han propuesto una serie de recomendaciones concretas para mitigar la situación actual.
Texto:
Diana Chávez y Gabriela GarcíaFotos:
Agencia Andina
Mientras todos los esfuerzos e informaciones del país están centrados en la realización de la cumbre APEC, la situación hídrica en Piura –el segundo departamento más poblado del Perú– atraviesa un punto crítico que compromete gravemente no solo la producción agrícola de la región, sino el abastecimiento doméstico de agua para el uso de la población.
La represa Poechos, principal fuente de agua para la región y las áreas agrícolas, muestra niveles de almacenamiento extremadamente bajos. Frente a este déficit que afecta directamente el desarrollo económico y sanitario, se ha declarado el estado de emergencia en 34 distritos de la región norteña.
El origen de esta situación se debe a factores como la falta de lluvias y las deficiencias en infraestructuras hídricas clave. «El cambio climático está acelerando todo, lo que nos obliga a repensar por completo la forma en que nos manejamos como sociedad y gestionamos recursos como el agua”, reflexiona el Mag. Fernando Jiménez, director de la Maestría en Energía de la PUCP y docente del Departamento de Ingeniería, sobre la situación en Piura.
Por su parte, la Dra. Nicole Bernex Weiss, profesora del Departamento de Humanidades, advierte que la acción del hombre juega un papel crucial en esta problemática. “El agua se produce, y tenemos que entender que no podemos ser interruptores y apagar la producción natural de agua deforestando, sobrepastoreando, cambiando los usos del suelo, entre otras acciones”, explica.
Desde sus especialidades, ambos expertos PUCP dan alcances sobre esta problemática, y proponen una serie de recomendaciones concretas para aliviar la crisis hídrica actual y delinear acciones que deben implementarse a futuro.
En el futuro, los fenómenos relacionados con el agua serán más recurrentes: habrá períodos de sequía seguidos de abundantes lluvias”.
Río Piura: más de 200 años de silencio en intervenciones
Según la Dra. Nicole Bernex, Piura lleva “222 años de silencio en cuanto al manejo de las intervenciones antrópicas en la cuenca de su río”. Relata que, en agosto de 1802, al llegar a la región, el naturalista Alexander von Humboldt fue informado por los pobladores de “un proyecto que utiliza las aguas de los lagos de Las Huaringas para abastecer la ciudad de Piura por la falta de agua”.
Entonces, el geógrafo alemán recorrió el río Piura, observando su cauce en las partes alta, media y baja, y señaló que, en el pasado, el río tenía más agua y rara vez se secaba, posiblemente porque antes llovía más o porque el cauce estaba menos lleno de arena. “Queda claro que el río fue acumulando arena por siglos y que no se daban las necesarias descolmataciones”, enfatizó Bernex.
Humboldt, al observar esta situación, advirtió por primera vez la importancia de gestionar el agua y los sedimentos en los cauces de los ríos, recomendación que, según Bernex, ha sido totalmente ignorada.
Estudio para entender las sequías y la gestión del agua en Piura
La especialista PUCP subraya la urgencia de realizar un “estudio retrospectivo” que permita entender cómo ha cambiado la gestión del agua a lo largo de la historia. El estudio debe analizar las formas de manejo que existían en la época prehispánica, si han perdurado durante el virreinato y qué queda de ellas hoy en día. Asimismo, de qué manera se han ido interviniendo los ríos desde sus nacientes y cómo, a menudo, esas intervenciones y sus impactos ambientales no se han considerado en los procesos de gestión de cuencas.
Bernex, además, enfatiza la necesidad de una gobernanza integrada que vincule la gestión de riesgo de desastres con la gestión de los recursos hídricos. «Se ha precisado muy repetidamente cómo debería construirse un proceso de gobernanza sólido», señala, abogando por una colaboración de todos los sectores.
Deberíamos actuar respecto a la falta de infraestructura verde, que permite regular y valorar el aporte de las lluvias estacionales, y trabajar para mitigar la escasez de agua durante las épocas de sequías”.
Cambiar la mentalidad de “usuario” a la de “actor” es esencial, según la especialista, ya que implica asumir responsabilidades. “Hasta hoy nos gusta mucho el término ‘usuario’, el concepto de uso, pago mi cuota y nada más”, menciona, insistiendo en que un ser un actor implica formación continua, acceso a la información, generación y comunicación de esta. “Como dice la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su evaluación de la gestión del recurso hídrico en el Perú: la sociedad entera tiene que participar, es sumamente importante”, refiere.
Priorizar el uso del agua: un enfoque integral para Piura
Para Fernando Jiménez, director de la Maestría en Energía de la PUCP, resulta crucial priorizar el uso del agua según las necesidades más urgentes. Primero, para el consumo humano; en segundo lugar, para la producción de alimentos; y, finalmente, para la industria.
“En los últimos años, hemos observado una disminución significativa en la disponibilidad de agua y los actores involucrados aún no tienen respuestas claras para afrontar esta crisis”, señala Jiménez. En este sentido, el docente del Departamento de Ingeniería destaca la urgencia de desarrollar infraestructura de almacenamiento de agua, ya que, como menciona, “el problema no es la falta de agua, sino que no tenemos la capacidad para almacenarla adecuadamente”.
La situación se complica aún más con el cambio climático, que intensifica fenómenos extremos. “En el futuro, los fenómenos relacionados con el agua serán más recurrentes: habrá períodos de sequía seguidos de abundantes lluvias. Los extremos se acentúan y los ciclos cambian constantemente”, advierte el especialista. Esta variabilidad, según Jiménez, aumentará la incertidumbre en la gestión del recurso hídrico, creando desafíos adicionales para las regiones afectadas como Piura.
¿Qué se puede hacer para mejorar el futuro?
El indispensable uso de la tecnología
Fernando Jiménez explica que no es viable almacenar toda el agua que traen fenómenos como el de El Niño para el abastecimiento hídrico para cinco años. Sin embargo, cree posible establecer cierta flexibilidad en la gestión del recurso, aunque esto implique intervenciones en la naturaleza. Comenta también que, tras años de estudio, ha llegado a la conclusión de que la humanidad no puede sostenerse sin tecnología, ya que esta es fundamental para cubrir nuestras necesidades actuales de alimentación y agua.
Las tendencias actuales muestran un aumento del estrés hídrico en el sur, con un escenario de escasez de agua cada vez más severo. En el norte, aunque hay mayor disponibilidad de agua, esta situación es anómala y se ha visto afectada por la variabilidad en las lluvias. “No es viable pedirle a la población que pase meses sin agua”, subraya Jiménez, quien destaca la importancia de contar con mecanismos y tecnologías que permitan satisfacer la demanda de agua cuando esta necesidad se vuelve crítica, especialmente en las zonas ya afectadas. «Desarrollar buena infraestructura es clave«, enfatiza el especialista.
Asimismo, el Mag. Jiménez considera que uno de los principales desafíos es lograr un acuerdo entre los diversos actores sobre la ubicación de las reservas de agua, de modo que tengan el menor impacto ambiental posible. Para él, la clave está en trabajar en la mitigación y adaptación al cambio climático, aspectos fundamentales que deben guiar estas decisiones.
Estrategias para prepararnos para la sequía
La Dra. Nicole Bernex Weiss plantea la necesidad de prepararse para la sequía mediante una estrategia integrada. “Cuando hay sequía, tenemos que construir infraestructuras verdes que permitan almacenar agua cuando llueve”, mencionando las pequeñas presas adaptadas al contexto local, y que son comunes en regiones como Cajamarca, Huancavelica y Ayacucho. “En la actualidad, tenemos unos dos meses todavía para hacer este trabajo en las cuencas altas. No sabemos cuánto lloverá. Lo que sabemos es que si no hay infraestructura verde arriba, no se pueden hacer muchas cosas abajo y no se va a poder almacenar agua”, advierte.
Asimismo, la especialista recalca la importancia de las riberas, de la zona hiporreica y otras zonas de contacto. Sin embargo, al considerar la pérdida de biodiversidad en Piura, señala que “es la continua destrucción de la naturaleza lo que nos ha llevado a estas situaciones. Deberíamos actuar respecto a la falta de infraestructura verde que permite regular y valorar el aporte de las lluvias estacionales, y trabajar para mitigar la escasez de agua durante las épocas de sequías”.
Finalmente, ambos especialistas coinciden en que desarrollar una buena infraestructura es fundamental, así como implementar una estrategia integral para estar preparados para las próximas lluvias. Esto permitirá almacenar una gran cantidad de agua y evitar una nueva emergencia hídrica.
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