La migración venezolana sigue en aumento, impulsada por la desesperanza que dejan las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, donde los fuertes indicios de fraude fueron los protagonistas. La reelección de Nicolás Maduro en un proceso ampliamente cuestionado ha intensificado el deseo de huir entre los ciudadanos de este país, donde más de 9.3 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria. Para Cécile Blouin, investigadora principal de movilidad humana del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la PUCP (IDEHPUCP), estas elecciones no son solo un golpe para la democracia, sino un motor para un nuevo flujo migratorio.

En un país sumido en una crisis económica y humanitaria, la salida se convierte en la única esperanza para millones de venezolanos. Blouin destaca que «cada proceso electoral fraudulento no solo agrava la situación interna, sino que también crea un clima de desesperanza que impulsa a la gente a buscar una vida mejor en otro lugar«. Esta oleada migratoria, que ya ha llevado a más de siete millones de venezolanos fuera de sus fronteras, enfrenta nuevos desafíos tanto para los migrantes como para los países que los acogen.

Impacto de las elecciones en Venezuela en el flujo migratorio

En las recientes elecciones en Venezuela, el presunto fraude electoral ha exacerbado una crisis humanitaria que ya se encontraba en un estado crítico. La profesora Cécile Blouin advierte sobre las implicaciones de estos resultados para la población venezolana. Según ella, el escenario es alarmante. «Estamos, definitivamente, frente a un escenario muy complejo. Hay muchas cosas que están ocurriendo y, dentro de estas, un claro aumento de la violencia, de las persecuciones, desapariciones y encarcelamientos», sostiene. La situación se vuelve aún más inquietante dado que este patrón de violencia y represión no es nuevo en la historia reciente del país, lo cual está forzando a muchos venezolanos a considerar la migración como una opción para preservar su seguridad y dignidad.

Cada proceso electoral fraudulento no solo agrava la situación interna, sino que también crea un clima de desesperanza que impulsa a la gente a buscar una vida mejor en otro lugar".

Blouin destaca, asimismo, que la represión del Estado y la creciente violencia están generando un entorno insostenible para los ciudadanos. «En este momento, también hay una persecución a los manifestantes, a personas que están manifestando su desacuerdo», dice. Este clima de miedo y represión impulsa a muchos a tomar decisiones drásticas sobre su futuro. La búsqueda de un lugar más seguro y estable está marcando una tendencia creciente en las intenciones migratorias de los venezolanos, lo que plantea serias preguntas sobre cómo los países vecinos y la comunidad internacional responderán a este nuevo flujo migratorio.

La búsqueda de un lugar más seguro y estable está marcando una tendencia creciente en las intenciones migratorias de los venezolanos, lo que plantea serias preguntas sobre cómo los países vecinos y la comunidad internacional responderán a este nuevo flujo migratorio.

La diáspora venezolana a nuevos destinos

El impacto del fraude electoral se refleja en un aumento constante de la migración venezolana, que ya supera los 7.7 millones de personas en todo el mundo, según la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

De acuerdo con la especialista, el incremento en la migración se ha visto acompañado por un cambio en los patrones de movilidad: «Hemos observado que cambia un poco el patrón de la migración. Creo que lo que hemos vivido también son retornos o remigración». Sin embargo, la actual y compleja situación en Venezuela no permite describir lo que ocurre. Se puede suponer que habrá una reconfiguración de flujos (decidir no retornar a Venezuela) y nuevas migraciones debido a la dictadura y sus consecuencias.

Blouin explica que los patrones de migración están evolucionando. «Lo que hemos visto, que ha cambiado un poco en los últimos años, es también la vuelta un poco al ‘sueño americano'», refiere. Este regreso a las aspiraciones de un futuro en Estados Unidos refleja la desesperación de muchos venezolanos que buscan un cambio significativo de sus circunstancias. La movilidad de los migrantes, a menudo caracterizada por movimientos de ida y vuelta entre países, ilustra la complejidad y la incertidumbre de sus situaciones.

Migración venezolana: Colombia, Perú y Chile como principales lugares de acogida

El análisis de las preferencias de destino revela que Colombia, Perú y Chile son los principales países de acogida para los migrantes venezolanos. Según Blouin, el Perú es el segundo país de acogida, después de Colombia, que es la principal opción debido a su proximidad –los migrantes solo deben atravesar un país– y a las costumbres compartidas. Perú, por su parte, se consolidó como un destino importante desde 2017, cuando implementó el Permiso Temporal de Permanencia, lo que facilitó la creación de redes de migrantes. Además, se ha convertido en una alternativa migratoria frente a Colombia. Sin embargo, los migrantes venezolanos enfrentan numerosos desafíos, entre ellos, la falta de acceso a empleos dignos.

El contexto regional también juega un papel crucial en la migración venezolana. «Chile es un país muy cerrado a nivel de políticas migratorias», señala Blouin. Si bien es un destino atractivo debido a sus salarios más altos y una economía más estable, enfrenta desafíos significativos en términos de políticas migratorias y accesibilidad.

Desafíos y políticas migratorias: una respuesta insuficiente

La investigadora de movilidad humana del IDEHPUCP critica las políticas migratorias actuales en los países de acogida, que a menudo imponen barreras documentales que complican aún más la situación de los migrantes: «En la actualidad, lamentablemente, las fronteras están siendo cerradas desde un punto de vista documental». Las exigencias de pasaportes y visas, combinadas con el cierre de consulados venezolanos, están creando obstáculos significativos para los migrantes. «Esto provoca que las personas, como no cuentan con la documentación requerida por el Estado a donde quieren ingresar, se vean obligadas a ingresar por trochas informales», advierte Blouin, destacando las peligrosas rutas que muchos migrantes enfrentan al tratar de evadir estas barreras.

Además, Blouin critica la respuesta de los países receptores: «Lo que eligen los Estados es más bien cerrar sus puertas y generar una importante migración irregularizada». Esta tendencia hacia el cierre de fronteras y el endurecimiento de las políticas migratorias contrasta con la necesidad urgente de una respuesta humanitaria mucho más inclusiva y comprensiva.

Asilo y refugio: la necesidad de protección y acceso

La situación actual de Venezuela ha generado un aumento en las solicitudes de asilo, aunque el proceso es largo y complicado: «El sistema de asilo peruano está colapsado por el número de demandas y por la no aplicación de la definición ampliada de la Declaración Cartagena de forma grupal a la población que huye de Venezuela». Blouin destaca que la falta de un procedimiento de reconocimiento grupal está dificultando la protección efectiva de los migrantes. Los países receptores deben considerar ajustes en sus políticas para gestionar mejor el aumento en las solicitudes de asilo, y proporcionar una protección más accesible y eficiente.

Creo importante que se generen debates y reflexiones sobre la situación en Venezuela, y también sobre la situación de las personas migrantes que viven en el Perú".

Blouin concluye con un llamado a la acción para la comunidad universitaria: «Creo que es importante que se generen debates y reflexiones sobre la situación en Venezuela, y también sobre la situación de las personas migrantes que viven en el Perú». La magíster sugiere que la PUCP, con su capacidad académica y recursos, puede desempeñar un papel crucial en la sensibilización y la promoción de discusiones sobre la crisis migratoria. «Sería bueno que los estudiantes también se organizaran para generar conversatorios, para entender lo que está pasando sobre la migración venezolana», finaliza, enfatizando la importancia de una mayor empatía y compromiso con la realidad de los migrantes venezolanos.