Congreso internacional en la PUCP revela los vacíos críticos en la lucha contra el crimen en el Perú
El evento, organizado por la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP, reunió a destacados especialistas en seguridad, quienes debatieron propuestas, estrategias y reformas para reforzar la lucha contra el crimen organizado. La colaboración entre academia y Policía, así como el policiamiento basado en evidencia son algunas de las soluciones.
Texto:
Eduardo Dávila LynchFoto:
Andina
En medio de una creciente preocupación ciudadana por el crimen y la inseguridad, la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP llevó a cabo el noveno Congreso Internacional «Desafíos de las Políticas de Seguridad». En un espacio de reflexión que reunió a académicos, expertos y representantes de instituciones públicas y privadas, se abordaron las fallas estructurales del sistema de seguridad y justicia en el Perú. Asimismo, con un enfoque en innovación, datos y profesionalización, el evento exploró soluciones concretas para enfrentar problemas históricos y emergentes en seguridad ciudadana.
Durante las jornadas (el 4 y 5 de diciembre de 2024 en el Auditorio de Humanidades de la PUCP) se desarrollaron siete mesas temáticas que abarcaron desde los desafíos del sistema de justicia penal hasta buenas prácticas policiales. Los temas abordados buscaron soluciones tanto a nivel estructural como operativo, involucrando aspectos como la innovación tecnológica, la formación profesional y la colaboración interinstitucional.
Reducir los costos del crimen liberaría recursos cruciales para invertir en programas de bienestar social y educación».
Este evento permitió debatir sobre los desafíos de la alta rotación y la especialización policial, problemas que impiden la consolidación de una estrategia sostenida. En este sentido, los participantes subrayaron que la prevención debe incluir no solo medidas policiales, sino también intervenciones educativas y sociales que ataquen las causas estructurales del crimen.
Los costos del crimen y el impacto en la seguridad ciudadana
La mesa inaugural del congreso abordó el impacto económico y social del crimen en América Latina. Guiselle Romero Lora, directora de la Maestría en Gobierno y Políticas Públicas PUCP, presentó un informe del BID que calcula que el crimen cuesta un 3.44% del PBI regional, casi el doble de lo que enfrentan países europeos. Este costo incluye gastos en seguridad privada (47%), prevención estatal (31%) y pérdidas de capital humano (22%). Romero subrayó: «Reducir estos costos liberaría recursos cruciales para invertir en programas de bienestar social y educación».
Es esencial implementar las conclusiones de este congreso para mejorar el trabajo policial y reforzar la confianza ciudadana en las instituciones".
El problema, sin embargo, no se limita a los costos económicos. Martín Tanaka, director de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas PUCP, señaló que «es esencial implementar las conclusiones de este congreso para mejorar el trabajo policial y reforzar la confianza ciudadana en las instituciones». Ambos expertos coincidieron en que la clave está en fortalecer la prevención y modernizar las herramientas de gestión de datos para enfrentar la criminalidad con eficacia.
Innovación y profesionalización: claves para la seguridad
El congreso enfatizó la importancia de la profesionalización de los cuerpos policiales y la colaboración entre instituciones académicas y de justicia. Hung-En Sung, profesor del John J. College of Criminal Justice (EE.UU.), subrayó que el éxito de las reformas depende de datos precisos y un enfoque innovador: «El policiamiento basado en evidencia es el futuro. Sin datos, las políticas son solo buenas intenciones». Este modelo, según Sung, requiere convertir a la Policía en una institución de aprendizaje continuo, capaz de analizar tendencias y responder con intervenciones basadas en evidencia.
No podemos asumir que lo que funciona en Londres o Chicago dará los mismos resultados en Lima. La clave está en tropicalizar los modelos, y adaptarlos a nuestras realidades sociales, políticas y económicas".
En el caso peruano, Sung señaló que existe un marco normativo sólido para implementar el policiamiento comunitario, pero que la falta de métricas impide evaluar su impacto. «No basta con tener directivas; necesitamos documentar, medir y aprender de los resultados», agregó. Para lograrlo, insistió en la necesidad de líderes policiales formados en gestión de personal, de crisis y de presupuestos. En esta línea, la colaboración de la PUCP con la Policía Nacional se perfila como un ejemplo alentador de cómo la academia puede aportar al fortalecimiento de las instituciones.
Por último, Sung criticó la tendencia a importar modelos extranjeros sin adaptarlos al contexto local. «No podemos asumir que lo que funciona en Londres o Chicago dará los mismos resultados en Lima. La clave está en tropicalizar los modelos, y adaptarlos a nuestras realidades sociales, políticas y económicas», afirmó.
La falta de estrategia estatal frente al crimen organizado
Jorge Chávez Cotrina, coordinador nacional de las Fiscalías Especializadas contra la Criminalidad Organizada, desnudó las fallas del sistema, criticando las medidas reactivas como el aumento de penas o la eliminación de beneficios penitenciarios: «En el Perú, no tenemos una política seria contra la criminalidad. Las medidas actuales son superficiales y no atacan el problema estructural».
El fiscal expuso que la lucha contra el crimen debe basarse en cuatro pilares: prevención, protección, interdicción y rehabilitación. Sin embargo, en Perú, los esfuerzos están fragmentados y la falta de especialización policial agrava la situación. Citó un caso emblemático: «En Madre de Dios, epicentro de la trata de personas, hay solo cinco policías asignados a esta unidad y uno de ellos está en tránsito. ¿Cómo pretendemos enfrentar la criminalidad con estos recursos?».
Necesitamos una agencia de inteligencia especializada, un ‘FBI peruano’, que integre tecnología avanzada y datos en tiempo real para enfrentar al crimen organizado".
Por su parte, Vladimir Padilla, abogado y docente de la PUCP, señaló la urgencia de modernizar las estructuras policiales y fiscales: «Necesitamos una agencia de inteligencia especializada, un ‘FBI peruano’, que integre tecnología avanzada y datos en tiempo real para enfrentar al crimen organizado». Ambos expertos coincidieron en que cualquier reforma debe incluir la permanencia en cargos especializados y la profesionalización de los líderes policiales, así como el retorno de la Policía de Investigaciones (PIP), pilares esenciales para reconstruir la confianza ciudadana.
El Congreso Internacional de la PUCP dejó en claro que la seguridad ciudadana requiere un cambio de paradigma que trascienda las coyunturas políticas. Innovar, prevenir y profesionalizar no son solo aspiraciones, sino pasos imprescindibles para enfrentar los desafíos de un entorno cada vez más complejo. «El futuro de la Policía no solo depende de la tecnología, sino de su capacidad para adaptarse, aprender y colaborar con la ciudadanía», concluyó Hung-En Sung.
Deja un comentario