A 45 años de la llegada del hombre a la Luna, ¿qué tanto sabemos de ella?
Un día como hoy, hace 45 años, Neil Armstrong pisó la superficie de la Luna. “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”, dijo luego de descender por la escalerilla del módulo lunar Eagle, tras más de seis horas de esperar en la cabina luego de ‘alunizar’ en el Mar de la Tranquilidad.
Texto:
Israel Guzmán
Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins completaron con éxito la misión del Apolo 11. La NASA completó otras cinco misiones tripuladas a la superficie lunar, la última de ellas en 1972.
“En todas esas misiones se recogió material lunar, que es la evidencia por la que hoy sabemos que la Luna está formada de material similar al de la parte externa de la Tierra”, resalta Myriam Pajuelo, docente del Departamento Académico de Ciencias. “Sabemos también que la Luna no tiene un campo magnético, lo que indica que no tiene metales pesados en su centro. Todo eso avala la teoría de que se formó a partir de la colisión de un meteorito –casi del tamaño de un planeta- con la Tierra. Los restos de esta colisión se habrían quedado orbitando y terminaron uniéndose por un fenómeno denominado ‘acreción’, se pegaron, y formaron la Luna”, explica.
No es la única forma en que se forman estos cuerpos celestes. Los dos satélites de Marte, Fobos y Deibos, habrían sido cuerpos celestes que se quedaron ‘enganchados’ por la fuerza gravitacional de Marte. “Incluso se dice que uno de ellos va a continuar acercándose y terminará impactando sobre él, pero no son teorías comprobadas”, agrega.
¿Realmente llegó el hombre a la Luna?
Sin embargo, a pesar de que más de 600 millones de personas siguieron en vivo el evento, hay quienes ponen en duda su veracidad, y sugieren que fue una treta de los Estados Unidos y la NASA en su afán por vencer a la antigua Unión Soviética en la carrera espacial. «Esa es una tontería que fue difundida por la cadena Fox, pero no tiene ningún sentido”, afirma Pajuelo, profesora del curso de Cosmología. “Dicen que la bandera flamea con el viento, pero solo se mueve porque conserva el movimiento que le dieron al colocarla”, explica. “Existe mucho fraude y pseudociencia, lo importante es que todos, en especial los alumnos, mantengamos un espíritu crítico para comprender mejor las cosas”, agrega.
La superluna
El 12 de este mes, la Luna llena llegó a verse hasta 14% más grande y 30% más brillante que en otras ocasiones: alcanzó su perigeo, o punto más cercano a la Tierra. “Su órbita es una elipse, no un círculo perfecto, y la llamada superluna no es más que la visión de la Luna llena en su punto más cercano a la Tierra”, explica Pajuelo. Durante agosto y septiembre todavía se verá brillar con mayor intensidad que en sus niveles usuales, aunque no con igual intensidad que en julio.
“Existe además la Ilusión de la Luna, que no tiene explicación concreta. Esta consiste en que mientras más ‘pegada’ esté al horizonte, se verá más grande; y mientras más arriba, más pequeña”, comenta. Pajuelo señala que «hay una forma sencilla de compararlas: estire el brazo y levante el pulgar. Un pulgar tiene el ancho aproximado de un grado (de los 360 de una circunferencia). La Luna tiene un diámetro aparente de medio grado, o sea, medio pulgar, y debería ser siempre el mismo, esté donde esté”.
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