Soluciones a los tres desafíos de Perú al 2030
Karen Guerrero, alumna de la Especialidad de Economía de la PUCP, obtuvo el segundo lugar en el concurso nacional de ensayos “Aporte de la juventud al desarrollo del Perú: visiones al 2030”, organizado por el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) y El Comercio. La alumna propone cuáles son los tres problemas que debe resolver el Perú al 2030 y cuál debe ser el aporte de los jóvenes para enfrentar estas dificultades.
Texto:
Solange AvilaFotografía:
Giovani Alarcón
Guerrero tuvo el desafío de plantear los tres retos más importantes que Perú debe resolver al 2030. Luego de evaluar cuáles serán esos desafíos, propuso políticas para poder afrontarlos. En primer problema es el de suministro de agua, la alumna explica que si bien Perú es el país con mayor disponibilidad de agua dulce per cápita en América Latina, la dificultad es la distribución de las personas. “De las tres vertientes que Perú posee, la del Pacífico es la que menos agua puede proveer y es donde la mayor parte de los centros urbanos se concentra”, detalla.
Otro problema expuesto es la desigualdad social y económica. Para ello, la estudiante sostiene que se debe considerar el efecto del cambio climático en la irregularidad de las estaciones de lluvia o sequía. Por tanto, se debe pensar en cómo capacitar a los agricultores para que adopten métodos flexibles en la agricultura, así como diversificar sus actividades económicas para enfrentar la pobreza, más aún cuando pertenecen a los sectores rurales más vulnerables.
Asimismo, planteó el problema de los conflictos socioambientales y económicos por la regularidad de los conflictos mineros, pero sobre todo porque, “nos guste o no, dependemos fuertemente de la minería. Los conflictos siguen latentes y se acrecentarán si no se resuelven ahora”. Agrega: “Como también manifiestan muchos autores, se puede solucionar con participación ciudadana. Se debe pensar en más métodos para saber exactamente cómo llegar a la población y contar con más representantes para que todas las voces sean escuchadas, que no sientan que unos tienen más poder que otros”.
Si Guerrero tuviera que incluir un cuarto reto para resolver al 2030, sería el de acceso a servicios públicos (salud, educación, agua, saneamiento, etc.). Aunque, considera que este es parte del problema de desigualdad, es consciente de que la brecha de infraestructura de los servicios aumenta y confía en que se puede disminuir incentivando al sector privado mediante las asociaciones público-privadas.
El rol de los jóvenes
Para Karen Guerrero, cada joven desde su carrera puede brindar una perspectiva diferente a estos problemas, más ahora que se requiere del trabajo interdisciplinario. También insiste en la falta de investigación ambiental sobre los conflictos sociales. “Debe haber un análisis integral de por qué se ocasiona el conflicto y por qué se da en determinada localidad”. Así también plantea que los jóvenes podrían formar ejes de comunicación con grupos universitarios o comunidades al interior del país y aprovechar las redes sociales. “Valiéndonos de esta facilidad que tenemos ahora los jóvenes, podemos comunicarnos con gente de provincia, saber lo que pasa en cada localidad y no solo para temas de conflicto”, afirma.
Una de las mayores preocupaciones de Guerrero son los cambios sociales y ecológicos que se están dando por la agricultura migratoria y la minería ilegal, sobre todo en Madre de Dios, donde se deforesta y contamina dramáticamente el medio. Por ello, intenta unir dos intereses, la economía y el medio ambiente para consolidar un verdadero desarrollo sostenible. “Mi objetivo personal es investigar para combatir la minería ilegal, y lograr que los mineros informales puedan formalizarse y así controlar la deforestación por este medio”, comenta.
Después de participar en el concurso, Karen Guerrero trabaja en CEPLAN, donde además participa en la coordinación del estudio de desarrollo territorial que prepara Perú para ser miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), conformado por países de ingresos altos.
Si quieres conocer a detalle la propuesta de Karen, puedes revisar su ensayo publicado en la revista del CIES.
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