Inti Raymi: ¿Actividad religiosa o fiesta de exportación?
El doctor Francisco Hernández, docente del Departamento Académico de Humanidades, nos cuenta cuáles son las diferencias y similitudes entre la celebración del Inti Raymi que tenía lugar en el mundo incaico y su diferencia con el contemporáneo.
Texto:
Nancy Vargas
El Inti Raymi, es una celebración que presenta dos versiones, primero está la fiesta incaica antigua del solsticio de invierno que, según indica el doctor Francisco Hernández, probablemente se llamó “Inti Layme”. Y, por otro lado, está la fiesta contemporánea que es distinto a su predecesora.
La fiesta original, más que un evento o una celebración, es una actividad religiosa de rito al sol pequeño que tiene principal relación con el calendario solar incaico. El historiador indica que, esta se realizaba el 21 de junio, día en el que ocurre el solsticio de invierno. Es decir, la fecha en la que el día es más corto y la noche más larga. Este es un día crucial para la medición del año solar, el cual es determinante en una sociedad agrícola, ya que a través de este calendario se regulan las siembras, cosechas y todas las prácticas cotidianas. “El Inti Raymi era tan importante para los incas como cualquier otra celebración y rescata cuestiones formales del culto al sol como la forma de comunicarse con él y la imagen del Inca como un pariente que acude a su encuentro”, señala el doctor Hernández, quien ha estudiado profundamente la cultura andina y particularmente la historia de los incas. Esta festividad, además, resalta tradiciones como el ofrecimiento de chicha con la que se brindaba con el sol y la repartición de una especie de mazamorra de maíz preparada por las acllas.
A pesar de su importancia, la fiesta tradicional cambia en la colonia cuando el virrey Francisco de Toledo ordena desaparecer todas las fiestas indígenas. “A pesar de esto, el Inti Raymi se sigue celebrando aunque de manera clandestina, de esta forma intenta mantenerse y perdurar aunque la prohibición hace que ciertas prácticas se modifiquen”, sostiene. Una diferencia entre el Inti Raymi que se celebra ahora y el que se hacía antes es el idioma. El doctor Hernández aclara que antes probablemente la ceremonia no se celebraba en quechua ya que esta fue una lengua imperial indígena que los españoles estandarizaron. Contrariamente a esta creencia, es muy probable que haya sido festejado en aymara, con ciertas palabras del puquina, ya que la lengua de los incas de la cual habla Garcilaso de la Vega es, según diversas investigaciones, el aymara.
La fiesta contemporánea, a diferencia de la tradicional, se celebra tres días después, es decir, el 24 del mismo mes. El especialista señala que esto sería por una cuestión práctica ya que el mismo día se celebra la fiesta de San Juan y el Día del Campesino, instituido como fiesta del indio por el expresidente Augusto B. Leguía.
El profesor Hernández puntualiza que el Inti Raymi de ahora no es una fiesta de la gente, sino una fiesta para la exportación, “es como ir al teatro por lo que no forma parte de la tradición cultural aunque sirve para atraer el turismo. Ya no es una fiesta real y marca una clara diferencia con otras celebraciones, que se celebran con fervor, como el Corpus Cristi o el Qoylluriti que es realizada a las faldas del nevado Ausangate”.
El docente reconoce que en las celebraciones del Inti Raymi que se reinventan ahora en muchos pueblitos del Cuzco, se reconoce que hay algo sumamente importante y es que la gente sigue con ganas de hacer estas celebraciones y su interés por hacerlo se debe a que una de sus formas de expresión es la representación teatralizada.
Francisco Hernández tiene un doctorado en la Universidad Complutense de Madrid en historia. Entre sus publicaciones se encuentra el libro «Los Incas y el poder de sus ancestros» (Código en Biblioteca Central: F 3464.1 H43).
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