Caso Pronaa: “La desnutrición crónica se sigue manteniendo en niños menores de cinco años desde 1996”
La reciente desactivación del Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa) a cargo de la titular del Ministerio de Inclusión Social, Carolina Trivelli, ha generado diversas reacciones. Por un lado, un sector apoya esta decisión por los constantes problemas que atravesaba el programa, pero por otro, las críticas no se hicieron esperar: el congresista Rolando Reátegui ha solicitado la interpelación de la ministra, pues considera que el cambio del programa social solo es de nombre (Qali Warma) y se debería dotar de mejor personal. En este escenario, conversamos con la economista Nora Donayre, especialista en desarrollo social.
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Nora Donayre
Consultora en Diseño, Seguimiento y Evaluación de Proyectos en Desarrollo para INNOVAPUCP
Texto:
Gonzalo SilvaFotografía:
Mario Lack
¿Por qué es desactivado un programa como el Pronaa?
Según las estadísticas del INEI la desnutrición crónica se sigue manteniendo en niños menores de cinco años y no ha variado desde 1996. En ese sentido, es necesario tomar medidas urgentes para reformular las políticas públicas que fueron diseñadas en el marco del acuerdo de cumplimiento de los Objetivos del Milenio, suscrito por el gobierno peruano para combatir la desnutrición crónica en el Perú, a fin de que tengan un impacto en bajar su alta prevalencia. Hay que recordar también que dicho programa se lanzó en una coyuntura distinta a la actual, tanto en el aspecto económico como social, donde las poblaciones de extrema pobreza -que es justamente donde se dan los más altos niveles de desnutrición crónica- eran víctimas de la violencia terrorista, por lo que, en muchos casos, resultaban inaccesibles. En ese sentido, considero conveniente hacer una reformulación con los ajustes necesarios.
La ministra Trivelli argumentó la falta de cumplimiento de objetivos del programa, pero, ¿cree que los problemas en la distribución de alimentos vencidos han influido políticamente para tomar esta decisión?
Sí, también veo que ese ha sido una de las razones fundamentales de la decisión porque el programa está muy desprestigiado, ha habido malos manejos: malversación, descomposición. Todo esto ha puesto en riesgo vidas humanas e incluso se han dado casos de muerte. Por ese motivo es necesario reoxigenar, ver hasta dónde llegamos. En este tiempo muchas cosas han cambiado, antes no se conocían muchos productos nuestros o no se les daba mucha importancia, incluso la misma gente desconocía el valor y no le daba la debida importancia a esos productos que tienen en cada región.
Se criticaba mucho que, más allá de pensar en los objetivos, se pensaba en las formas: proveedores y demás. ¿Qué diferencias sustanciales tiene el nuevo programa creado para no dejar de alimentar a los niños (Qali Warma) con el desactivado Pronaa?
Es de esperar que en la propuesta de creación del Qali Warma se mejore, además de la cantidad y abastecimiento oportuno, el contenido nutricional de las raciones teniendo en cuenta la gran variedad y calidad de los productos nativos a nivel regional y también los gustos y aceptación de la población beneficiaria; todo ello acompañado del trabajo de educar debidamente a niños, docentes y padres de familia sobre la nutrición y su importancia. Será muy importante también que se establezcan mecanismos adecuados que permitan incorporar a aquellos pequeños agricultores locales que no lograban acceder a las licitaciones nacionales, contribuyendo de esta manera además a la dinamización de la economía de cada localidad. El tema de cómo se va a obtener el producto, desde su adquisición hasta su distribución, es también un trabajo muy difícil, tiene que estar muy estructurado para no caer en los mismos vicios y dar una atención oportuna en cantidad y calidad. No solamente debe lograr las metas de cumplir con las raciones pues se ha dejado de lado ver si realmente se está alimentando a la población. Se tiene que hacer las mediciones necesarias, por lo que tiene que conjugarse bien con el Ministerio de Salud y de Educación. ¿Quién está controlando que sean las mismas personas las que reciben? No podemos hacer un estudio realista si no tenemos la certeza de que es así.
¿Cómo se podría aprovechar los recursos de cada región? ¿Cómo podría ser este proceso?
Todo está en identificar a los productores locales, incluso intercambiar entre regiones. La quinua, por ejemplo, no está en todas las regiones, pero es un importante alimento. Hay que ver la forma de identificar, hacer padrones, ver cuánto producen, qué posibilidades de que ellos tengan interés en entrar al programa. Esto sería beneficioso para estas personas porque la compra sería directa. No habría el intermediario que muchas veces es el que lucra con esta adquisición del producto: lo compra a precios muy ínfimos y luego lo vende a tres, cuatro veces o más de su valor. Va a haber un doble beneficio, en doble vía, tanto para el Estado como para el productor, incluso al niño, que es el que va a recibir el alimento.
¿Qué implicancias tiene para un país no atacar este problema de la desnutrición infantil al mediano o largo plazo? ¿Qué problemas nos puede generar esta desatención?
La nutrición es un elemento muy importante si es que queremos tener niños más saludables y con un mejor rendimiento escolar. Diría que es la base de su formación física y mental, incluso desde que están en el vientre materno. Se sabe de los bajos niveles de rendimiento escolar en nuestro país obtenidos en las evaluaciones internacionales, más todo el trabajo desplegado para elevar dicho nivel va a ser en vano si no se da el soporte en cuanto a una buena alimentación, en términos de calidad y no de cantidad. Un niño desnutrido o anémico, se cansa y no rinde debidamente. También es más vulnerable a adquirir enfermedades debido a sus bajas defensas, lo que contribuye a incrementar el ausentismo escolar y perjudicar el buen desempeño.
¿A qué regiones o qué zonas son las más afectadas por la desnutrición y a donde debería llegar con mayor eficiencia este tipo de programas?
Las poblaciones que deberían tener una especial atención por sus altos niveles de desnutrición son las de extrema pobreza tanto de la sierra como la selva. Al respecto, Rebeca Arias, Coordinadora Residente de Naciones Unidas y Representante Residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el Perú, en la presentación del estudio ‘Mapa de la pobreza de vulnerabilidad a la desnutrición crónica infantil desde la perspectiva de la pobreza 2010”, presentado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas y el PNUD en el Perú, puso mucho énfasis en señalar que los hallazgos y conclusiones obtenidos permiten focalizar las áreas geográficas de intervención y la población objetivo de las políticas sociales orientadas a combatir la desnutrición infantil, constituyendo una valiosa herramienta para avanzar en el cumplimiento de los Objetivos del Milenio, particularmente los referidos a “Erradicar la pobreza extrema y el hambre” (ODM 1), y “Reducir la mortalidad infantil” (ODM 4). Es necesario, entonces, reforzar el avance hacia estos objetivos teniendo en cuenta que, a pesar de las importantes mejoras registradas durante los últimos años, en el Perú todavía subsisten altos niveles de desnutrición infantil, particularmente en los departamentos de Huancavelica (42.9%), Huánuco (32.7%), Cajamarca (31.9%), Cuzco (31.7), Ayacucho (31.2), de acuerdo a la ENDES 2009.
El Perfil
Nombre: Nora Donayre
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