¿Por qué es importante incluir la música dentro de la enseñanza en una escuela?

Por la coherencia social de un grupo. La música llama a muchos parámetros de nuestro cerebro y nuestra inteligencia, es bastante global. Hacer música es pensar en varias cosas, incluir la reflexión y el cuerpo, combina lo físico e intelectual. Así también, la música permite reafirmar nuestra identidad y nuestra cultura que está un poco en peligro con la crisis en el mundo.

¿Hay alguna manera de integrar diferentes ramas de la música en la educación?

El “soundpainting”, por ejemplo, también permite incluir diferentes áreas del arte y la música. Es una composición en tiempo real con un jefe de orquesta y un ensamble de códigos gestos que se ponen de acuerdo frente a los que actúan y el jefe. Una orquesta puede estar compuesta de músicos, pintores, cantantes y todo se compone en vivo.

¿Qué se estimula cuando se aprende música?

Muchas cosas al mismo tiempo. Se incentiva el sentimiento pero también la disciplina. Tocar música dentro de un grupo es hacer algo colectivo, fabricar juntos una materia musical. Se trabaja en la construcción del individuo. La música, a su vez, puede ser algo paralelo que ayuda a encontrarse con uno mismo. También pienso que el repertorio musical que se aprenda permite el enriquecimiento cultural reafirma la capacidad de ser sensible frente a una obra de arte.

¿Existe alguna mejor manera de enseñar la música?

Hace tiempo, en los conservatorios de Francia, los instrumentos eran de acceso individual. Las clases solo albergaban al profesor y al alumno; el profesor era como el público privado. Ahora eso está cambiando, se abren más cursos colectivos, se está evolucionando. No podría decir que existe una mejor manera, pero se puede constatar que la transmisión está evolucionando a algo mucho más colectivo.

El Perfil

Nombre: Carl-Emmanuel Fisbach