“El filme es el medio; el espectador, el objetivo”
Bruno Dumont, reconocido director de cine francés, fue el invitado especial del 18 Festival de Cine de Lima. Actualmente es considerado como uno de los cineastas más importantes del cine contemporáneo.
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Bruno Dumont
Director de cine
Texto:
Susana NavarroFotografía:
Amelia Santana
¿Qué cree que es lo que el cine debería aportarle al público?
Creo que el cine es una forma de expresión mayor, es más poderoso que el espíritu, que la razón o el lenguaje. Es capaz de entrar en la complejidad humana, eso es lo que es interesante. La finalidad, para mí, no es el filme, sino el espectador. Me parece que es más interesante cuando el director tiene fidelidad al espectador y no tanto al filme en sí.
¿Cómo busca llegar a la complejidad humana?
Es muy difícil, por ejemplo, entrar en zonas donde el bien y el mal se mezclan o buscar el estar en el claro oscuro de los seres humanos. Me parece que lo interesante es que los héroes puedan ser una mezcla de los dos.
Algunos mencionan que su filme sería un ‘extremismo francés’. ¿Cree que esto se debe a sus escenas duras o violentas?
Creo que al hacer películas, lo realmente radical es adentrarse en la sinceridad. No creo que sea un provocador, es una visión particular que me digan extremo, también mis películas podrían ser extremistas en la dulzura y en el amor. Puede ser que a veces muestro la violencia, pero no es solo eso, también busco mucha dulzura, suavidad, también trato de darle al espectador esa otra parte.
¿Cuál cree que es su relación con la belleza y cómo trata mostrarla?
Pienso que la belleza está escondida y no es normalmente exhibida. La belleza de mis personajes no es inmediata, llega a lo largo de la película, tienen una forma de belleza espiritual, no me interesa para nada filmar una chica bonita, sino una chica bella, la belleza de los seres humanos es interna.
¿El utilizar actores no profesionales, lo ayudan en esto?
Me aportan mucho más densidad sobre las actitudes de los ejes humanos, es como filmar un árbol muy particular, los seres humanos son muy particulares y me gusta alternar la particularidad que me da una persona. Pero cuando trabajé con Juliette Binoche en Camille Cludel (1815) era también como un árbol particular. No me interesaba el hecho de que fuera una actriz, lo que me interesaba era la mujer que hay adentro y ella estaba contenta de que la vea de esa manera.
¿Cuánto han cambiado sus cintas desde La vida de Jesús?
Creo que hay una búsqueda espiritual sobre qué es la cinematografía. Pienso que Dios es cinematográfico y justamente por eso es una experiencia sagrada, igual que en una novela, una pintura. El espectador tiene en esta vida una necesidad espiritual que tiene lugar en el arte y no en las iglesias. Las iglesias son arcaicas, pero el sentimiento espiritual no es arcaico, es muy moderno, es por eso que cuando grabé La vida de Jesús, lo hice como un hombre ordinario, porque para mí el cine es eso: un hombre ordinario, que vive, que mata, así es la vida.
Y en esa búsqueda, ¿Cómo se acerca al espectador?
Haciendo comedia.
Ahora presenta P’tit Quinquin, su primera comedia y que además está hecha para televisión. ¿Por qué el cambio?
Hacer comedia es más difícil, por eso me interesa, porque la risa está en la superficie de las cosas. Al nivel donde me encuentro ya he hecho bastante dramas y quiero cambiar de género y voy hacia la comedia pensando en que es igual de profunda como el drama. Es una evolución natural en relación a los filmes que he hecho. Por otro lado, la televisión tiene necesidades públicas más inmediatas. El problema es que generalmente es muy superficial, por eso me gusta la profundidad del cine, pero el público no viene al cine, entonces busco una síntesis de los dos, por un lado tener el público y la profundad del cine, pero guardando el carácter público de la televisión.
El Perfil
Nombre: Bruno Dumont
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