“Hay que investigar qué tecnologías nos permiten usar menos plásticos”
Durante más de 15 años, la profesora e investigadora ha dictado el curso Ecología en Estudios Generales Letras. Por su experiencia, considera que los más jóvenes son más abiertos a incorporar hábitos ecoamigables.
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Ana Sabogal
Directora de la Maestría en Desarrollo Ambiental de la PUCP
Texto:
Fiorella PalmieriFotografía:
Alex Fernandez
¿Cómo hemos llegado a permitir desastres tan extremos como la formación de islas de desechos de plástico en los océanos?
El plástico es un invento reciente, con una industria que se ha desarrollado muchísimo desde mediados del siglo XX. Actualmente, existen más de 200 tipos de plástico que varían según su grosor, composición química y otros factores. El plástico procede del petróleo, y puede demorar entre 100 y 200 años en degradarse, aunque hay algunos tipos que se descomponen mucho más rápido. Pero esta “descomposición” también implica que quedan residuos de petróleo en el lugar. Y uno de los problemas es que llegan al océano, donde matan especies marinas – especialmente aquellas relativamente grandes–, como tortugas y delfines. Incluso en la PUCP hemos tenido problemas con los venados a raíz del consumo de las bolsas plásticas en la basura. Es un grave problema para todas las especies silvestres y no silvestres. Ahora usamos plástico para una serie de cosas y ha transformado la vida. Sin embargo, las cantidades que usamos son absolutamente desproporcionadas e innecesarias.
¿Cuál es el peligro de los microplásticos que llegan al consumo humano a través de la cadena alimenticia e incluso en el agua embotellada?
Al descomponerse en elementos chiquitos, la composición química del plástico –o microplástico– nos sigue afectando. Es como que comiéramos petróleo en dosis pequeñas. El mismo problema sucede cuando los plásticos se degradan de manera rápida.
¿Cómo incentivar costumbres para evitar los descartables de plástico de un solo uso?
Hay que modificar las costumbres de los peruanos, que consumimos demasiado plástico y generamos mucha contaminación. Es un tema de educación ambiental relacionado con costumbres arraigadas. Usamos plástico porque es más fácil y hasta nos da vergüenza llevar una bolsa de tela en el maletín, algo que debe convertirse en un hábito diario. ¿Por qué no tener una botella para llenar agua varias veces al día? Se pueden usar más los cerámicos. Los establecimientos comerciales pueden invertir en máquinas de lavaplatos, que ahorran agua, y así evitar el uso de descartables.
Como consumidores, ¿qué transformaciones debemos adoptar que estén vinculadas con la reglamentación de una ley sobre la reducción de plásticos de un solo uso?
En muchos países, el tema está regulado hace mucho tiempo. En Alemania, cobran 10 céntimos de euro por cada bolsa. Uno sabe que si no lleva sus bolsas recicladas, va a tener que pagar eso. Si usas 10 bolsas, gastas un euro. Debemos comenzar a adoptar estas costumbres. Tenemos que saber que si calentamos un recipiente de plástico en el microondas, este va a emitir partículas tóxicas que vamos a ingerir. A largo plazo, puede afectar nuestra salud. Se necesita informar más a la ciudadanía. Los usuarios vamos a pagar directamente las consecuencias del consumo de plástico.
Si bien se habla mucho de los sorbetes y las bolsas plásticas, ¿qué ocurre con el uso de productos como las toallas higiénicas o los pañales desechables de plástico?
Gran parte de la contaminación mundial por plástico se debe al uso de pañales desechables. Aunque es mucho más práctico para las madres, hay que tener en cuenta que existen otros métodos. Vamos a ver posibilidades de pañales de algodón, lavables. Es una opción de vida menos contaminante. Tiene que haber opciones que puedan desarrollar las industrias y creo que es una muy buena oportunidad para la innovación. Hay que investigar qué tecnologías nos permiten usar menos plásticos.
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