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“Necesitamos entender a China desde todas las perspectivas posibles”

La sinóloga Patricia Castro Obando, corresponsal del diario El Comercio en Beijing, ha desarrollado una carrera multidisciplinaria de más de dos décadas entre Perú, China y Medio Oriente. Fascinada por la cultura oriental, dedicó sus estudios de literatura en la PUCP a profundizar sus conocimientos. Posteriormente se especializó en comunicaciones y política china. Este año sustentará su tesis de doctorado en antropología dedicada a los hakka, un pequeño grupo étnico chino que migró al Perú. Patricia fue una de las expositoras del XVI Congreso Internacional ALADAA, y dictará algunas sesiones del curso de capacitación China, América Latina y el Perú, organizado por la Facultad de Ciencias Sociales.

  • Patricia Castro Obando
    Periodista. Magíster en Comunicaciones PUCP.
  • Texto:
    Fiorella Palmieri
  • Fotografía:
    Tatiana Gamarra

Dado el protagonismo de China, ¿cómo observa los vínculos con el Perú y qué faltaría para desarrollarlos mejor?

Es muy importante entender el factor China: cuáles son sus verdaderos objetivos y planes en nuestra región. Por un lado, solo vemos el aspecto económico; y por otro, aceptamos lo que China propone. Si desde el Perú no hay un conocimiento académico de este gigante, ¿cómo entender sus políticas? No tenemos una mínima capacidad de negociación. Los académicos deben aportar para que nuestras instituciones públicas mejoren esta relación. Si no comprendemos la política china, lo que sabemos de economía no es exacto. Nos quedamos en lo superficial: tratar de venderle a China. Hemos tenido especialistas en literatura, filosofía y otras disciplinas, pero necesitamos miradas desde la política, la economía, la sociología. Necesitamos entender a China desde todas las perspectivas posibles.

Su investigación doctoral trata sobre los hakka, una subetnia que llegó al Perú en el siglo XIX. ¿Quiénes son ellos y por qué se les conoce tan poco?

Se sabe mucho sobre los cantoneses y sus descendientes. Sin embargo, poco se conoce sobre otras etnias chinas que migraron. Mi estudio es sobre los hakka, un grupo pequeño con muchas similitudes a los inmigrantes japoneses. Ellos trabajaron muchos años para regresar a China y casarse con una mujer de su etnia, o pedirla desde aquí. En China, su historia es similar a las de judíos o gitanos: durante 15 siglos se desplazaron de norte a sur y formaron una comunidad muy cerrada. Incluso la palabra hakka significa “familias forasteras”. Es fascinante su historia en China, y mi gran pregunta era que había sucedido con ellos en el Perú.

En el 2003 viajó a Beijing para estudiar política china, luego de ser corresponsal de guerra en Afganistán e Irak. ¿Cómo fue su paso del periodismo a la sinología? ¿En cuánto tiempo se sintió en confianza con el idioma?

Desde que era estudiante de literatura en la PUCP viví enamorada de oriente, y tomé muchos cursos en el Centro de Estudios Orientales. En Beijing empecé como una ‘china watcher’ u observadora, como casi todos los corresponsales extranjeros. No todos van por el camino de la sinología. Mi caso fue particular porque siempre estuve interesada en la política de oriente. Quedé fascinada con China, y desde el principio supe que era imprescindible aprender la lengua si pensaba quedarme. Yo tengo dificultades para los idiomas: ¡Me demoré siete años en aprender japonés y ocho años con el chino! Creo que si yo aprendí, cualquier persona puede. Como periodista, siempre me quedaba con historias que despertaban otras preguntas.

Por ejemplo, ¿cómo se vive el feminismo en una sociedad tan contradictoria?

El gobierno y la sociedad china no ven con buenos ojos el feminismo, considerado una ideología occidental. Ahora hay una corriente feminista muy fuerte entre las jóvenes. Ellas no quieren ser tratadas como sus madres y abuelas, y empujan cambios y reformas. Durante el siglo XIX y hasta la caída de la última dinastía, gran parte de las mujeres se vendaba los pies, eran propiedad del padre y luego del marido. No tenían ningún tipo de libertad. Ni siquiera recibían apellido, solo un nombre. En 1949,  Mao Tse Tung “libera a las mujeres”. Les dio derechos, prohibió el vendaje de los pies y exigió que trabajen en las fábricas. Pero esto solo formó parte del pragmatismo chino para producir más.

Los especialistas en China se agrupan entre la sinología, los estudios chinos y, en la actualidad, la nueva sinología. ¿Cuáles son las características de estas especializaciones?

La sinología ha sido dominante durante siglos, enfocada en disciplinas humanísticas como la literatura, lingüística y filosofía china. En el siglo XX cobran fuerza los llamados “estudios chinos”, que incluyeron a la sociología, política, economía y antropología. Hoy un nuevo concepto está vigente: la nueva sinología, que abarca a las ciencias sociales y las humanidades, pero desde el idioma chino. No es posible considerarse sinólogo sin dominar el chino. Es una postura apoyada por la academia y validada por el gobierno desde el programa Nueva Sinología Confucio, que brinda becas de doctorado a profesionales extranjeros con alto nivel de chino. Era habitual que los expertos en estudios chinos no dominaran la lengua, pero eso está cambiando. Yo formo parte de la segunda promoción de este programa, que abarca distintas disciplinas.

Desde su experiencia personal, ¿cuáles son los desafíos de los especialistas latinoamericanos en temas vinculados con China, Asia o África?

Los sinólogos de Latinoamérica no tenemos espacios en nuestros países para desarrollar investigaciones sobre China, como en Europa o Estados Unidos. Salvo excepciones, como el Colegio de México.  Entonces, ¿a dónde volvemos? En el Perú, tenemos el Centro de Estudios Orientales de la PUCP, un centro académico que ofrece cursos externos. Aún no hay un curso universitario sobre China en el Perú. Espero que en el futuro la PUCP tenga una cátedra sobre China, que podría abordarse como electivo en Estudios Generales. Y para quienes deseen aprender más o especializarse, recomendaría llevar algunos cursos de chino, que conozcan al menos la estructura del idioma. ¡Hay tantas becas a China que se pierden, y algunas solo piden un alto nivel de inglés! Con la Facultad de Ciencias Sociales voy a dictar dos sesiones de un curso de actualización sobre China. Invito a todos los interesados a llevar este curso, que es una introducción a China desde distintos ángulos. Solo se necesita entusiasmo y ganas de aprender.

EL DATO

  • El Departamento de Comunicaciones de la PUCP te invita a la charla “Haciendo periodismo en China”, a cargo de Patricia Castro Obando, quien presentará un video testimonial sobre su experiencia profesional y la de otros cuatro periodistas peruanos que radican en Beijing, entre ellos María Esther Chía (Agencia EFE) y Julio Panduro Chamorro (Andina), ambos egresados de la PUCP. La cita es el jueves 23 de agosto.

El Perfil

Nombre: Patricia Castro Obando

¿Para qué nos visitó?

Evento: XVI Congreso Internacional de la Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África (ALADAA)
Organizadores: Centro de Estudios Orientales de la PUCP; Secretaría General de la ALADAA

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