Policías de Apurímac reciben manual para mejorar su uso del quechua
Wilfredo Ardito, profesor del Departamento de Derecho; Virginia Zavala, profesora del Departamento de Humanidades; Luis Mujica, profesor y antropólogo; y Gavina Córdova, profesora de quechua en Estudios Generales Letras, conforman un grupo interdisciplinario que detectó la necesidad de las comisarías de Apurímac por tener un material que los ayude a comunicarse en quechua.
Texto:
Susana NavarroFotografía:
Stefany Aquise
Los investigadores de la universidad viajaron a Apurímac para realizar una investigación sobre el quechua y el ejercicio de ciudadanía, y uno de los factores a estudiar era el acceso de los pobladores a la justicia.
El manual consiste en dos diccionarios de términos o frases que se utilizan con frecuencia en la actividad policial y una sección de diálogos en quechua que abarcan situaciones cotidianas en las comisarías, como denuncias por violencia familiar, niños extraviados o accidentes. Y es que, según la Policía, los pobladores quechuahablantes son los que asisten con mayor frecuencia porque temen ser engañados o necesitar ayuda.
¿Por qué escogieron Apurímac?, según explica el profesor Ardito, este es un departamento en el cual, desde hace cinco años, existe una política que se llama «quechua para todos», y fue el único lugar que se declaró como una zona donde se oficializaba el quechua a nivel regional. Esto implicaba que los policías distribuidos en toda la región pudieran comunicarse con los pobladores quechuahablantes de manera más efectiva.
Sin embargo, comenta el abogado, al llegar a la zona encontraron que, si bien los policías hablan quechua mejor que los jueces, fiscales y otros funcionarios de la zona, el manejo del idioma no es suficiente para cubrir sus necesidades comunicativas al enfrentarse a una situación de denuncia. “Era una carencia que vimos en el lugar y también fue una demanda por parte de los policías”, menciona Ardito.
Aunque un gran número de policías habla quechua, hay algunos puntos que forman una barrera lingüística que, al momento de impartir justicia, se vuelve más importante que solo un problema social. El profesor explica que al momento de emplear el quechua, los policías encontraban dificultad para discernir, por ejemplo, palabras de género, es decir entendían hermano cuando en realidad querían decir hermana ,a esto se suma que hay personas que no se pueden expresar con fluidez o que se ponen nerviosas al enfrentar situaciones de tensión.
Por el momento, se han impreso 5,000 unidades, de los cuales en Apurímac se han repartido 1,100, el resto será distribuido en Cuzco, Ayacucho, Puno y Huancavelica.
Descarga el Manual para el Empleo del Quechua en las Comisarías
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