Después de 20 años viviendo en el extranjero, Alejandra vuelve al Perú para hacerse cargo de unos asuntos familiares. Aquí se entera de que su padre, preso condenado por ser militante de Sendero Luminoso, está vivo. Así ella va descubriendo su propia identidad. De eso, y mucho más, se trata La piel más temida, película de nuestro egresado y docente del Departamento de Humanidades Mag. Joel Calero, que se estrena en cines a nivel nacional, que incluye la sala de nuestro CCPUCP, este jueves 25 de abril.

La cinta es la segunda película de la tetralogía fílmica sobre la memoria que viene desarrollando Calero, la cual ha contado con el apoyo de nuestra Universidad. En ella reflexiona sobre los ecos del conflicto armado interno en nuestro país a través de las relaciones interpersonales. «En La piel más temida, se amalgama lo privado y personal con lo colectivo. Considero que el cine es una ventana y también un espejo que nos sirve para pensarnos”, resalta el director.

El cine que me interesa es aquel que me emociona y conecta con mi experiencia personal. Como cineasta, quiero que mis películas logren también eso con el público. Por eso, hablo sobre nuestra realidad nacional a través de las vivencias personales”.

La piel más temida: cine que nos hace reflexionar

Ver en la pantalla grande a un personaje que pasa por una situación por la que nosotros hemos atravesado hace que nos sintamos identificados, representados e incluso cuestionados. Eso es lo que busca Calero en La piel más temida, donde toca temas como la migración y la relación con el padre. “El cine que me interesa es aquel que me emociona y conecta con mi experiencia personal. Como cineasta, quiero que mis películas logren también eso con el público. Por eso, hablo sobre nuestra realidad nacional pero no desde un discurso académico sino a través de las vivencias personales”, dice. En esta película, la historia se centra en el personaje de Alejandra, interpretado por la top model y actriz peruana Juana Burga.

Asimismo, otra característica de la saga cinematográfica de Calero es que todas las películas se ubican en el aquí y ahora. “Este proyecto propone reflexionar, desde el presente, sobre los lastres del pasado”, resalta el director. Entre las taras que todavía arrastramos, menciona la práctica del terruqueo para descalificar a alguien y el racismo.

Una película peruana, sostiene Calero, cuesta alrededor de 8 años en realizarse y varios cientos de miles de dólares. Sin embargo, su permanencia en los cines puede ser muy efímera: se decide a partir de la taquilla del primer fin de semana.

Generando un público cinéfilo

Una película peruana, sostiene Calero, cuesta alrededor de 8 años en realizarse y varios cientos de miles de dólares. Sin embargo, su permanencia en los cines puede ser muy efímera: se decide a partir de la taquilla del primer fin de semana. “Lo más lamentable es que desaparece de las salas de cine una película que tiene los elementos para poder dialogar con nuestra sociedad. El cine, la música, la literatura —el arte en general— nos permiten repensarnos como país”, resalta Calero.

Por eso, nuestro egresado fomenta que el público universitario consuma producciones nacionales con sentido crítico y anima a más estudiantes a ver La piel más temida. “Si uno pregunta en los salones, hay muchos estudiantes que no han visto películas imprescindibles. Al fomentar la diversificación del consumo audiovisual, estamos ayudando a la formación estudiantil”, enfatiza.

Fomento de nuestra Universidad a la creación

En principio, Calero proyectaba realizar una trilogía. “En la primera película, La última tarde, aparece una pareja de subversivos; la segunda trata de la hija de un senderista; y la tercera sobre el hijo de un militar: es decir, tenía a los 3 actores políticos del conflicto armado interno”, explica.

Gracias a que obtuvo el CAP de creación 2022 y 2023 de nuestro Vicerrectorado de Investigación, el proyecto se amplió a un cuarto filme, Las fatigas del querer, y la novela gráfica Mientras dura el silencio, que expande el universo de la tercera película, Álbum de familia. Con los fondos de la PUCP, resalta, pudo financiar, sobre todo, la reescritura del guion de Las fatigas del querer, con la asesoría de Paz Alicia Garciadiego, colaboradora habitual del cineasta mexicano Arturo Ripstein.

“Fomentar y brindar premios a la creación es algo revolucionario que está haciendo la PUCP en el Perú. La creación es una actividad académica porque, a través de las representaciones y ficciones, podemos conocer los imaginarios de una sociedad. En ese sentido, la PUCP, al alentarla, la reconoce como tal”, sostiene Calero.

Reconocida trayectoria

Cuando en la década de los ochenta Calero quería ser director, lo veía como una misión imposible pues prácticamente no existían en el país fondos a los cuales postular. “Ahora hay más concursos y estímulos económicos que se han conseguido a punta de protestas y exigencias; sin embargo, es insuficiente si lo comparamos con otros países de Sudamérica”, resalta.

Hasta el momento, nuestro egresado de Literatura ha logrado estrenar 4 películas y ha ganado reconocimientos, como el Premio del público del 20° Festival de Cine de Lima PUCP y Mejor Director Iberoamericano de Ficción en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara 2017 por La última tarde, también representó al Perú en los Goya por Cielo oscuro. Así, Calero continúa trabajando en una obra que se destaca por hacernos repensar en la realidad de nuestro país e interpelarnos a nivel personal.