Según la asociación Operación Sonrisa Perú, cada año, aproximadamente 900 niños en Perú nacen con labio fisurado y/o paladar hendido. El proceso de rehabilitación de estos niños puede ser muy largo y no solo incluye procesos quirúrgicos. Contempla, también, la atención de sus necesidades emocionales y de lenguaje. Al tener esta condición, los niños experimentan desafíos en la pronunciación, respiración, producción de sonidos y, en ocasiones, incluso dificultades alimenticias.

Por ello, es indispensable llevar una terapia del lenguaje tanto antes, durante y después de los procedimientos médicos. Esto ayuda a los pacientes a desarrollar y mejorar sus habilidades comunicativas. “La terapia del lenguaje podría tornarse tediosa porque requiere de una práctica constante y repetitiva de los sonidos alterados. A menudo, los logros no se aprecian ya que los pacientes se agotan y el aburrimiento los lleva a abandonar el proceso”, afirma la Dra. Milagros Rojas, especialista en trastornos de la comunicación.

Aprender de forma lúdica y divertida

Convencidos de la capacidad transformadora del arte, y conscientes de las oportunidades que brinda para el desarrollo integral del individuo, un equipo de docentes de la carrera de Música de la Facultad de Artes Escénicas, así como de la carrera de Diseño Gráfico de la Facultad de Arte y Diseño se embarcó en la creación de un material educativo artístico. Como indica la profesora Flor Marín, “el diseño, y en este caso la ilustración, tiene un aporte innovador y valioso en la solución de problemas reales para poblaciones específicas, como la de niños y niñas con la condición de labio fisurado y/o paladar hendido”.

«El diseño, y en este caso la ilustración, tiene un aporte innovador y valioso en la solución de problemas reales para poblaciones específicas, como la de niños y niñas con la condición de labio fisurado y/o paladar hendido».

Flor Marín
Profesora de la Facultad de Arte y Diseño PUCP

Así nació ‘Son sonriendo’, que consiste en un libro de 11 microrrelatos ilustrados y musicalizados, así como un manual de acompañamiento. El objetivo del material es apoyar el largo proceso que enfrentan los niños para recobrar la funcionalidad del paladar. Así, se atenderán sus necesidades fonéticas, fonológicas y socioemocionales de manera lúdica.

Este material consiste en un libro de 11 microrrelatos ilustrados y musicalizados, así como un manual de acompañamiento. Además, contó con la participación de más de 50 artistas, entre ilustradores, diseñadores gráficos, compositores e intérpretes.

El proyecto resultó ganador del Fondo Concursable para la Innovación en la Docencia Universitaria, otorgado por la Dirección Académica del Profesorado de la PUCP. Además, contó con la participación de más de 50 artistas, entre ilustradores, diseñadores gráficos, compositores e intérpretes. Cabe destacar la participación de la Dra. Milagros Rojas, especialista en terapia del lenguaje y autora del manual de acompañamiento; así como de Emilio Lome, escritor especializado en arte y cultura infantil, quien tuvo a cargo la creación literaria.

Todos al mismo son

«Son sonriendo» se desarrolló en las aulas de la carrera de Música, a través del curso Enfoques de Enseñanza Musical, y en la carrera de Diseño Gráfico, en los cursos Ilustración 3, Ilustración 4 y Diseño Editorial 1. Tanto docentes como alumnos se sumergieron en un largo proceso que implicó la investigación, exploración, conceptualización y, finalmente, la creación de cada uno de los materiales que darían forma a «Son Sonriendo».

“Como profesores, hemos aprendido mucho de cómo se construyen los aprendizajes en cada lenguaje artístico, cómo se abordan los procesos de creación, y cómo el arte puede ser una herramienta fundamental para el desarrollo emocional, cognitivo, social y creativo de los niños”, comenta Lyscenia Durazo, coordinadora del proyecto y profesora del Departamento de Artes Escénicas.

“Como profesores, hemos aprendido mucho de cómo se construyen los aprendizajes en cada lenguaje artístico, cómo se abordan los procesos de creación, y cómo el arte puede ser una herramienta fundamental para el desarrollo emocional, cognitivo, social y creativo de los niños”.

Lyscenia Durazo
Coordinadora del proyecto y profesora del Departamento de Artes Escénicas

Cada una de las especialidades se enfrentó al reto de hacer más divertido el aprendizaje sin dejar de lado las necesidades terapéuticas que existen detrás. En el caso de la carrera de Música, el equipo se centró en aspectos fonéticos y fonológicos del habla por medio de textos que fomenten la repetición de dichos estímulos.

“La idea de los cuentos es que los niños puedan practicar ciertas consonantes que se les hacen difíciles pero tampoco que sea algo muy rígido. Entonces pensé que mientras más divertido sea, va a ser mejor para los niños, para mí y para todos los que escuchamos la canción”, nos cuenta Kaftya Ayala, alumna de Música PUCP.

Por otro lado, en la carrera de Diseño Gráfico tenían claro que los niños que son sometidos a estas intervenciones son muy pequeños, incluso para leer, por lo que la ilustración es una forma más eficaz para llegar a ellos.

El poder del arte

Sin duda, el proceso de aprendizaje para los alumnos de ambas especialidades fue mucho más enriquecedor de lo que esperaban. Además de conseguir los objetivos de estudio de cada curso, de tener la oportunidad de trabajar con un ”cliente real” y, finalmente, materializar el proyecto, los profesores involucrados resaltan la importancia de sensibilizar a los alumnos sobre cómo el trabajo realizado debe terminar en un producto de calidad que pueda tener un impacto positivo y brindar soluciones a problemas de una población con una necesidad no atendida.

“Muchas de las personas cuando les mencionas diseño gráfico ven un tema un poco más estético o que se ve bonito. Pero, a veces, no pensamos que hay un objetivo detrás del diseño o, en este caso, la ilustración que puede servir para temas sociales”, comenta Luana Mestanza, alumna que ilustró La Casa de Coco.

Cabe destacar que este libro no tiene fines de lucro ya que está concebido para ser donado a instituciones para así poder llegar a los niños que más lo necesitan.