"La educación superior en América Latina no compensa, sino reproduce y consolida desigualdades"
En medio del debate sobre la reforma de la Ley Universitaria, nuestra Universidad, a través de la Red Peruana de Universidades, organizó la semana pasada el foro internacional “Desafíos de la educación universitaria en el Perú”. Uno de los invitados extranjeros fue el Dr. José Joaquín Brunner, destacado sociólogo y consultor internacional en temas de políticas educativas, quien sostiene que los esfuerzos el Estado deben enfocarse en la educación básica y no en la superior.
-
José Joaquín Brunner
Docente e investigador de la Universidad Diego Portales (Chile)
¿Cuál ha sido el papel del sector privado en la educación superior?
Al igual que en el modelo colombiano y chileno, aquí hay un fuerte componente privado. Efectivamente, el crecimiento del sector privado se ha hecho a espaldas del Estado, no se ha buscado regular. Acá ha existido la política de dejar hacer, es decir, que los privados absorban la demanda que no podía atender el Estado y que creen cualquier tipo de institución sin regulación. Ese es un error garrafal. El sector privado puede desarrollarse dinámicamente, pero, para que lo haga con calidad, tiene que haber seguimientos durante los primeros años, con reglas claras respecto a las áreas de desarrollo, y exigencias de calidad, acreditación y transparencia financiera. Recién ahora ha surgido la necesidad de regular al sector privado, que ya se ha convertido en un poderoso actor en la educación superior.
¿Es el momento para que el Estado peruano pueda generar regulación más efectiva?
El tránsito desde un mercado salvaje y no regulado, como el que se instaló en nuestros países, hacia un sistema de educación superior más regulado, con respeto a la autonomía, pero con fuertes controles de calidad, reglas claras para obtener información y transparencia, siempre va a generar conflictos porque hay muchos intereses que chocan. Lo importante es tener este tipo de debates donde estén todos los actores y se enfrenten posiciones deliberativamente. En eso consiste la democracia finalmente, en una exposición pública que articule los consensos y lleve a políticas de gobierno.
¿Qué se puede hacer para remediar las brechas entre los alumnos que llegan con educación deficiente a sus primeros años universitarios?
Programas y esquemas de educación remedial, compensatorias, con apoyo de tutores para pequeños grupos de estudiantes vulnerables en riesgo de desertar, apoyo económico a aquellos alumnos con problemas para cubrir los costos asociados al estudio, como transporte, libros, etc. Hay, hoy, todo un abanico de medidas posibles. Lo que pasa es que las universidades no han sentido que son responsables de que sus alumnos se gradúen. Si se aceptó al alumno con déficit en comprensión lectora, habilidades de comunicación, disciplina de trabajo o con mal manejo numérico, tiene que hacerse un esfuerzo de compensación para que esos jóvenes lleguen a graduarse, sino hay desperdicios de talento y de recursos a nivel de sociedad civil y del Estado.
¿Considera que todas las universidades deben contar con un vicerrectorado de investigación?
Yo creo que no es una vicerrectoría de investigación lo que va a transformar la cultura interna de las instituciones universitarias y la que va a provocar la investigación. La investigación nace de abajo hacia arriba En todas las universidades del mundo donde se ha desarrollado investigación es porque hay académicos bien preparados, con vocación de investigar, y tienen el apoyo del Estado a través de proyectos y fondos competitivos. El problema de la falta de investigación en Perú es que no hay políticas, recursos y doctores, hay pocas becas para mandar a jóvenes talentosos a que estudien en los mejores lugares del mundo; tiene que ver con temas estructurales del sistema y el Estado. Yo creo que una parte del financiamiento del Estado para los proyectos debe ser según el mérito de los que se presentan, del esfuerzo que las universidades hagan, sean públicas o privadas.
¿Considera que la historia latinoamericana influye en que nuestra educación sea considerada de baja calidad, en comparación con países asiáticos o europeos?
Yo creo que influye de manera fundamental. De hecho, en América Latina la estrategia de los grupos dominantes, de la elite política y cultural, fue una política de exclusión. Se construyeron sistemas educacionales que desde el siglo XIX vienen dejando fuera a una gran masa de estudiantes. Hay una gran diferencia con las estrategias que siguieron algunos países de Europa o de Asia, que construyeron sistemas de integración y alta calidad, primero en la educación primaria y luego en la secundaria, y completaron educaciones básicas donde el 100%, prácticamente, tiene la competencia para poder seguir aprendiendo a lo largo de la vida.
Entonces, ¿se debería trabajar primero las bases?
Así creo yo. La discusión principalmente se centra en la educación superior, pero, en realidad, si nuestras sociedades pretenden conquistar mayores niveles de equidad, solo lo van a lograr siempre que se parta desde lo más cercano a la cuna posible. Es decir, atención temprana entre 0 y 3 años, jardines infantiles en torno a esa edad, preescolar y luego la educación básica. Es ahí donde la educación puede jugar su papel de compensador de desigualdades sociales. Pretender hacer eso a nivel de la educación superior es simplemente un error de enfoque de política pública, no se puede hacer cuando ya las diferencias están consolidadas. La educación superior en América Latina no compensa, sino reproduce y consolida desigualdades.
Deja un comentario