CEMDUC 
Fui parte de PuntoEdu como redactora en 2017; una experiencia que consolidó mi formación académica y me abrió una nueva perspectiva sobre el periodismo en el ámbito de la comunicación institucional, un terreno poco explorado durante mis años como estudiante.
Tradicionalmente, el periodismo se asociaba con los medios masivos o tradicionales; sin embargo, en PuntoEdu vivimos de cerca la transición hacia el periodismo multimedia y la digitalización de los medios. Me desempeñé como redactora web y, en algunas ocasiones, tuve la oportunidad de escribir para la versión impresa, lo que sentía como un verdadero lujo. Gran parte de mi aprendizaje se centró en comprender los lenguajes y las dinámicas de la redacción digital, que exigían inmediatez, claridad y creatividad.
Trabajar en PuntoEdu era mucho más que integrar un medio universitario: significaba colaborar en el periódico de mi propia universidad, un espacio que acompañaba nuestra vida académica, registraba experiencias y se convertía en parte de la memoria colectiva y la identidad PUCP. Escribir allí implicaba imaginar qué historias me habría gustado leer como estudiante y cómo podían aportar a la sociedad. PuntoEdu amplificaba el conocimiento que la PUCP genera, poniéndolo al servicio de todos. Recuerdo con especial cariño las reuniones editoriales: cada asignación, grande o pequeña, era siempre una oportunidad de aprender algo nuevo.
