CEMDUC 
Formé parte de PuntoEdu entre 2012 y mediados de 2014, como redactora de la edición impresa. Escribí notas y entrevistas para el periódico y los suplementos Q y NEO. PuntoEdu fue, para mí, una verdadera escuela de periodismo y de vida. Participábamos en todas las etapas de producción: desde la concepción de las notas hasta su publicación. Cada lunes, en las reuniones de coordinación, recibíamos encargos y también proponíamos ideas, lo que reforzaba nuestro compromiso como equipo. Luego llegaba el momento de la edición y la diagramación, donde las historias cobran forma gracias al trabajo conjunto con otras áreas. Esa mirada integral, con espacio para la creatividad, resultó muy enriquecedora.
Trabajar en un medio universitario me enseñó el valor de la colaboración. Aprendí a traducir temas técnicos o académicos en narrativas frescas y accesibles y a trabajar con personas de distintas disciplinas. El contacto con el equipo audiovisual y de diseño ampliaba las posibilidades de cada historia y ese espíritu colectivo aún marca mi manera de trabajar.
Guardo recuerdos entrañables de los cierres de edición: días intensos y frenéticos, pero siempre gratificantes. Felicidades a PuntoEdu por estos 20 años: un proyecto que honra a la PUCP y nos llena de orgullo.
