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Noticia

Voluntarios PUCP participan en la escolarización de niños migrantes

Cerca de 50 jóvenes de nuestra Universidad asumieron el papel de profesores y participaron en el programa Lima Aprende, del Ministerio de Educación, en el que ayudaron en la escolarización de niños y niñas migrantes.

  • Texto:
    Julio Huamán
  • Fotografía:
    Gabriela García

Desde las 7:30 a.m., durante tres sábados, un bus partía en dirección a San Bartolo, mientras que otros dos lo hacían hacia Surco y Los Olivos. En ese último distrito, estuvieron José y Grecia, los dos nuevos ‘profesores’ que tendrían los pequeños estudiantes del Colegio 2005. En la escuela, ubicada en la calle 7 del distrito del norte de Lima, las risas iban y venían tanto en los salones como en los pasillos. Pero José y Grecia estaban ahí para trabajar.

En octubre de este año, el BBVA Research lanzó un informe acerca de la migración venezolana –la cual alcanzó su pico en el 2018—. En la actualidad, hay más de 800 mil migrantes en nuestro país, de los cuales, el 76.8% se encuentran en Lima. De esa cantidad, cerca de 30 mil tienen entre 0 y 15 años de edad. Esta última es una población vulnerable pues, al salir de su país, muchas veces de manera imprevista, pierden beneficios y derechos que deberían gozar. Uno de los más importantes es el acceso a la educación.

Como muchos niños y niñas llegan a nuestro país cuando el año escolar ya ha comenzado, quedan fuera del sistema escolar. Frente a ello, la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (DRELM), del Ministerio de Educación, lanzó el programa “Lima Aprende, ni un niño sin estudiar”. Este busca que alrededor de 10 mil menores que residen en Lima se eduquen gracias a sesiones complementarias que se realizan los días sábados.

Para colaborar con esta iniciativa del Minedu, Estudios Generales Letras (EE.GG.LL.) y la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS) implementaron la iniciativa Letras se suma. “Lanzamos la convocatoria y respondieron una gran cantidad de estudiantes de EE.GG.LL. y Educación”, comenta el Dr. Julio del Valle, decano encargado de EE.GG.LL.

Preparados para todo

Más de 50 estudiantes de nuestra Universidad decidieron entrar al programa, y se capacitaron durante dos Jueves Culturales y un sábado. El primer día de capacitación consistió en una presentación, y una pequeña dinámica de lo harían y con quiénes trabajarían. En el segundo día, aprendieron acerca de las metodologías de la educación que debían aplicar con escolares de primaria. Finalmente, tras dos sesiones de aprehensión de nuevos conocimientos, se abocaron a diseñar las clases que iban a impartir.

Para José Marti, estudiante de EE.GG.LL. e integrante del programa, esta preparación fue fundamental, pues los voluntarios fueron entrenados para tener las herramientas necesarias para enfrentar situaciones emocionalmente complejas. “Nos enseñaron a controlar y poder manejar situaciones en las cuales un niño hablaba de temas personales”, cuenta.

Por su parte, Grecia Rospigliosi, futura alumna de la Especialidad de Publicidad y también voluntaria, recalcó que aprendieron a ser “más empáticos con ellos y con la situación que están pasando”, sobre todo teniendo en cuenta que gran parte de los niños con los que trabajarían eran venezolanos y habían pasado por un proceso de desarraigo.

“El convenio con la PUCP aborda uno de los componentes que tenemos en el programa: la mejora de la convivencia del clima escolar”, comenta, por su parte, Mariana Fernández, responsable del componente de inclusión y bienestar de Lima Aprende.

Amor por aprender

“El gran problema es que los profesores de estas unidades escolares no van los días sábados”, señala el profesor Julio del Valle. Y es ahí donde cobra mayor importancia el apoyo y compromiso de los voluntarios. Todos ellos se repartieron en cuatro colegios previamente seleccionados: dos en Los Olivos, uno en San Bartolo y otro en Surco.

A lo largo de toda la mañana, los voluntarios comparten, enseñan, y, sobre todo, aprenden sobre cada uno de estos pequeños ciudadanos y sus historias. “Cuando estás con ellos, los puedes entender y te puedes divertir”, señala José.

A la 1 p.m., con un abrazo y un ‘nos vemos el próximo sábado’, los niños se despiden de sus profesores temporales. “Me gustaría volver a participar en un voluntariado como este. Estos días son muy cortos y nos dijeron que, quizás, más adelante podríamos volver, porque siempre necesitan de ayuda”, explica Grecia.

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