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Noticia

¿Por qué ganó el NO en Colombia?

El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FACR) llegaron a un acuerdo de paz. Sin embargo, un plebiscito sometió a la voluntad popular el contenido de este acuerdo. Oscar Vidarte, docente del Departamento de Ciencias Sociales y analista internacional, comparte puntos claves sobre este resultado.

  • Texto:
    Sharún Gonzales
  • Fotografía:
    Roberto Rojas

País conservador

Antes de conocer los resultados del referéndum, Colombia ya era conocido como uno de los países más conservadores de la región latinoamericana. “La popularidad del ex presidente Álvaro Uribe, sigue siendo un factor relevante en la política nacional. La victoria del No al acuerdo de paz con las FARC también demuestra el importante arraigo del uribismo”, indica Oscar Vidarte. De hecho, en Antioquía, un Estado en el que Uribe fue elegido gobernador durante los noventas, el 62% de ciudadanos rechazó el acuerdo de paz. De acuerdo al analista, esto evidencia que el uribismo tiene mucha influencia aún.

Exceso de confianza

Para el internacionalista, la campaña a favor de la firma del acuerdo cometió errores. El principal fue confiar demasiado en el apoyo de otros actores internacionales. En ese sentido, no construyeron un discurso para hacer frente al discurso de la campaña del No, que negaba la impunidad y participación política de las FARC. Las encuestas, además, aparentaban una victoria certera del Sí al acuerdo. “Esto podría ocasionar en la ciudadanía la pregunta ¿para qué votar si de todas formas ganará el Sí?”, comenta el analista. Además, hubo una gran expectativa de participación en el plebiscito. En un contexto en el que el voto no es obligatorio, un alto porcentaje de la población acudió a votar durante las últimas elecciones. Esta vez, solo el 37% de colombianos votó.

FARC

Un tercer actor en esta negociación es el bloque de las FARC. De acuerdo a Vidarte, han presentado un cambio de actitud que se vio reflejado en el perdón, la disminución de atentados y la devolución de rehenes. “Ya no son la organización guerrillera que fueron en el siglo pasado. No tienen el ideal de transformación del país que solían tener. Todo esto ha cambiado la percepción que la población tiene sobre las FARC”, añade el docente. 

Plebiscito y legitimidad

Pese a que el plebiscito no es vinculante ni obligatorio para tomar la decisión sobre el acuerdo de paz, el presidente Juan Manuel Santos aplicó esta figura para conocer la voluntad popular. “Creo que las razones que esgrime el presidente son válidas. La razón fundamental, para él, es que un acuerdo de esa naturaleza requiere la legitimidad de la población. Santos estaba seguro que ganaba el Sí y que tendría mucha participación”, opina. La legitimidad de la decisión será importante también para dar el siguiente paso: la implementación. De acuerdo al internacionalista, este será un proceso complicado porque las medidas que implica el acuerdo de paz podrían ser cuestionadas más adelante, sea Santos o no, el presidente de turno. Obviar el resultado del plebiscito es una posibilidad legal, pero tendría un costo político elevado para el régimen y la implementación del acuerdo.

¿Qué va a pasar ahora?

Aunque han existido comentarios positivos luego del resultado del plebiscito, el magíster prefiere mantenerse escéptico al respecto. “El presidente Santos ha llamado a las partes a conversar, y aunque la oposición habló de negociar, no asistió a la primera reunión. Va a ser muy difícil que se pongan de acuerdo las partes, en este corto plazo”, indica. Tomó aproximadamente cuatro años que el gobierno colombiano y las FARC llegaran a un acuerdo. Es previsible que el consenso entre las tres partes tome un poco de tiempo. “¿Hasta cuándo puede durar el cese de fuego bilateral?”, reflexiona finalmente Vidarte sobre lo que se viene.

Etiquetas:
colombia
Paz
Plebiscito

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