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Noticia

Informe NEO: Telemedicina que conecta y salva vidas

La Red de Telemedicina de la Cuenca del Río Napo ofrece teleservicios médicos, asistencia remota, mensajería, teléfono e Internet y cubre más de 447 kilómetros desde la Dirección Regional de Salud de Loreto hasta la comunidad de Cabo Pantoja. Gracias a esta red, se han beneficiado 85 mil 457 pobladores y 48 trabajadores del sistema de salud rural (entre técnicos, enfermeros y doctores).

  • Texto:
    Pablo Timoteo

Es mediodía y en el puesto de salud de la localidad loretana Negro Urco, en la cuenca del río Napo, una madre y su hijo de 14 años piden una segunda opinión médica. La enfermera a cargo asegura que el niño presenta síntomas de gripe, pero la madre teme que se trate de una neumonía y pide el diagnóstico del doctor. A través de un tele-estetoscopio, el médico revisa los pulmones del paciente, y quince minutos después madre e hijo vuelven a su hogar con la certeza de que todo está bien. El doctor diagnosticó gripe estacionaria. Esta podría ser una escena común en cualquier posta médica en el Perú si no fuera porque el doctor siempre estuvo a 40 kilómetros de distancia del paciente.

“Nosotros llegamos con la propuesta y nos respondieron con dudas”, recuerda el Ing. Juan Paco, coordinador de proyectos del Grupo de Telecomunicaciones Rurales de la PUCP (GTR-PUCP), seis años después de las primeras reuniones con las autoridades de Loreto y la  Cuenca del río Napo. Hoy, la Red de Telemedicina es una realidad.

Las bases para el futuro

En el 2007, en tiempos en que la malaria se convirtió en el azote de la región, el GTR-PUCP buscó financiamiento para poder llevar telecomunicaciones a las zonas de más difícil acceso. Con redes de comunicación se podía recibir información en tiempo real de los focos infecciosos, los casos presentados e, incluso, planificar la evacuación de pacientes en zonas donde ni siquiera se contaba con electricidad. Con el apoyo económico de entidades internacionales, el GTR-PUCP pudo instalar antenas repetidoras en cada uno de los trece centros de salud asentados a orillas del río Napo e integrar al Hospital Regional de Loreto, el Vicariato San José del Amazonas y la Dirección Regional de Salud de Loreto en una sola red.

“Estos lugares no contaban ni siquiera con luz cuando llegamos. El diseño de nuestro sistema incluía las telecomunicaciones para brindar internet, telefonía y datos; un sistema de energía autónomo para soportar el funcionamiento que se le daría; un sistema de protección eléctrica contra fenómenos naturales y el sistema informático que usaban las personas”, explica el Ing. Paco. Con la red en  funcionamiento, la telemedicina se abrió paso por sí sola.

Los operarios de cada centro de salud fueron apropiándose de la tecnología, primero haciendo reportes digitales, que antes significaban hojas impresas o redactadas y horas de viaje por río; luego, la comunicación entre todos los puntos que integraban la red llevó a  consultas y asesorías remotas en todos los niveles, información sobre medicamentos e historias médicas a un teléfono o a un clic de distancia. Se había llegado al siguiente nivel.

Telemedicina

Con el éxito como aval y con el involucramiento del Gobierno Regional y las autoridades locales, fueron apareciendo nuevos retos. “Con el uso de la tecnología se han visto las necesidades más urgentes, es así que implementamos soluciones en teleservicios”, detalla el Ing. Paco sobre las aplicaciones para análisis de microscopios, estetoscopios y ecógrafos a distancia. Todo ello sumado a la posibilidad de usar videoconferencias para que los médicos especialistas puedan diagnosticar desde la ciudad. Telemedicina en todo el sentido de la palabra.

Los temas más urgentes que se identificaron fueron la salud materna infantil, la prevención de enfermedades respiratorias y la detección de enfermedades como la malaria. Hoy por hoy, los puestos de salud que integran la red fueron implementados con cámaras web especiales, ecógrafos portátiles, estetoscopios electrónicos y microscopios adaptados con cámaras, de forma que se puedan compartir imágenes y sonidos en tiempo real.

Cada vez más, el personal se integra al proyecto, incluso, en muchos casos han salvado las limitaciones de electricidad adquiriendo por cuenta propia computadoras portátiles o baterías. “Alrededor de 80 personas han salvado sus vidas gracias a la red, pero el mayor impacto es que el profesional de salud ya no se siente aislado porque tiene teléfono, internet, puede ampliar su perfil profesional participan de una capacitación on line, ya no tiene que viajar a entregar sus reportes en papel. Ahora sus planes comienzan a girar alrededor del lugar en donde está, ya no piensa irse a los tres meses”, concluye, por su parte, el Ing. David Chávez, director del GTR-PUCP.

En la foto: Pobladores loretanos colaboran en la instalación de una de las antenas repetidoras.

Lee el informe completo en el Suplemento Neo N° 57

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