Ir al contenido principal Ir al menú principal Ir al pie de página
Noticia

Postula al Fondo Concursable para Docentes hasta el viernes 22

Desde el 2010, 174 proyectos de responsabilidad social universitaria se presentaron en todo el país, gracias al Fondo Concursable para Docentes (FCD) que promueve la DARS.

  • Texto:
    Suny Sime

La PUCP, además de formar profesionales, busca producir buenos ciudadanos; es decir, brinda una formación integral a sus estudiantes. Y si bien se suele ver el sello PUCP principalmente en los estudiantes, los docentes también son parte fundamental de la comunidad universitaria. Por ello, desde hace nueve años, la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS) de la PUCP apuesta por el Fondo Concursable para Docentes (FCD) con el fin de hacer transversal la responsabilidad social universitaria (RSU) en el quehacer docente y repensar el rol de la Universidad en la sociedad.

“Se trata del impulso por una ética colectiva y la praxis de la ciudadanía democrática”, comenta Werner Jungbluth, coordinador del área de Formación e Investigación Académica de la DARS. “Creo que las iniciativas premiadas en el FCD son potencialmente transformadoras del quehacer docente”, agrega. Este fondo permite que el docente encuentre posibles soluciones a problemáticas sociales y las construya en colaboración con la comunidad directamente afectada, así como retroalimenta el contenido de sus cursos.

Este es un ejercicio riguroso que obliga a verse a uno mismo y reflexionar profundamente. Para Jungbluth, el origen de los problemas no está “allá, en la sociedad”, como si no fuéramos parte de ella. “Y eso quiere decir preguntarnos qué tenemos que ver en este problema, qué podemos hacer al respecto, qué potencial de transformación tenemos y cuál es nuestro lugar de enunciación, desde dónde uno habla como ciudadano, estudiante o docente de la PUCP y de cierta especialidad”, señala.

Por eso, el enfoque RSU busca problematizar la relación entre la PUCP y la sociedad, que no es unidireccional, sino más bien un proceso de ida y vuelta. “La universidad se vuelve permeable: sus muros se tornan porosos a la influencia y al conocimiento que se producen en el contacto con la realidad, y responden a las demandas y oportunidades de esta realidad”, explica Jungbluth. Así, lo aprendido por los docentes en la iniciativa vuelve a la Universidad como prácticas, sensibilidades y conocimientos que se plasman en nuevas metodologías y se transmiten en los cursos.

Enseñar con el ejemplo

Este conocimiento se crea de manera conjunta y, muchas veces, nace de la comunidad misma. Este es el caso de la iniciativa Naeha Awin: proyecto de fortalecimiento de la identidad de las mujeres del pueblo indígena iskonawa a través de su artesanía, de la docente Carolina Rodríguez Alzza, del Dpto. de Ciencias Sociales y ganadora del FCD 2018. “Es una oportunidad para reconocer también iniciativas que son producto de alianzas, entre nosotros como docentes investigadores y la población con la que trabajamos”, afirma.

Para la lingüista y antropóloga, el enfoque RSU no solo está presente en la formación universitaria, sino también en el aporte al desarrollo de las comunidades. “A partir de este tipo de iniciativas, también damos el ejemplo de cómo nuestro trabajo de investigación tiene que buscar que esta población se pueda ver beneficiada”, apunta. En ese sentido, este fondo se presenta como una excelente oportunidad para promover tanto el progreso de las comunidades como de los estudiantes.

Por su parte, Teresa Montoya, profesora del Dpto. de Arquitectura y también ganadora del FCD 2018 con la iniciativa Propuestas de diseño bioclimático y sismorresistente para la mejora de la vivienda productiva artesanal en Túcume y Mórrope (Lambayeque), destaca el conocimiento superior que se genera al mezclar la experiencia de las comunidades con la investigación docente. “La información generada por la Universidad pasa a la comunidad y así podemos confirmar si lo que planteamos en las teorías es aplicable”, comenta.

De esta manera, las iniciativas del FCD se desarrollan como un intercambio constructivo. “Creo que es uno de los mejores espacios para trabajar, ya que, gracias a sus conocimientos ancestrales, los miembros de la comunidad pueden mejorar lo que nosotros proponemos”, menciona la arquitecta. Además, estos aprendizajes son nuevos aportes para los cursos que los docentes dictan “para poder enseñar y transmitir a los alumnos las experiencias que hemos tenido a través de la investigación aplicada”, concluye.

Para más información sobre cómo participar en el Fondo Concursable para Docentes (FCD) 2019, revisa la convocatoria de la DARS. Tienes hasta el viernes 22 para postular.

Deja un comentario

Cancelar
Sobre los comentarios
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los comentarios pasan por un proceso de moderación que toma hasta 48 horas en días útiles. Son bienvenidos todos los comentarios siempre y cuando mantengan el respeto hacia los demás. No serán aprobados los comentarios difamatorios, con insultos o palabras altisonantes, con enlaces publicitarios o a páginas que no aporten al tema, así como los comentarios que hablen de otros temas.