Ayer, martes 19, nuestra comunidad celebró el inicio oficial de un nuevo año académico. Ante un auditorio lleno, el director superior de las Prácticas Mundiales de Educación del Banco Mundial, Jaime Saavedra, dio el discurso de orden. Este tocó un tema central tanto para nuestra Universidad como para el desarrollo de nuestro país: el de la interacción entre alumnos y maestros.

“A pesar de todos los alcances tecnológicos y la posibilidad de enseñanza virtual y el uso de inteligencia artificial, la educación seguirá siendo una actividad intensiva en la interacción humana”, refirió. Pero, para permitirla y potenciarla, hay una serie de elementos de gestión educativa a tomar en cuenta. En ese sentido, el especialista consideró que este sector debería continuar con una reforma que se centre en el aprendizaje y que conjugue compromisos técnico, de gestión, político y financiero.

“Pero hay un último factor: el sentido de urgencia”, añadió. “El Perú sigue siendo un país dramática e inaceptablemente desigual en términos de oportunidades”. Ahí, Saavedra destacó el rol que cumple la PUCP: “En esta universidad se forman futuros docentes y futuros directores de escuela.  Aquí está una de las mejores, sino la mejor facultad de educación del país, y por tanto la responsabilidad de guiar y poner una valla de excelencia en la formación de docentes es inmensa”.

Culminó su participación con una reflexión sobre el papel de nuestra Universidad: “Hoy más que nunca, esta universidad no solo tiene la responsabilidad de formar grandes profesionales, eso no es suficiente, tiene la responsabilidad de seguir formando ciudadanos demócratas y solidarios, comprometidos con el bien común. Es su ineludible deber moral. Esa es su tarea, esa es nuestra tarea”.

Previamente, el rector pro tempore se refirió a cuatro grandes temas de nuestra Universidad: su modo de ser académico, su modo de pertenecer a la católica y su moral, los desafíos del siglo XXI y el rol social de nuestra Universidad. “La PUCP siempre saldrá de situaciones críticas gracias a su fortaleza moral, que está inscrita en la conciencia de cada uno de nosotros, profesores, alumnos y trabajadores”, dijo sobre el momento que atravesamos.

Por su parte, monseñor Castillo reflexionó en torno a los cambios globales generados por la centralidad que ocupan los intereses económicos. “En nuestra Universidad Católica estamos llamados a afrontar el desafío de esta crítica realidad  desde la profundidad de nuestra identidad. Nuestro catolicismo abierto requiere aun ser renovado y actualizado, y para ello es preciso escuchar la voz de los humanos de los márgenes  y periferias, que son fuente de imaginación creadora”.

Por último, monseñor Cabrejos resaltó la larga tradición católica que lleva el modelo universitario desde sus orígenes y que lo pone al servicio de la sociedad. “La universidad católica es un espacio privilegiado para desarrollar el conocimiento, para promover el diálogo intercultural, para humanizar la ciencia y armonizar ciencia y fe”, indicó.

La ceremonia concluyó con la lectura de un saludo enviado por el cardenal Giuseppe Versaldi, prefecto de la Congregación para la Educación Católica del Vaticano, y una presentación del coro de madrigalistas de nuestra Universidad.

Lee aquí el discurso completo de Saavedra, accede al video de esta ceremonia y mira aquí una galería de fotos.

Lee también las palabras del Dr. Efraín Gonzales de Olarte, Mons. Carlos Castillo y Mons. Miguel Cabrejos.