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Noticia

Informe PuntoEdu sobre los censos nacionales 2017

El 22 de octubre se realizarán los censos nacionales que nos darán una foto actualizada de nuestra sociedad. La data que se obtenga juega un papel importante en la investigación académica y la toma de decisiones políticas.

  • Texto:
    Katherine Subirana
  • Fotografía:
    Tatiana Gamarra

Saber cuántos somos, dónde estamos y en qué condiciones estamos es el objetivo del próximo censo que se aplicará el domingo 22 de octubre, entre las 8 a.m. y 5 p.m., en todo el país. Se trata del XII Censo Nacional de Población, VII Censo de Vivienda y III Censo de Comunidades Indígenas.

¿Cuál es la diferencia entre uno y otro? El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) explica que el Censo de Población es el conteo de los habitantes que se encuentran dentro del territorio nacional, sin omitir a ninguna persona, ya sean ancianos, adultos, jóvenes, niños o bebes, hombres o mujeres. Se incluye a los extranjeros que estén en el Perú durante el día del censo. El Censo de Vivienda, por su lado, es el conteo de las viviendas ocupadas y desocupadas que existen en el país, sean casas independientes, departamentos en edificios, condominios, quintas, callejones o solares, chozas o cabañas, así como locales no destinados para habitación humana pero que se usan para tal fin. Incluye a las viviendas colectivas, como los cuarteles, conventos, asilos, hoteles, alojamientos, entre otros. Finalmente, el Censo de Comunidades Indígenas es el recuento de las comunidades para obtener información estadística de sus principales características, como la situación legal de sus tierras comunales, su organización comunal, equipamiento con el que cuentan, acceso a programas sociales, educación, salud, las prácticas ancestrales que realizan, entre otras que sirva para la elaboración de planes integrales de desarrollo en ellas.

VALOR DE LOS CENSOS

“El censo es una herramienta fundamental para el país. Es la única manera de saber exactamente cuántos somos y dónde estamos. Y no me refiero solo al espacio físico. Vamos a ver el tamaño de la población, la distribución por género, por edades, y se han incluido preguntas que nos permitirán medir criterios étnicos, raciales y culturales. Si se tuviera un buen registro de nacimientos, migraciones y defunciones, los censos serían mucho más sencillos”, explica el Dr. José Rodríguez, jefe del Departamento de Economía.

“Hay muchos factores por los cuales la población de un país cambia a través del tiempo. Por ejemplo: si se identifica un distrito pobre, se le destina recursos. Pero si tienes información antigua, tal vez esta no te sirva. ¿Por qué? Porque tal vez la población decidió migrar. ¿Cómo redistribuir los recursos, entonces, si no hay ningún control migratorio interno? Estoy seguro de que el Reniec no tiene registrados todos los cambios que se realizan, porque la gente no se acerca a actualizar sus datos. Si tuviéramos registros vivos y bien hechos, la importancia de un censo sería relativamente menor, pero en tanto esos registros ni son vivos ni son muy buenos, es importante salir a la calle y contar uno, dos, tres, cuatro”, añade el Dr. José Rodríguez.

El Dr. David Sulmont, docente del Departamento de Ciencias Sociales y exdirector del Instituto de Opinión Pública de la PUCP (IOP-PUCP), forma parte del comité técnico interinstitucional de estadísticas de etnicidad del INEI en representación de la Universidad. Se trata del comité que ha diseñado las preguntas que este censo incluirá sobre la autoidentificación.

“Este tema es importante, y tiene que ver con un proceso que se ha venido dando desde principios de este siglo en discusiones con una serie de actores de la comunidad internacional y nacional, con el objetivo de promover el reconocimiento de los pueblos indígenas en el mundo y en América Latina en particular. Se recomendó a los institutos de estadística que incluyan preguntas destinada a captar el autorreconocimiento en términos étnicos, sobre todo para visibilizar a los pueblos indígenas y a los afrodescendientes. Entonces, en varios países de América Latina, las primeras rondas censales del siglo XXI introdujeron estas preguntas. El Perú no lo hizo en el último censo del 2007 y en ese sentido estamos un poco a la saga, aunque, desde el 2001, sí se introdujo una pregunta sobre autoidentificación en las encuestas nacionales de hogares”, explica el Dr. Sulmont.

La pregunta sobre autoidentificación que se ha incluido en este censo es: “Por sus costumbres y antepasados, usted se siente o considera”, y la respuesta contempla ocho alternativas posibles: quechua, aymara, amazónico (especifique), perteneciente a un pueblo originario (especifique), negro, blanco, mestizo, otro (especifique). “Después de evaluar diversas alternativas en trabajos de campo, y de varios estudios, se concluyó que esta era la pregunta que mejor funcionaba frente a otras alternativas”, explica el Dr. Sulmont.

APOYO INSTITUCIONAL

Para llevar a cabo la enorme tarea de recolección de información confiable y precisa sobre nuestra sociedad, es necesario contar con un INEI fuerte. “Es importante tener un INEI fortalecido para contar con un respaldo en el ejercicio de monitoreo de indicadores que nos ayuden a entender cómo funciona el Perú, dónde y cómo aplicar políticas sociales, qué inversión se necesita y dónde, en qué espacios, conocer cómo viven los peruanos, etc.”, señala el Dr. José Rodríguez.

Para este censo, el INEI estima que necesita 585,000 empadronadores, solo para el área urbana. Por ello, la institución ha firmado diversos convenios que garanticen la colaboración y participación de la población, uno de ellos, con nuestra Universidad. En el mes de agosto, la PUCP firmó un documento por el que se comprometió a coordinar, a través de sus diferentes facultades y escuelas profesionales, el apoyo a las tareas censales, mediante la asignación de locales e infraestructura adecuada en el ámbito de la comunidad universitaria, y a emitir una Directiva Académica que promueva incentivos académicos para los estudiantes y docentes de las universidades asociadas que participen en los censos nacionales 2017.

Por su lado, el INEI se comprometió a capacitar a los docentes y estudiantes de la universidad sobre las actividades censales que se realizarán, el manual del empadronador y el trámite de la cédula. Además, propondrá esquemas de investigación social, demográfica y económica a partir de los resultados censales y de las encuestas de hogares que realiza.

El Dr. Eduardo Ísmodes, docente del Departamento de Ingeniería y coordinador por la PUCP de este convenio, señala que la firma de dicho acuerdo responde, primero, a una obligación de colaborar con el país, y, en segundo lugar, supone una ventaja enorme para la Universidad. “Vamos a tener acceso directo a la información que viene del INEI y a la vez establecemos una mejor relación con ellos. Esta relación nos puede ayudar a mejorar nuestro uso de la data de esta institución, lo que supone material clave para investigaciones y trabajos importantes, propuestas e ideas sobre el país”, señala.

Para la Academia, es importante la data. “Digamos que está creciendo la cantidad de alumnos y el país crece a una tasa mayor. Podemos preguntarnos si tenemos que crecer al ritmo del país o si estamos bien como estamos. Gracias al censo, vemos la evolución de las economías y podemos reflexionar qué implicancia tiene sobre el tipo de estudiantes que viene. Por supuesto, la data que da INEI es valiosísima en todos los niveles. Uno no puede trabajar a ciegas sobre un país”, añade el Dr. Ísmodes.

La Mg. Alizon Rodríguez, docente del Departamento de Ciencias Sociales y jefa de la Oficina de Dirección en la Dirección de Gestión de la Investigación (DGI), destaca que la importancia de este convenio radica en que el conjunto de investigadores va a contar con información actualizada sobre la población del país. “Después de mucho tiempo vamos a tener cifras certeras no solo sobre cuántos somos, sino cómo estamos. Tener información actualizada de cuántos somos, la condición de hombres y mujeres y en qué estado económico o educativo estamos. Es importante pues, a partir de esa data, se pueden realizar diversos estudios que combinen los aspectos cuantitativos y cualitativos a nivel regional, departamental, local o internacional”, explica.

“El último censo fue en el 2007 y en ese momento el país era otra cosa. Las proyecciones que se hacían entonces para los próximos diez años (nuestra actualidad) eran quizá distintas a la realidad. Es nuestra oportunidad para medir nuestra nueva realidad”, puntualiza Alizon Rodríguez.

Veremos qué Perú nos muestran los censos 2017 y de qué manera la Universidad aprovechará esta información para generar investigaciones que mejoren las condiciones del país.

Para conocer los detalles de los censos nacionales 2017, visita su página web http://www.censos2017.pe

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