Ir al contenido principal Ir al menú principal Ir al pie de página
Noticia

Historia de la música: el rock argentino y el rock peruano

Charly García vuelve a los escenarios para festejar sus 60 años de vida con 60 canciones que dan cuenta de una dilatada carrera artística. La mayoría data de hace muchas décadas atrás, de sus épocas de Sui Generis, La máquina de hacer pájaros o Serú Girán y por supuesto de sus inicios como solista. José Ignacio López, docente del curso Historia del Rock en la Escuela de Música de la PUCP, nos cuenta el nacimiento, evolución y evidente final del rock argentino de exportación.

  • Texto:
    Gonzalo Silva
  • Fotografía:
    Gisella San Miguel

Charly García, Luis Alberto Spinetta, Andrés Calamaro, Fito Paez, Gustavo Cerati… son los más conocidos representantes de un punto de quiebre en la música en español. Muestra de ello es que, pese al tiempo, sus canciones siguen sonando en las radios locales.

El despegue

Hablar de rock argentino es referirse a los pesos pesados del género de nuestra región. Esto no quita que en otros países se haya producido rock and roll de calidad. Chile y Perú, para no ir muy lejos, han tenido momentos clave y grupos referentes en la escena rockera, pero solo Argentina logró colocarse en el inconsciente colectivo de varias generaciones. Para López este despegue se debe a la fuerte identidad nacional que se generó en torno a sus músicos: “Hay toda una cultura de rock nacional que en otros países de Latinoamérica nunca ha habido por diferentes razones: crisis políticas, sociales, de identidad nacional, falta de homogeneidad; en cambio Argentina sí ha logrado tener homogeneidad de pensamiento en el caso de la música popular, que se ha manifestado en el rock”.

Entretenimiento en Perú, romanticismo en Argentina

Distinto fue el caso peruano, que en sus inicios tenía un rock de calidad, incluso mejor que el argentino, pero no evolucionó, no logró una propia identidad y las bandas que llenaron la escena rockera a finales de los 60 e inicios de los 70 desaparecieron. “Al principio de los años 60 Argentina copia lo que todos copian: la música beat. El rock and roll no llega propiamente, llega el rockabilly con mucha fuerza”, explica José Ignacio. En esta etapa estábamos emparentados: Perú tenía muchas bandas importantes, con buen sonido, pero con nombres foráneos (We All Together, Traffic Sound, Black Sugar).

No obstante, Argentina fue más allá y nosotros no. “Conforme se desarrollan los 60 y los 70, Argentina adquiere una especie de idealismo romántico que nosotros no tenemos: cariño por la escena, que se genera y autoalimenta con la población. En el Perú el fenómeno es más frío en ese sentido, pues son bandas que tienen una lógica beat del entretenimiento, pero no logramos dar el paso de entretenimiento a una cultura amada por la población”. La muestra es que no tenemos nombres, referentes o ídolos que sean los abanderados de esa movida que nunca generamos. No hay un Charly, no hay un ‘Flaco’ peruanos.

En Perú, la dictadura impidió el desarrollo del rock

No solo por el apoyo a la escena por parte del público es que el rock argentino pudo lograr su consagración. En estas épocas en las que el rock empezaba a llegar a esta parte del mundo también llegaron las dictaduras militares. El general Velasco Alvarado no permitió el desarrollo del rock. Es conocida la anécdota en la que expulsó a Carlos Santana, genio mexicano de la guitarra, quien venía de derrochar talento en Woodstock.

En Argentina, la dictadura favoreció al rock en español

Distinto fue el caso argentino, que años después, con la dictadura del general Rafael Videla y en plena guerra contra los ingleses por las Islas Malvinas, se prohibió el rock en inglés, por lo que se empezó a apoyar el rock en español. Y no desaprovecharon su oportunidad. En este momento el espíritu romántico se apropia de los músicos y empiezan a crear canciones que se convertirían en himnos y los llevaría a dar el gran salto. Así lo explica José Ignacio: “El romanticismo de la contracultura de los años 70 es lo que ayuda a importar el desarrollo de estos ideales románticos en toda Latinoamérica. Lo que llega aquí de Argentina es el romanticismo, llega Sui Generis con sus canciones románticas, llega la contracultura hippie, que es bien recibida en el Perú y en todo Latinoamérica. Ese romanticismo agarra mucha fuerza y se mantiene durante el periodo progresivo de los años 70, de la sicodelia; en los 80 todavía Charly, a pesar de entrar en la industria pop, sigue siendo romántico, tiene canciones románticas, pero ya en el ambiente pop”.

El estancamiento

Fueron casi tres décadas en las que la música evolucionó, nuevas camadas de músicos tomaban la posta de los siempre vigentes dinosaurios del rock argentino, pero tenía que acercarse el fin de esa época dorada de su rock. Una de las razones que ensaya López tiene su punto de partida en la muerte de aquellos músicos que lideraron el crecimiento: “Muere Miguel Abuelo (Abuelos de la nada), Federico Moura (Virus) y también Luca Prodán (Sumo), quien marca el fin de ese periodo. Es un personaje más romántico porque muere en su propia ley. Es un desastre de persona y representa la cultura punk, no en el sentido del hardcore, sino en el comportamiento, en lo cultural”.

La movida argentina, entonces, entra en un periodo de depresión. “Si se hubiera muerto Charly, el rock argentino no estaría moribundo, sino habría desaparecido”. Es en este punto donde el romanticismo que tantos frutos les dio decae. “Con esto Argentina no logra generar una nueva subcultura. Ese bloque de música argentina, romántica, nacionalista, de compañerismo hippie, de unidad nacional, de camaradería desde finales de los 60 hasta finales de los 80 muere”.

Los vestigios

La generación que vino después de Charly y compañía son hijos de estos. “Fito Paez sale como tecladista de Charly, quien representa todo el historial desde Sui Generis. Tienes a Calamaro, que sale de Los abuelos de la nada, que representa toda la historia, más lejos que Charly, de los comienzos del rock. De alguna forma todos estaban apadrinados, lo mismo de la influencia de Spinetta en Cerati”. Empezaron en los 80 con el sonido heredado de sus referentes, se fueron apropiando de ellos y crearon sus propias formas, pero encierran también el fin de un periodo.

La continuidad no se dio solo en la calidad de la música, sino en la identidad, el respeto y los constantes homenajes que les brindan a sus ídolos. Paez se desvive en elogios y no pierde oportunidad de homenajear con algún cover a su maestro García, quien lo ha reconocido como su discípulo más aplicado; Calamaro no escatima en reconocimientos y halagos a un Abuelo que le dio la oportunidad de ser alguien en la escena rockera argentina, mientras que Cerati pone en un altar a Spinetta, de quien ha reeditado en sus discos algún clásico del ‘Flaco’.

¿En qué anda el rock argentino en la actualidad? “Lo que se puede identificar es que no ha habido un nuevo revuelo de una escena. Ha habido personajes sueltos, pero el rock argentino se quedó. No va a volver lo mismo, pero sí otra cosa para representar culturalmente y como comunidad a Argentina”. Sin embargo, no se puede pecar de absolutista ni creer que todo pasado fue mejor. “Siempre estamos estancados en el tiempo, somos los dueños del universo y pensamos que nuestro momento es importantísimo. Dale 20 o 40 años. A lo mejor no veremos el desarrollo de una escena que se está generando en este momento y que va a provocar otra cosa en el futuro. Pero desde el punto de vista superfluo, general, simplista, no pasa nada”, sentencia López. Que lo digan las próximas generaciones, entonces.

Actualización
El entrevistado responde a raíz de la polémica expresada tanto en la sección comentarios de esta página como en las redes sociales.

«Muchas gracias a .Edu por la entrevista y muchas gracias a todos por los comentarios. Me gustaria aclarar que, como en toda entrevista, el espacio impide que todo lo dicho sea publicado. No por censura, sino por una cuestión práctica de longitud. No es un libro, sino una pequeña conversación.
Por dar un ejemplo, por supuesto que mencioné a Tanguito, Los Gatos, Pappo, Virus, Los Redonditos de Ricota, etc. También mencioné la problemática de los movimientos estudiantiles de izquierda en San Marcos, entre otras cosas. Muchos otros temas y aspectos fueron mencionados y son tema de interesante discusion que puede retormarse y ampliarse más allá de este espacio en conversaciones, textos o libros futuros. Disfruten, opinen y que continúe la conversación»

Deja un comentario

Cancelar
Sobre los comentarios
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los comentarios pasan por un proceso de moderación que toma hasta 48 horas en días útiles. Son bienvenidos todos los comentarios siempre y cuando mantengan el respeto hacia los demás. No serán aprobados los comentarios difamatorios, con insultos o palabras altisonantes, con enlaces publicitarios o a páginas que no aporten al tema, así como los comentarios que hablen de otros temas.