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Orgullo PUCP

Docente PUCP representará al Perú en la Bienal de Arquitectura de Venecia

En “Playground: artefactos para interactuar”, las rejas de diversos espacios públicos se transforman en objetos que invitan a relacionarnos con los demás. La propuesta, que cuenta con el auspicio y la participación de alumnos de nuestra Universidad, se expondrá en el Pabellón Peruano desde el 22 de mayo.

  • Texto:
    Oscar García Meza
  • Fotografía:
    Héctor Jara

¿Cómo viviremos juntos? es la pregunta que propone la 17ª Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia, a celebrarse del 23 de mayo al 29 de noviembre, bajo la curaduría de Hashim Sarkis. La respuesta por parte del Perú es “Playground: artefactos para interactuar”, curado por el Mag. Felipe Ferrer, docente de nuestro Departamento Académico de Arquitectura, y que cuenta con el auspicio de la PUCP.

El proyecto consiste en sacar las rejas ubicadas en espacios públicos de diversos distritos peruanos y transformarlas en artefactos que inviten a interactuar. De esta manera, aquellos elementos de segregación ahora se convierten en objetos lúdicos, bancas, escaleras, arcos de fútbol –entre otros- que fomentan que (re)aprendamos a relacionarnos. “En Playground, no vas a ir a ver, sino jugarás y experimentarás con los otros”, señala Ferrer.

Ese espíritu interactivo calza muy bien con la propuesta de Sarkis. “Sabemos que él no buscaba una Bienal de Arquitectura de Venecia de construcciones bonitas, sino de edificios que hagan cosas”, señala nuestro docente. Además, “Playground: artefactos para interactuar” ahonda en los temas sociales que han marcado tanto las últimas ediciones del evento, así como históricamente a la PUCP. “Si bien hay arquitectura y diseño, este termina siendo un proyecto político, pues su punto de partida es sacar rejas de espacios públicos”, enfatiza el docente.

Experiencia lúdica

El Pabellón Peruano, que se inaugura el 22 de mayo, recibirá a los visitantes con una reja que tiene el mínimo espacio indispensable para ingresar. Los carteles de «alto» y las voces que te dicen que te vayas, seguramente te recordarán aquella sensación de “prohibido pasar” que se percibe en tantos parques y vecindarios en Lima.

Una vez dentro, olerás un aroma a jardín cortado mientras escuchas risas de niños. Es un espacio que evoca a la infancia, época en la que, según teoriza Ferrer, aún no tenemos inculcados los códigos sociales, y, por tanto, nuestras relaciones con los demás son más naturales y sin ninguna clase de segregación.

“Todos los artefactos del proyecto Playground hacen que nos demos cuenta de que necesitamos a alguien más”, dice Ferrer. Uno de ellos es el lovesit, un mueble de dos espacios que cuenta con una mecedora en la parte inferior, y que remite al clásico juego infantil del sube y baja. Para estar cómodamente sentado, debes procurar encontrar el equilibrio con otra persona.

A unos pasos se ubicará una pantalla redonda en blanco. Si quieres ver su contenido, necesitarás agarrar un monóculo que cuelga a unos 2.40 metros de altura y solo baja si otra persona levanta una polea. También hay una escalera de tijera, hecha con rejas, a la que podrías subir solo pero es mejor que alguien te ayude a sostenerla. “Las rejas son una manifestación de nuestros miedos”, acota Ferrer. Por ello, también se instalaron algunas que están dobladas para que al mirarlas nos devuelvan nuestro reflejo.

En un lado del Pabellón Peruano, se encontrarán 12 afiches que recuerdan el efecto de los chipi taps que cambiaban de imagen mientras los movíamos. Ellos muestran lugares icónicos de nuestro país –entre ellos, el Palacio de Gobierno y la Catedral de Arequipa- y del mundo. Estos espacios aparecen con o sin rejas, según nuestra perspectiva visual.

Un mural exhibirá una gran cantidad de fotos de espacios públicos con rejas pertenecientes al Perú y el extranjero. Las instantáneas fueron enviadas por diversas personas en Instagram y también se obtuvieron algunas en Google Maps.

¿En qué momento se empezó a enrejar el Perú?

Esa fue la pregunta que Ferrer se hizo al mudarse a La Molina. Allí le surgió la idea de tomar las rejas del Parque Kennedy y transformarlas en mobiliario urbano, como bancas y pérgolas. El proyecto fue únicamente gráfico, pero generó un interesante debate en redes. En el 2017, postuló con un proyecto similar al actual a la Bienal de Arquitectura de Venecia 2018. Con el concepto de freespace, obtuvo el segundo lugar a nivel nacional. Esta vez, el concurso curatorial del Patronato Cultural del Perú eligió a “Playground: artefactos para interactuar” como nuestro representante en el importante evento que se celebra en Italia.

El equipo de todos estos proyectos ha sido mayoritariamente integrado por estudiantes y egresados de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la PUCP. En esta ocasión, el jefe de proyecto es Javier Vásquez Tapia, mientras que Alejandro Alarcón, Luis Arévalo, Erick Maldonado, Francisco Obregón, Daniela Díaz Tenorio y Marina Gubbins son colaboradores del equipo pertenecientes a nuestra Universidad, y se completa con Kevin Abanto de la Universidad Ricardo Palma. El arquitecto José Orrego, como sucede desde el 2012, es el comisario del Pabellón Peruano y Mónica Beleván, quien ha seguido una maestría en Filosofía en la PUCP, está a cargo del catálogo del pabellón.

Ferrer comenta que realizar este proyecto le ha sido muy revelador. “Me permitió cuestionar mis propias rejas y prejuicios. Espero que les pase lo mismo a aquellos que nos visiten, pues buscamos que el proyecto no sea solo de denuncia sino de acción”, puntualiza.

Después de su paso por la Bienal de Arquitectura de Venecia, “Playground: artefactos para interactuar” probablemente se exhibirá en nuestro país. Después, las rejas volverán convertidas a sus lugares de origen. De esta manera, se promoverá la integración y la convivencia entre todos.

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