Charles Chaplin debutó en la pantalla grande en 1914, hace exactamente 100 años. No tenía la fórmula para el éxito, pero la encontró en su personaje, Charlot. Desde entonces, el entrañable vagabundo se convertiría en una de las figuras cómicas más importantes del cine mudo y del naciente cine sonoro.

“El alcance del personaje de Chaplin es indudable. Tiene una longevidad sorprendente. En repercusión, podría decir que es un poco como los Beatles”, dice Melvin Ledgard, profesor del Departamento de Comunicaciones de nuestra Universidad.

Chaplin apareció por primera vez en una película titulada Making a Living, pero su personaje Charlot recién apareció en el filme Kid Auto Races at Venice, también de 1914. Allí el vagabundo tiene su típico bigote recortado, usa sombrero bombín, pantalones anchos, zapatones de payaso y bastón. El ícono del cine había nacido.

“Este es un Charlot más travieso y menos sentimental. No es el Charlot que aparece en filmes como El chico, La quimera del oro o Tiempos Modernos”, afirma Ledgard y añade: “Charlot nace con el cine. 1914 es un año excepcional para la comedia, es cuando se realizan muchos cortos de ese tipo. El Charlot romántico aparece más o menos temprano. Esta característica se va enfatizando con los años, sin dejar de perder rasgos de picardía. Por ejemplo, en The Bank, un corto de 1915, Charlot se enamora del personaje encarnado por Edna Purviance, la actriz que aparece en sus filmes antes de los años 20”.

“Desde 1914 hasta 1940, que es el año de El gran dictador, el personaje de Charlot es muy fuerte. Su carisma, su mímica, su gran lenguaje gestual. Algunos lo critican por sentimental, pero creo que no cabe duda de que estamos ante uno de los grandes mimos que han existido. Y por suerte existe un registro cinematográfico de su labor”, afirma.

El actor

Chaplin tuvo una infancia difícil. Tal vez por eso encontró en el vagabundo la fuerza y la capacidad para afrontar situaciones complicadas, siempre de la mano del humor y el drama. “Dicen que la capacidad de Chaplin para relacionarse con el hombre común parte, de alguna manera, por su infancia no privilegiada. Chaplin sabe generar una complicidad con el público, que tiene que ver con la idea de que Charlot es un personaje marginal, sin recursos económicos”, dice Ledgard.

“Charlot es un vagabundo, pobre, no representa a las causas justas, pero tampoco es un activista político. En Tiempos modernos parece que lo fuera cuando sostiene la bandera, pero es un accidente. Ese gag sintetiza bien cómo es que Chaplin hizo de su personaje tan rico. Es un personaje que hace mucha de las cosas por accidente. Él resuelve las situaciones con ingenio”, afirma el profesor.

Chaplin recibió un Óscar honorífico en 1972. Tres años después, fue distinguido con la Orden del Imperio Británico. Las últimas películas que filmó fueron Un rey en Nueva York y La condesa de Hong Kong. Falleció mientras dormía en la Navidad de 1977, a los 88 años, en Suiza.