Centrum Católica presentó los resultados obtenidos en el Ranking de Competitividad Digital Mundial 2018, medición realizada por el International Institute for Management Development (IMD), socio estratégico de nuestra escuela de negocios.

Por segunda ocasión, la prestigiosa escuela de posgrado en negocios –ubicada en la ciudad de Lausanne (Suiza)- realiza este ranking con la participación de 63 países. Esta lista global compara las capacidades de los países para adoptar y explorar aquellas tecnologías digitales que permiten una transformación en las capacidades gubernamentales, los modelos de negocios y la sociedad en general. Para ello, se analizan tres pilares o categorías (conocimiento, tecnología y preparación para el futuro) y se comparan alrededor de 50 variables.

“Este segundo informe levanta información sobre el comportamiento de cada uno de los países participantes en el proceso de competitividad digital. Es relevante porque lo dirige el IMD y Centrum es uno de los socios de nuestra región, que además comprende a Estados Unidos, Canadá, Colombia, México, Chile y Venezuela”, expresa el Dr. Iván de la Vega, docente investigador de Centrum Católica.

“En el pilar de conocimiento, se analizan las habilidades tecnológicas, la capacidad y uso del ancho de banda, cantidad de celulares y de conexiones de un país. Por ejemplo, el principal problema del Perú es que solo un 41% de la población tiene acceso a conexión digital y el ancho de banda todavía no es el adecuado. La inversión en infraestructura, como parte de una política pública con la participación del sector privado, y la adecuación de marcos legales son los aspectos más relevantes en este pilar. Respecto al pilar tecnología, la poca penetración del ancho de banda es uno de los indicadores más relevantes para determinar cuán competente es una sociedad en el tema digital”, señala De la Vega.

De acuerdo con el Ranking, los países ubicados en las tres primeras posiciones son Estados Unidos, Singapur y Suecia, con puntajes mayores a 97 sobre 100. Por su parte, el Perú se encuentra al otro extremo de la lista, con una calificación total de 48.06, solo por encima de Mongolia, Indonesia y Venezuela.

“El Perú sigue ubicándose en los últimos puestos a pesar de haber mejorado dos posiciones, pues pasó del puesto 62 al 60, principalmente por un mejor desempeño en el pilar conocimiento (que pasa del puesto 62 al 60) y a una posición estable en tecnología (permanece en el puesto 57). Sin embargo, cae en dos posiciones en el pilar preparación para el futuro (del puesto 58 al 60). Estos resultados siguen remarcando la alta necesidad de seguir promoviendo el desarrollo tecnológico en el país”, manifesta el Dr. Percy Marquina, director de Centrum Católica.

¿Tecnología = Transformación?

Pero ¿cuál es la relación entre el desarrollo tecnológico con la mejora de las capacidades gubernamentales, los modelos de negocios y el bienestar de nuestras sociedades? Para aterrizar un poco los datos obtenidos en este ranking, según De la Vega, es importante explicar el rol de la competitividad digital en el crecimiento económico y el bienestar de los países.

En ese sentido, el docente considera que en la actualidad es indispensable que el Perú acelere el proceso de ampliación de ancho de banda en todo el país.  “Una cosa es que mucha gente en el Perú use un smartphone y otra es la capacidad de ancho de banda del país. Ahora el mundo está dirigido hacia la red 5G, que transmite información prácticamente en tiempo real. Esto permite desde que un médico peruano pueda dirigir una cirugía a distancia hasta el uso de vehículos autónomos. Para el año 2020, los países de mayor desarrollo van a incorporar tecnologías de quinta generación. La escasa penetración de banda ancha móvil es uno de los puntos que el Perú debe reforzar en su plan estratégico en el ámbito de transformación digital”, apunta.

En ese sentido, De la Vega considera que la desigualdad económica y social, la corrupción y la falta de inclusión son problemas de los países de la región que dificultan la implementación de tecnologías que podrían facilitar el desarrollo a través de la simplificación de procesos administrativos y digitalización de información de todo tipo, desde información médica y educativa hasta procedimientos virtuales y el teletrabajo, capaz de disminuir el tránsito de personas y el tráfico en las calles. Para poder aprovechar las ventajas de la era digital, es necesario “que las políticas públicas sean integrales y que estén articuladas en distintos sectores sociales para que el país pueda avanzar en conjunto”, expresa el especialista.

“Estas nuevas tecnologías también son muy importantes para la eficiencia gubernamental, institucional y el bienestar de las personas. Por ejemplo: si tienes todas las historias médicas en línea y el paciente se mueve de Lima a Ica, los médicos pueden obtener su historial vía electrónica. La ventaja comparativa es sustancial. Si no logramos transformar y digitalizar todo lo que está en papeles, el país se atrasará”, afirma el docente.