Ir al contenido principal Ir al menú principal Ir al pie de página
Noticia

Detrás de un gran escritor hay una Mamá Grande

Carmen Balcells no solo fue la agente literaria de los más grandes escritores latinoamericanos, también abrazaba su vocación con amor maternal. El Dr. Alonso Cueto, docente del Departamento de Humanidades, que también tuvo oportunidad de conocerla, nos habla de su gran labor y las repercusiones que tuvo en nuestro país.

  • Texto:
    Solange Avila
  • Fotografía:
    Víctor Idrogo

“Voy a darte un sueldo mensual para que tú escribas y no hagas otra cosa más que escribir, porque eres un escritor con un enorme talento y necesitas tener todo el tiempo a tu disposición para ello”, esas fueron las palabras que dijo Carmen Balcells a Mario Vargas Llosa para convencerlo de dejar su trabajo como profesor en la Universidad de Londres. Eran mediados de los años 60 y la carrera de Vargas Llosa, que ya era exitosa, debía pasar por esta decisión arriesgada, pero como resultado tomó su rumbo definitivo. Balcells hizo lo mismo con García Márquez, Cortázar, Neruda y muchos escritores que tuvo a su cargo.

Un giro en la historia para más historias

“Hasta ese momento, los escritores vivían en el mundo de la soledad, de la creación y las editoriales en el mundo de los negocios. Cuando ella aparece, cumple este gran papel de mediación en ambos mundos. Gracias a ella muchos de los escritores latinoamericanos pudieron dedicarse a escribir”, expone Cueto. Para entender mejor este cambio, el profesor explica que la figura del agente literario, inventada por los ingleses, tiene dentro de sus principales aportes la decisión de que el escritor se llevará el 10% de la venta. “Antes de eso no había ninguna ley o disposición, ahora la editorial rinde cuentas de cuánto ha vendido. Sin embargo, la figura del agente literario no existía en el mundo de habla hispana. Pero ella no solo era una agente, sino una madre protectora, por ello también se ganó el apodo de “Mamá Grande””, relata.

Alonso Cueto conoció a Carmen Balcells. Según él, ella daba dos impresiones en todo momento: la primera, la permanente alegría y optimismo. La segunda, la increíble fortaleza, era una persona irreductible que a la hora de las negociaciones se mostraba muy determinada. “En mis inicios como escritor tuve trato con ella. Cuando te escribía cartas, correos o en llamadas por teléfono, siempre se ponía de tu lado”, revela Cueto, quien además recuerda que ella solía decirle frases como: «escribe tranquilo, disfruta tranquilo de tu trabajo, yo me encargo de todo lo demás» y si había un problema con alguna editorial, ella agregaba: «yo soy la mala, tú siempre vas a ser el bueno. Yo me peleo». El escritor también detalla que ella siempre pensaba en Vargas Llosa como en un hijo. “Durante la campaña política estaba muy pendiente de que Mario no la pasara mal. Era la verdadera preocupación de una madre”, explica.

“Era una trabajadora incansable, gozaba de su lugar en el mundo como alguien que protegía a los escritores. Defendía la literatura, le gustaba mucho hacer felices a los escritores. Eso la hacía feliz”, comenta. Una persona inédita con muchos episodios que la definen, como cuando García Márquez tuvo cáncer, ella declaró a un amigo: «Yo no puedo vivir si no vive él, no puedo imaginar un mundo en el que él no viva». Por otro lado, Balcells tenía otros matices que la caracterizaban. “No solo defendió a los escritores que vendía, sino también a los que ella consideraba interesantes. También tenía muchos detractores y enemigos, porque era muy dura”, revela Cueto. El docente cuenta que si los escritores se enemistaban con alguien, ella también lo hacía. Se tomaba esta labor de forma totalmente personal.

Los efectos de una gigantesca y silenciosa labor

“Gracias al boom, América Latina existe en la conciencia europea como un continente problemático, conflictivo, dramático; pero también de grandes artistas, capaces de producir obras como Cien años de soledad, Conversaciones en La Catedral, Rayuela o Aura; y esos artistas, a su vez, recuperan a Borges, Rulfo y Onetti”, relata Cueto, explicando la importancia del cambio de imagen en la región. “Eso es lo que hace la literatura y el boom, eso es lo que ella promovió. Ahora en el Perú vivimos en una época bastante privilegiada, el eco del éxito de Mario Vargas Llosa ha influido mucho entre nosotros, es algo que le debemos a ella. Nunca se han publicado tantas novelas como ahora, hay muchas editoriales y escritores”, agrega.

El mundo literario cambia por completo gracias a “Mamá Grande”, Cueto señala algunos aportes importantes, entre ellos, la renovación de la Ley del Libro, pero espera que tenga una vigencia indefinida como la de Colombia. “Es algo que nos concierne a todos, pues significa tener muchos más libros para más personas. Este es un momento en el que hay un cierto despegue de editoriales. Hay zonas como en Chimbote, donde hay mucha actividad editorial, por ejemplo”, declara. El escritor se muestra muy optimista ante el nuevo panorama editorial y la trascendencia del gran aporte de Balcells en las futuras generaciones. “Esta es una semilla que se sembró entre nosotros, el éxito de Vargas Llosa se debe a Carmen Balcells. La gente va a una biblioteca, lee de nuevo y revive emociones. Las palabras quedan, los libros quedan y van a estar muchos años con nosotros”, expresa.

Deja un comentario

Cancelar
Sobre los comentarios
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los comentarios pasan por un proceso de moderación que toma hasta 48 horas en días útiles. Son bienvenidos todos los comentarios siempre y cuando mantengan el respeto hacia los demás. No serán aprobados los comentarios difamatorios, con insultos o palabras altisonantes, con enlaces publicitarios o a páginas que no aporten al tema, así como los comentarios que hablen de otros temas.