Nuestra Universidad ha elaborado un “Protocolo para asegurar la continuidad de las clases y los servicios educativos ante escenarios de paralización del transporte u otros eventos que generen conmoción social”.

Este protocolo es un plan construido a través de un trabajo consensuado entre autoridades académicas y administrativas, representantes y gremios estudiantiles, y ha sido aprobado por nuestro Consejo Universitario, con el objetivo de cuidar a nuestra comunidad y garantizar la continuidad educativa y de los servicios universitarios. Estas medidas permiten una transición ordenada a la modalidad remota en caso de paralizaciones de transporte u otros eventos de conmoción social y organizarnos para ofrecer los servicios básicos a la comunidad, como acceso al campus y la conectividad a internet, uso de espacios de estudio y algunas facilidades de alimentación, entre otros.

Este protocolo ha sido construido con cuidado, poniendo en el centro a la comunidad PUCP. Es, además, el resultado del esfuerzo compartido entre distintas unidades académicas y administrativas de nuestra Universidad, con el compromiso del equipo rectoral y la aprobación de nuestro Consejo Universitario".

En resumen, el documento se orienta a salvaguardar la seguridad de nuestra comunidad, así como asegurar un servicio educativo de calidad.

“Este protocolo ha sido construido con cuidado, poniendo en el centro a la comunidad PUCP. Es, además, el resultado del esfuerzo compartido entre distintas unidades académicas y administrativas de nuestra Universidad, con el compromiso del equipo rectoral y la aprobación de nuestro Consejo Universitario. Es responsabilidad de todos garantizar la continuidad de los procesos educativos y el acceso a los servicios de la universidad. La modalidad virtual es la alternativa más segura en este contexto; sin embargo, el campus estará abierto y ofrecerá los servicios básicos para quienes lo necesiten”, indica la Dra. Mónica Bonifaz, vicerrectora administrativa.

Que exista este protocolo demuestra que la PUCP planifica con antelación, establece pasos precisos ante cualquier eventualidad. Cuidamos en cada paso asegurar la calidad educativa de la Universidad. Con previsión y comunicación constante, alineamos expectativas y esfuerzos hacia el mismo objetivo".

Modalidad remota y coordinación institucional

Cuando se anuncie una paralización o movilización que pueda poner en riesgo la seguridad de nuestra comunidad, la Secretaría General (SG) enviará un comunicado a toda la comunidad universitaria. Allí se indicarán las acciones generales para el apoyo al desarrollo de las actividades según corresponda y se explicará qué servicios del campus y qué locales de la PUCP seguirán operativos.

Si una paralización u otro episodio de conmoción social supera los alcances de las medidas planificadas, el protocolo contempla que el equipo rectoral convoque a junta extraordinaria de decanos y jefes de departamento.

“Que exista este protocolo demuestra que la PUCP planifica con antelación, establece pasos precisos ante cualquier eventualidad. Cuidamos en cada paso asegurar la calidad educativa de la Universidad. Con previsión y comunicación constante, alineamos expectativas y esfuerzos hacia el mismo objetivo”, indica el Dr. Waldo Mendoza, vicerrector académico.

Las evaluaciones calendarizadas se rediseñarán para que puedan realizarse de manera virtual o reprogramar aquellas que por su naturaleza no pueden ser adaptadas. Aquellas pruebas que requieren laboratorios o espacios especializados se tendrán que reprogramar de manera articulada con las coordinaciones de carrera.

Además, para los estudiantes que enfrentan problemas de conectividad, la PUCP habilitará aulas que permitan acceder a sus clases virtuales. Al mismo tiempo, las personas que forman parte de Bienestar Estudiantil mantendrán abiertas sus líneas de atención para ofrecer apoyo psicológico y académico.

Servicios administrativos esenciales y turnos flexibles

Más allá del ámbito académico, el protocolo identifica cuáles son los servicios administrativos que deben mantenerse activos. Las oficinas de docentes, los laboratorios que requieren supervisión de materiales o procesos, así como los espacios de alimentación atenderán en horario reducido. El personal administrativo tendrá que coordinar con sus jefaturas para establecer horarios flexibles, de modo que las tareas esenciales no se detengan y el resto se pueda realizar de manera remota.

Los tópicos mantendrán la atención dirigida a aquellos miembros de la comunidad que deban realizar actividades de manera presencial. De esta forma, la protección de la comunidad incluye también su salud y bienestar integral.

Impacto en la comunidad

Para los estudiantes, este protocolo significa la certeza de que su semestre no se interrumpirá, la posibilidad de conectarse desde espacios universitarios en caso de dificultades en casa y el respaldo de profesores que los acompañarán ante cualquier reto personal o académico.

Los docentes, por su parte, encontrarán en la PUCP recursos claros —guías, manuales y asesorías técnicas—, además de la flexibilidad necesaria para reprogramar sesiones prácticas o evaluaciones mediante la virtualidad.

Asimismo, el personal administrativo contará con turnos organizados bajo criterios de prioridad, protocolos de seguridad y canales de comunicación directos para reportar cualquier eventualidad.

En definitiva, este documento no es un conjunto de normas estrictas, sino un proyecto de cuidado colectivo que se apoya en la experiencia acumulada y en el compromiso de todos.