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Coyuntura

Entender las protestas sociales para encontrar salidas a la crisis política: expertos participaron en webinar de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas PUCP

foto aérea en la que se ve una avenida desde aprox 10 pisos de altura, está sin carros, con bombas lacrimógenas y varios policías que se ven bien pequeños.

¿Cómo entender las protestas sociales?, ¿cómo salir de la crisis política? fueron las preguntas que guiaron el webinar organizado por la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas para analizar la coyuntura, y ensayar una posible salida a la convulsión que vive nuestro país.

  • Texto:
    Daggiana Gómez Roncal
  • Foto:
    Renato Pajuelo

El Dr. Martín Tanaka, director de la Escuela de Gobierno, fue el moderador del evento «¿Cómo entender las protestas sociales? ¿Cómo salir de la crisis política?», realizado el pasado 18 de enero. El conversatorio tuvo en su panel a expertos en temas de conflictos y protestas: la Dra. Giselle Huamaní, especialista en gestión de conflictos; el Dr. Eland Vera, profesor de la Universidad Nacional del Altiplano – Puno; y el Dr. Omar Coronel, integrante del Grupo de Investigación en Conflictos GICO-PUCP.

“Estamos en un ambiente que se encamina a un escenario de mucha polarización. Es muy preocupante”, afirmó el Dr. Martín Tanaka.

3,862

protestas sociales registró la Defensoría del Pueblo durante el 2022, cifra récord.

“El 2022 ha sido el año con mayor número de protestas: 3,862, según registró la Defensoría del Pueblo. El mes de diciembre, cuando se dio el autogolpe, hubo más eventos de protesta: 704. Es el mes con más protestas desde que se empieza a registrarlas en el 2008”, manifiesta Omar Coronel, del Grupo de Investigación en Conflictos GICO-PUCP.

¿Por qué protesta el Perú?

La Dra. Giselle Huamaní entiende las protestas como la expresión de demandas, espontáneas u organizadas, que tienen un componente emocional muy fuerte. Estas vienen impulsadas por temas pendientes y muchas presentan un componente identitario.

“¿Qué tipo de conflicto es este? Se trata de un conflicto por el orden y régimen social con un componente identitario muy importante. Las señales que se esperan del Gobierno deberían ser consistentes y en búsqueda de un trabajo en común”, expresa Giselle Huamaní, especialista en gestión de conflictos.

Para ella, esto ocurre cuando los ciudadanos tienen expectativas muy elevadas. En este caso, los manifestantes expresan la frustración que deja el proyecto social que representaba el Gobierno de Pedro Castillo.

El panel coincidió en resaltar que hay que hacer frente a la polarización, ya que existen ciudadanos entre los dos extremos que buscan una salida pacífica y que puede darse con un diálogo genuino.

“Como en todo fenómeno social, hay una marginalidad de aquellos individuos que sacan provechos individuales. Pero es importante entender la agenda y demandas de esta protesta y cómo la respuesta del Estado en este caso genera un patrón de conductas conflictivas. Y es que el Estado no ha asumido una responsabilidad política, ni una responsabilidad a medias con el cambio del ministro del Interior”, afirma la especialista.

El panel coincidió en resaltar que hay que hacer frente a la polarización, ya que existen ciudadanos entre los dos extremos que buscan una salida pacífica y que puede darse con un diálogo genuino. A la vez, Huamaní mencionó también que las protestas no deben ser vistas como acciones de una sola parte, sino que existe una acción y reacción entre estas y las respuestas del Estado.

“Uno de los indicadores que da cuenta de que este conflicto está llegando a los puntos más altos de la crisis es que hay episodios de violencia de ambos lados contra las personas, bienes públicos y privados. También estamos viendo discursos de odio que deshumanizan, que generan mayores prejuicios, terruquean y criminalizan. Esto solo alimenta y escala los sentimientos de desconfianza entre los peruanos”, precisa Huamaní.

El porqué de la polarización

Desde su experiencia, el Dr. Eland Vera, profesor de la Universidad Nacional del Altiplano – Puno, considera que cuando el Estado llega a las zonas más alejadas de nuestro país tiene una presencia tutelar. En sus palabras, el Estado se impone y considera a estos ciudadanos “premodernos, inferiores y que necesitan ser desarrollados”. Así, el sociólogo está convencido de que lo que molesta a la población es el trato vertical que el Estado tiene con ellos.

El profesor Vera considera que existe un arquetipo según el cual el sur andino es una zona que, políticamente, tiende a la izquierda radical como oposición a Lima. “Esta radicalidad y rechazo al diseño gubernamental centralista se puede expresar en el fracaso del orden estatal que perciben los ciudadanos del sur andino. Si el Estado estuviera presente realmente, no tendría por qué existir este sentimiento de rechazo”, expresa el Dr. Vera.

Aunque aún no se establecen las condiciones, los ponentes coinciden en que urge la necesidad de establecer un diálogo genuino. ¿Cómo propiciarlo? No hay una fórmula mágica, pero Vera considera que se deben tener en cuenta las particularidades de la organización social regional. “Las comunidades andinas tienen un peso muy fuerte en el ámbito político, económico, social y espiritual. El asunto tiene que ver con las relaciones de poder”, resalta.

Escenarios políticos a la vista

Asimismo, proyectan posibles escenarios en esta crisis política. Por ejemplo, Huamaní tiene esperanza en aquellos liderazgos que buscan un cambio de rumbo en la política peruana. “Si se necesita adelantar las elecciones para mediados o fin de año para salir de esta crisis constante en la que hemos sido envueltos, debería darse. Además, deberán asumir responsabilidades políticas”, comenta.

Por su parte, Coronel considera que, en el corto plazo, la dinámica a cargo de actores políticos en el Ejecutivo y en el Legislativo no es muy optimista. El investigador considera que una transición en la que la dinámica de violencia decrezca sustantivamente implicaría la salida de la presidenta de la República, pues el diálogo se ha tornado una opción compleja. “Si renunciara Boluarte y se estableciera una mesa directiva con actores que no estén involucrados en esta represión, podría haber una transición menos tensa. Aunque creo que es un escenario poco probable, para esto la protesta en Lima tendría que ser mayúscula”, precisa.

En ese sentido, Coronel considera más probable que la presidenta Dina Boluarte se mantenga en el poder y las protestas sigan esta tendencia de permanencia hasta que se vaya reconfigurando por el escenario electoral.

“Este estallido puede ser también una oportunidad para que los actores que se han formado colectivamente en la crisis puedan tener una maduración e identidad política que pueda llevar a forjar más adelante representaciones más orgánicas. Deben abrirse espacios para debatir reformas sistémicas. No me parece que la asamblea constituyente sea solución, pues considero que puede acarrear otro tipo de consecuencias», concluyó el miembro del Grupo de Investigación en Conflictos GICO-PUCP.

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