Reformas del Concilio Vaticano II
El Concilio acercó la Iglesia católica a los fieles de a pie y a los pobres, e influyó en el activo desarrollo de un pensamiento teológico. Entre sus reformas más notorias están:
El Concilio marcó un retorno a las fuentes del Evangelio y abrió las ventanas de la Iglesia al mundo contemporáneo.
Abrió el diálogo y fomentó el ecumenismo con otras religiones. Nadie debería ser forzado a aceptar la religión católica.
Emprendió una reforma litúrgica significativa que implicó la celebración de la Eucaristía en los diversos idiomas y cara al pueblo.
Promovió el compromiso activo del laicado en la sociedad y la solidaridad con los pobres.