Ir al contenido principal Ir al menú principal Ir al pie de página

“Los activistas están profundamente decepcionados del sistema político”

En la actualidad, las protestas sociales y el activismo también se desarrollan en nuevos espacios, como la web y las redes sociales. Los Indignados, Anonymous u Occupy Wall Street son solo algunos ejemplos. El antropólogo digital John Postill ha investigado estas manifestaciones alrededor del mundo. Conversamos con él sobre los contextos, características y actores de este fenómeno no ajeno al Perú.

  • John Postill
    Antropólogo digital
  • Texto:
    Miguel Sánchez Flores
  • Fotografía:
    Felix Ingaruca

¿Cuál es la diferencia entre las protestas sociales de antes con las de ahora?

Una gran diferencia, desde el surgimiento de las plataformas de redes sociales, es que ahora los mensajes de los actores sociales tienen más alcance. Tanto así, que los medios tradicionales y también los políticos han tenido que tomarse más en serio a la sociedad civil.

En estos movimientos, ¿hay líderes visibles?

Siempre, en un grupo social, hay personas que son más influyentes que otras. Lo que encontré en mis investigaciones, tanto en Malasia como en España, es que, en efecto, hay líderes, pero se trata de un liderazgo más distribuido, efímero, transitorio y dinámico, influenciado por la cultura hacker y del software libre, cuya lógica es la de organizar pequeños grupos de trabajo para ciertas tareas.

¿Qué tiene que pasar para que se organicen estos movimientos?

Los casos que he estudiado se han producido luego de crisis económicas abruptas que tienen mucho impacto en regiones concretas y que, por lo general, desencadenan en cambios. Por ejemplo, en Malasia, no hubo un cambio de régimen luego de las protestas, pero sí un proceso de revitalización de la sociedad civil y un mayor uso de tecnologías digitales. Ahora, con la crisis financiera y su impacto con economías regionales, países como Islandia, Grecia o España tuvieron elementos de protesta ciudadana alentados por el contexto.

¿Cuál es la relación entre los medios tradicionales de comunicación y los nuevos medios?

La forma como hablamos de estos temas es bastante asimétrica y olvidamos que, dentro de los medios, también hay periodistas que están de parte de los activistas, pero limitados en su actuación por la política editorial de un medio. En España, el diario El País tuvo bastante información a favor de los movimientos de indignados, a diferencia de los medios más conservadores. Hay que matizar sobre el papel de los periodistas que se encuentran flotando entre esos dos mundos.

¿El surgimiento de estos grupos de “indignados” alrededor del mundo tiene relación con la crisis de las instituciones?

Es un tema muy complejo. Uno de los fenómenos más interesantes es la autoagregación, eso de apuntarse independientemente a una manifestación o a una iniciativa. Eso va a seguir sucediendo y seguirá teniendo impactos importantes, siempre y cuando haya otros factores. Por sí misma, la autoagregación quizá no tenga gran impacto, pero sí lo tendrá si se combina con formas de organización tradicionales que siguen ahí. No hay que caer en la idea de que un fenómeno sustituye a otro.

¿Quiénes son los que protestan?

Por lo general, los activistas son de clase media. Son aquellos que tienen, o podían haber tenido, una titulación universitaria. No son ricos ni pobres y están profundamente decepcionados del sistema político. Además, son actores sociales que están interesados en la tecnología.

¿Qué debe ocurrir para que las protestas trasciendan y sean multitudinarias?

Los activistas deben logran conectar con las preocupaciones y los problemas más urgentes de las clases populares.

¿Qué opina de los llamados activistas de escritorio?

Juegan un papel importante. Hay, por ejemplo, personas que pueden hacer grandes cosas desde el escritorio, siempre y cuando haya gente que salga. Estos juegan un rol importante a la hora de documentar y agregar información.

¿Cuál es el reto de los antropólogos en relación con la investigación en estos nuevos escenarios digitales?

La web supone grandes oportunidades para los antropólogos porque somos más versátiles en nuestra metodología. Seguimos a la gente. En ese sentido, tenemos menos limitaciones o menos ansiedades epistemológicas que otras disciplinas. Uno de los retos que tenemos es la enorme masa de información que está al alcance de tu buscador, por lo que hay que saber cómo ser selectivo.

El Perfil

Nombre: John Postill

Deja un comentario

Cancelar
Sobre los comentarios
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los comentarios pasan por un proceso de moderación que toma hasta 48 horas en días útiles. Son bienvenidos todos los comentarios siempre y cuando mantengan el respeto hacia los demás. No serán aprobados los comentarios difamatorios, con insultos o palabras altisonantes, con enlaces publicitarios o a páginas que no aporten al tema, así como los comentarios que hablen de otros temas.