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"Las radios universitarias -que no tienen ánimo de lucro- se pueden dar el lujo de experimentar"

Esta semana conversamos con el profesor Guillermo Gaviria, quien es el invitado especial del III Coloquio Nacional de Comunicación Radial y Audiovisual, a realizarse el 24 y 25 de junio en nuestro campus.

  • Guillermo Gaviria

¿Cómo nace la idea de crear la Red de Radio Universitaria de Colombia

Se inicia porque el Ministerio de Comunicaciones de Colombia (hoy llamado de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) convocó a una reunión en mayo del 2003 para saber en qué estado se encontraba la radio universitaria; acudimos 10 representantes y comenzamos a ver la posibilidad de hacer trabajos conjuntos. En octubre de ese mismo año, en una reunión de radios de interés público y radios ciudadanas en la Universidad Nacional de Santander (Bucaramanga), se convocó a un número mayor y allá se conformó la red.

¿Todas las facultades de comunicación en su país administran una estación radial? 

En Colombia la mayoría de las radios universitarias están adscritas a las Oficinas (no facultades) de Comunicación de las rectorías, dependen de ellas en casi la totalidad. Iniciamos la red con 16 universidades y un poco más estaciones (algunas universidades tienen más de una radio). Hoy en día estamos asociadas 35 universidades y 45 radios.

¿Los estudiantes que participan en estas radios universitarias lo hacen como parte de un curso obligatorio de la carrera? 

Hay radios universitarias que no tienen participación de estudiantes (son pocos casos) y en aquellas en las que sí participan existen diferentes modalidades: pueden hacerlo como pasantías, como trabajos relacionados con los estudios o como en el caso de la emisora que yo dirijo, realizamos convocatorias abiertas anuales para participación voluntaria a toda la universidad.

¿Cuáles fueron los primeros obstáculos que tuvieron que superar en el trabajo de la red? ¿Cómo comenzaron su labor?

Encontramos que no había una legislación clara acerca de lo que era la radio universitaria en el país. También teníamos dificultades relacionadas a los derechos de autor y a la financiación. El trabajo inicial de la red fue enfocado a estos tres campos y como resultado de esta gestión ya hay una definición de lo que es la radio universitaria en la normativa legal del país y hemos logrado acuerdos con las sociedades de derechos de autor para que reconozcan el valor educativo de la radio universitaria. En cuanto a la financiación, la gestión no la hemos realizado directamente con las universidades, pero hemos logrado unos recursos importantes para cada una de las emisoras participantes (que superan los US$ 3 millones de dólares).

Después de enfrentar las primeras problemáticas que nos agobiaban, empezamos a realizar acciones conjuntas y ser más proactivos. Por ello, presentamos propuestas a distintas instituciones en el país para trabajar cooperativamente con la radio universitaria en el planteamiento, debate y divulgación de distintos temas de proyección social (sostenibilidad, ecología, defensa de los derechos de la mujer y del niño, etc.). Por ejemplo, analizamos las causas de la deserción estudiantil a nivel universitario (en Colombia, tenemos un 50% de deserción) con el Ministerio de Educación, conseguimos recursos para esto y participaron todas las radios que están vinculadas a la red con entrevistas a profesores, académicos, estudiantes, padres de familia, etc. Una universidad coordinó todo el proyecto pero este se alimentó de todas las estaciones que estaban afiliadas.

¿Este afán de recolección de proyectos motivó la creación de la Red de Radio Universitaria de Latinoamérica y el Caribe (RRULAC)?

Exactamente. Cuando ya teníamos nuestra red más consolidada, el 2007 recibimos una invitación de la Universidad de Monterrey (México) para participar de la reunión anual de la radio universitaria mexicana donde querían mirar qué estaba pasando en América Latina. Además, allá nos encontramos con representantes de Argentina y Chile, y nos sorprendimos mucho de ver que había un vigor creciente en el tema y allí nació el interés de formar una red latinoamericana, que se concretó en noviembre del 2009 con el apoyo de Radio Nederland.

¿Cuántas universidades y radioestaciones están inscritas en la RRULAC? ¿De qué países provienen? 

En este momento, la RRULAC está conformada por cuatro redes que son miembros: la Asociación de Radiodifusoras Universitarias Nacionales de Argentina (ARUNA), la Red de Radioemisoras Universitarias de Chile (REUCH), el Sistema Nacional de Productoras y Radioemisoras de Instituciones de Educación Superior (SINPRIES) y la Red de Radio Universitaria de Colombia. Además, tenemos cinco radios asociadas que pertenecen a universidades que no tienen redes (como Nicaragua, Brasil o Venezuela); en total son 174 radios vinculadas a 122 universidades.

¿Qué beneficios ha traído la tecnología a la radio del siglo XXI?

La tecnología nos permite potenciar muchísimas cosas sin mayores costos. Por ejemplo, una radio hace el cubrimiento de algún evento social o cultural importante y las demás tomamos la señal y nos asociamos. La facilidad de los intercambios de información es otra cosa maravillosa, simplemente tenemos que subir un contenido en .ftp y listo. En estos momentos, tenemos programas de radios colombianas que están siendo emitidos en México y eso es algo impresionante. Yo me siento muy estimulado, creo que es una gran motivación para todos en América Latina. Nos quejamos mucho de los aspectos negativos de la globalización pero hay cosas interesantes como esta, que nos permite acercarnos en la riqueza, no en la uniformidad. Acá en Colombia todas las radios son diferentes, cada estación desarrolla desde su universidad su propia identidad y su propia concepción de cómo se hace la radio universitaria.

¿La radio sigue siendo un medio de comunicación laboral atractivo para los jóvenes? ¿Ven su futuro profesional al interior de una estación radial? 

El interés de los jóvenes que quieren hacer radio es creciente; en nuestra última convocatoria, tuvimos solicitudes de más de 400 estudiantes que no buscaban obtener algún crédito académico ni nada sino que llegaron por su propia voluntad y a quienes les brindamos talleres de capacitación. Los jóvenes de hoy en día sienten una necesidad creciente de tener que comunicarse por distintos medios y no solamente transmitir su experiencia profesional sino además su experiencia emocional y psicológica, poder compartir con otros su gusto por la música o la manera de enfrentar un problema. Eso es una motivación grande en un mundo que parece que la tecnología nos aislara en lugar de acercarnos y yo creo que la radio acerca a la gente.

¿Cómo se puede incentivar en los jóvenes la creación de programas radiales con contenido y función social cuando la mayor parte de la oferta comercial que está a su alcance consta de programas musicales las 24 horas?

Es cierto, la radio comercial que predomina en nuestros países tiene unos intereses muy diferentes, le interesa formar compradores y su ánimo es el lucro, lo cual es legítimo. Pero desde las radios universitarias y las radios de interés público desarrollamos la formación de ciudadanos en valores, la conciencia en la necesidad de respetar las maneras de pensar de otros, la autonomía, etc. Yo creo que los jóvenes ven en la radio universitaria la posibilidad de ser ellos mismos, de salirse de los formatos. Uno de los aspectos que permite la radio universitaria es la experimentación; la radio comercial no tiene esa posibilidad dado que tiene que atender a fórmulas que hayan tenido éxito. En cambio, las radios universitarias –que no tienen ánimo de lucro- se pueden «dar el lujo» de experimentar. En las universidades uno encuentra en los jóvenes mucho interés en participar de causas sociales, son románticos e idealistas y ellos tienen un buen canal de expresión en la radio.

Entrevista: Luis Yáñez Quiroz

Más información

III Coloquio Nacional de Comunicación Radial y Audiovisual

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