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"Ante la falta de éxito del gobierno de Sarkozy, el socialismo aparecía ahora como la opción natural"

El resultado de las elecciones presidenciales en Francia se asemeja a una fábula de Esopo: la orgullosa liebre Sarkozy -gran favorita en esta contienda- perdió la carrera frente la bonachona tortuga Hollande, ninguneada y minimizada por sus contendores (que lo apodaron «flan de sobre» por su aparente blandura). Su larga trayectoria tras el timón del Partido Socialista no ha estado exenta de derrotas y aplazamientos, pero como enseña la fábula, el triunfo es de aquellos que perseveran en alcanzar sus metas.

  • Javier Alcalde Cardoza
    Analista internacional. Docente del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP. Coordinador de la Escuela de Gobierno.
  • Texto:
    Luis Yáñez
  • Fotografía:
    Yanina Patricio

¿A qué adjudica el triunfo de François Hollande en las elecciones presidenciales francesas realizadas el último domingo?

Creo que el factor personal ha sido muy importante en el resultado de las elecciones, en este caso el factor anti-Sarkozy. Con su comportamiento y posturas, sin mayores logros que exhibir y sin haber satisfecho las expectativas que concitó, se ganó la antipatía de un sector fuerte del electorado.

Según su criterio, ¿cuáles serían los principales errores del mandato de Nicolas Sarkozy?

Sus mayores errores fueron dar relieve a algunas facetas de su vida privada, frívola y encumbrada y hacer gala de algunas actitudes destempladas y arrogantes en su contacto con el público.

Después de 17 años, Francia ha elegido a un presidente socialista. ¿Qué representa esta victoria para la izquierda europea?

El socialismo no estuvo muy lejos del triunfo en elecciones pasadas. Hay que tomar en cuenta que las elecciones presidenciales son cada siete años. En la elección pasada fueron precisamente la personalidad y estilo exaltados de Sarkozy los que le permitieron derrotar a Ségolène Royal, la candidata socialista.

El socialismo aparecía ahora como la opción natural, ante la falta de éxito del gobierno de Sarkozy, tan es así que el socialista Dominique Strauss-Kahn se anticipaba como inmensamente favorito para ganar, y que un candidato sustituto -por así decirlo- notoriamente falto de carisma, como Hollande pudo hacerse de la victoria, en un mano a mano frente a Sarkozy, quien como candidato posee un estilo pugnaz y amplios recursos histriónicos.

¿La derecha francesa está en crisis?

La derecha ha mostrado hallarse en crisis, por el incumplimiento de Sarkozy de algunas de sus promesas electorales y por la hábil explotación de este hecho y de un deteriorado clima económico y social del lado de la candidata de la ultraderecha, Marina Le Pen.

Tras este triunfo, ¿variará la estricta política de austeridad económica impulsada por Alemania para toda la Unión Europea?

Inevitablemente deberá haber un acomodo mutuo, con una flexibilización tanto de las ofertas electorales de Hollande, como también de la ortodoxia alemana. La situación no es solo crítica en la economía europea: existe sobre todo una tremenda presión social que encuentra vasos comunicantes, especialmente en Grecia, España e Italia.

Europa posee sociedades democráticas, en las que, por un lado, la coerción por parte del Estado tiene límites claros y, por otro lado, ciudadanos bien informados y menos susceptibles de ser manipulados que en otras latitudes, no van a ceder fácilmente en la defensa de niveles mínimos de bienestar. La propuesta de Hollande es inteligente y no puede ser desestimada pues apunta a la necesidad incuestionable de no descuidar el crecimiento. Quedará la tarea de acordar los instrumentos.

¿Con Hollande se mantendrá el eje francoalemán –que antes conformaban Sarkozy y Merkel- o los otros estados miembros de la UE querrán recuperar mayor protagonismo?

Hollande deberá ponderar entre apostar por la continuación de la hegemonía de un eje francoalemán que adopte una posición revisada o liderar la consolidación de un incipiente bloque meridional, junto con Grecia, España, Portugal e Italia, el cual, con una propuesta heterodoxa, alteraría el tradicional equilibrio de poder comunitario y podría llevar a la Unión Europea por aguas desconocidas.

¿Cuán importante resulta la jornada electoral de junio, en la que se elegirán a los representantes del Poder Legislativo francés? ¿Qué pasaría si el Partido Socialista no logra obtener la mayoría en el Parlamento?

Por sus antecedentes, el socialismo logrará una mayoría en las próximas elecciones parlamentarias, que le evitará tener que cargar con una cohabitación, es decir con un primer ministro probablemente de derecha, que no sería la mejor fórmula para enfrentar los tiempos críticos que sin duda se avecinan para Francia y Europa. Especialmente ahora que la derecha ha quedado sumida en la confusión.

El Perfil

Nombre: Javier Alcalde Cardoza

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