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“El vestido es el primer espacio que habita el hombre”

Una delegación de 23 colombianos está de visita en nuestro país. Tres docentes y veinte alumnos de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, todos de la Escuela de Arquitectura y Diseño, han llegado al Perú como parte del Taller Latinoamérica, que incluye en Lima la presencia de diez estudiantes de Arquitectura de nuestra Universidad. Esta propuesta los lleva a recorrer los países de nuestra región, sus principales ciudades y tiene como objetivo reconocer las diferencias materiales entre las distintas ciudades de nuestro continente. Los años anteriores estuvieron por Chile y México, y ahora les toca Perú. En su recorrido llegarán hasta Arequipa, Puno y Cusco. Conversamos con Ángela Echeverry, docente de Diseño de Vestuario, quien detalla las principales diferencias halladas en este largo camino.

  • Ángela Echeverry
    Diseñadora de Vestuario. Docente de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.
  • Texto:
    Gonzalo Silva
  • Fotografía:
    Mario Lack

¿Cuál es la relación entre tu profesión, diseñadora de vestuario, y la arquitectura?

El vestido es como el primer espacio que habita el hombre y, por consiguiente, es el más significativo. No es el espacio solo, sino que siempre es portado, movido, dinamizado por el cuerpo, que hace que ese vestido se simbolice como la sociedad. Si se entiende el vestido como esa primera arquitectura, ese primer espacio, va a haber toda una relación.

Que es muy personal, además…

En el taller les decía a los estudiantes cómo es que no habían mirado cómo se visten las personas acá o las maneras del cuerpo, cómo habitan esa ropa o ese vestido. Siento que de todos los objetos de la cultura material, el vestido, por ser el más cercano al cuerpo, es el que está más cargado de significados. Por ejemplo, a todos nos pasa que a veces vamos caminando, vemos a alguien y nos cruzamos de acera porque nos da miedo. El cuerpo de esa persona ha hablado a través del vestido. Es muy importante para mí y para el estudio porque es entender esa relación de todo: lo que significa, pero también cómo se relaciona con la piel.

¿Qué te ha llamado la atención en el recorrido por la ciudad?

Obviamente el clima. La geografía también porque Medellín es pura montaña, está en un valle y acá no hay montañas, no hay tanto verde, el clima es distinto, hay humedad, siempre hay un tono gris; Medellín es más verde, anaranjado. Eso de primera percepción. Pero a medida que uno va estando más tiempo acá, veo que el trato de las personas es más cordial, más calmados. También cómo se comportan con la ropa: acá las mujeres son más recatadas. Por ejemplo, todas las chicas que tienen el pelo teñido son de Medellín, las maquilladas son de Medellín. Acá la relación con el cuerpo y el vestido es muy distinta. Las chicas no muestran tanto, en Medellín sí, parece que estuvieran todo el tiempo para la playa, pero acá es distinto.

¿Por qué estas diferencias?

Medellín ha tenido un proceso cultural difícil. Los valores en nuestra ciudad van como en sentido contrario. Por ejemplo, puedes ver chicas vestidas como los novios de los mafiosos, no hay una diferencia, se parecen mucho. Los chicos, sin importar su condición económica, quieren parecer un poco malos, medio delincuentes.

¿Como diseñadora de vestuario con qué postura te quedas? ¿La ropa debe ir de acuerdo a la clase social de la persona o prefieres esa línea difusa en la que el vestido refleja la personalidad?

Es un poco extraño porque todos nos vestimos para presentarnos en el mundo social. Nadie se viste pensando que está mal vestido. A mí me gusta mucho hacer la diferencia entre el fenómeno de la moda y el vestido. La moda se aplica a cualquier reproducción material: la industria automotriz, la arquitectura; el vestido es un asunto completamente distinto, pero también hay parte del vestido que cae en la moda. Considero que el vestido –y así me gusta vivirlo- debe estar en completa comunidad con el cuerpo, con sus movimientos, que no estorbe, y no solamente que hable de vos, es más que eso. Por ejemplo, admiro inmensamente a los diseñadores portugueses, que se han dedicado a entender el cuerpo por lo que necesita, lo que lo hace sentir a gusto, y a mí me gusta pensar así.

¿Por qué es importante el Diseño de Vestuario como carrera profesional?

Hay otras instituciones que ofrecen la carrera de Diseño de Modas. Ahí hacen una revisión solamente técnica de esa construcción que cubre el cuerpo. La carrera de Diseño de Vestuario es una reflexión del cuerpo y los fenómenos que los circundan (sociales, simbólicos, físicos, etc.). Hay que hacer una reflexión proyectual como la hace cualquier diseño y la reflexión también debe ser investigativa porque cuando uno mira a esos diseñadores que maravillan, esas reflexiones son interdisciplinarias, siempre convocan personas de otras áreas del conocimiento. Si voy a diseñar para un cuerpo humano, lo debo entender en todas sus manifestaciones, así como el arquitecto comprende la dimensión del espacio desde lo físico, pero también desde la filosofía. Ahí está la diferencia entre una carrera como Diseño de Vestuario y Diseño de Modas, que se ha dedicado a la técnica solamente.

El Perfil

Nombre: Ángela Echeverry

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