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“Cristo está presente en aquellas personas que están cuidando nuestra salud arriesgando su propia vida”

En medio de la Semana Santa, el cardenal Pedro Barreto S.J, arzobispo metropolitano de Huancayo, primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana y miembro de la Asamblea Universitaria de la PUCP, pide vivir este difícil momento con la esperanza que da Cristo y poniendo en práctica nuestra fe.

  • Cardenal Pedro Barreto, S.J.
    Arzobispo de Huancayo y Gran Canciller de la PUCP
  • Texto:
    Oscar García Meza

En esta Semana Santa tan particular que pasaremos, ¿cómo podemos vivir la fe con intensidad si, por ejemplo, hay acciones tradicionales que no podemos hacer, como seguir el vía crucis?

En este confinamiento obligatorio, celebramos una Semana Santa inédita, atípica. Tenemos que pasar de COVID-19 a una cultura de la solidaridad integral. Las medidas drásticas y necesarias que se están tomando son expresión del cuidado de la vida como la máxima de las prioridades. La economía tiene que estar al servicio de las personas y no al revés, como normalmente la considerábamos en la práctica. Ahora nos damos cuenta de que el dinero ayuda enormemente a la persona, pero la vida es única e irrepetible. Nuestra responsabilidad es cuidarla y protegerla.

Así como Jesús pasa de su muerte a la resurrección -y esa es su victoria y la de todos aquellos que creemos en Él-, nosotros pasamos también de la tristeza y el sufrimiento a la alegría y a la paz que Jesucristo nos da con este misterio pascual.

Este momento de aislamiento obligatorio hay que transformarlo en una convicción y decisión personal. Hacerlo voluntario para nuestra conciencia».

Es importante señalar que este momento de aislamiento obligatorio hay que transformarlo en una convicción y decisión personal. Hacerlo voluntario para nuestra conciencia; es decir, asumir que es necesario. En ese contexto de cuidar la vida, se nos presenta la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, su misterio pascual, que hemos iniciado el Domingo de Ramos y que lo viviremos de manera más profunda en estos próximos días.

En su habitual mensaje diario, el presidente Martín Vizcarra dijo que “la fe y la oración también ayudan”. ¿De qué modo piensa que la fe y el tener una creencia religiosa nos pueden dar una mano en este momento?

El presidente nos alienta a todos a poner en práctica nuestra fe. Una en la que estemos juntos resolviendo un problema no solo personal sino social. Asimismo, estamos seguros de que Jesús entregó libremente su vida para decirnos ‘miren, yo voy delante de ustedes en su sufrimiento, en la muerte, que es dura y difícil, pero que definitivamente ha sido vencida por la resurrección de Jesús’. Ahí está el grito de victoria de la fe y esta mueve montañas, como nos dijo nuestro Señor.

¿Aquellos que trabajan en un hospital o cuidan las calles, como los policías y militares, están siguiendo el ejemplo de Cristo de ser solidarios con los demás?

Algunos preguntan, en su desesperación, dónde está Dios. Cristo está presente en aquellas personas que están cuidando nuestra salud arriesgando su propia vida. Tenemos que reconocer que en este tiempo de pandemia se está poniendo en primer lugar la vida, pero también a los grandes héroes que ejercen hoy el cuidado de la vida y la protección de todos nosotros en ese testimonio valiente, heroico yo diría, del personal médico, la Policía y el Ejército peruano, del personal de limpieza y de quienes trabajan en los mercados.

En este tiempo de pandemia se está poniendo en primer lugar la vida, pero también a los grandes héroes que ejercen hoy el cuidado de la vida y la protección de todos nosotros».

Hay que reconocerlos y pedir a Dios que fortalezca y bendiga a estos héroes –diría desconocidos, porque no se les puede ver los rostros–, que definitivamente están ayudándonos a salir adelante.

Este domingo celebraremos la resurrección de Jesús. Haciendo un paralelo, ¿el meditar acerca de cómo el Señor volvió a la vida nos puede dar ánimos para nosotros también volver a cobrar fuerzas y luchar contra esta pandemia?

Si de algo nos da testimonio Jesús en esta Semana Santa, es que tenemos que vivir este momento difícil con esperanza. De nada sirve superar la pandemia si se mantiene la tristeza y el desánimo. Precisamente es Jesús quien nos dice: «Ánimo, yo estoy sufriendo con ustedes, nadie me puede explicarme a mí qué es el dolor más grande de perder la vida de manera injusta». Ahí está todo el meollo del sentido de esperanza que nos da.

Cuénteme, ¿cómo va a pasar usted esta Semana Santa?

Estoy viviendo la Semana Santa muy unido a Jesús. Recluido como todos, sin salir de casa desde el lunes 16 de marzo. Hay mucha gente que tal vez no se da cuenta de la gravedad de lo que estamos viviendo y de la urgencia de cuidarnos con el aislamiento social obligatorio; por eso, reitero, debe ser asumido de manera más plena y total por cada uno de los peruanos y peruanas.

Tanto los peruanos como la humanidad entera abrigamos la esperanza de que la resurrección de Cristo pueda darnos una nueva visión de la vida, de la fe y de la presencia de Dios en el mundo. Es muy importante señalar que, en este periodo de aislamiento, la Tierra está recuperándose porque estaba enferma. Escuchamos las aves, contemplamos la naturaleza en pequeña y gran escala, y respiramos aire limpio. Dios es maravilloso, porque, así como nosotros nos cuidamos, este aislamiento está beneficiando a nuestra única casa común que Él nos ha dado.

¿Algún pasaje de los Evangelios que sugeriría leer en estos días?

Diría que hay que tomar en cuenta las palabras de Jesús: “Yo estoy con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo”. Esta afirmación fundamental de Jesús nos hace tomar conciencia de la esperanza segura que todo creyente y cristiano tiene, porque cuando Jesús dice algo, lo cumple.

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