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Reconocimiento positivo de la diversidad cultural en la universidad

  • Marlon Rivas
    Miembro el Voluntariado RIDEI - PUCP

A lo largo de su historia, el Estado peruano ha propuesto maneras de entender la igualdad y bienestar, pero cuando observa la diversidad cultural, la cuestión se ha ido renovando. ¿Se ha encontrado el modo adecuado de evaluar la organización de formas de vida no occidentales, como asháninka o shipibo? Al parecer no, pues no contamos con un desarrollo político e institucional de  nuestra realidad multicultural. El gobierno actual no concreta su propuesta de inclusión social, ya que no fortalece el diálogo intercultural entre formas de vida que siguen parámetros occidentales y culturas indígenas.

En concreto, no se advierte este problema en organismos gubernamentales, salvo el Ministerio de Educación o el reciente Viceministerio de Interculturalidad. En Educación, se ha ampliado un modelo pedagógico con enfoque en la interculturalidad, a saber, la Educación Intercultural Bilingüe (EIB). Este proyecto surge como respuesta a la segregación de las lenguas y costumbres de diversos grupos humanos. Sin embargo, solo se practica en la sierra y la Amazonía. Además, cuenta con una pobre aplicación en educación universitaria.

En las universidades, pues, han habido progresos en búsqueda de la convivencia entre estudiantes de culturas diferentes, pero aún persisten conflictos de aspectos psicológico y pedagógico. En primer lugar, los estudiantes que provienen de sitios rurales sufren la discriminación lingüística en considerables casos. Esto debido a que no se presta atención a la situación de diglosia de nuestro país en las aulas, y hablar en el idioma nativo no es tolerado en muchas de ellas. Además, hace falta una formación docente que esté orientada al enfoque de interculturalidad, pues no se impulsa su integración al plan de estudios si no hay gente capaz de dictar cursos o seminarios de ese tipo.

Este escenario refleja las limitaciones del gobierno para no ejercer una hegemonía de “nuestra sociedad” con relación a las perspectivas andina y amazónica.

Es conveniente fijarse si se han promovido reformas, como la incorporación de cursos sobre la sabiduría indígena. No existe ninguna pretensión de oponerse a la manera estándar de construir un plan de estudios, pero no se lograría ningún progreso sobre la interculturalidad sin algunos ajustes al mismo. Es verdad, hay una Comisión de Educación encargada de aprobar por entero la nueva Ley Universitaria. No obstante, los debates en torno a ella deben reclamar que la  universidad busque ser un lugar en donde se interculturalice el pensamiento crítico, con el objetivo de formar ciudadanos que velen por el reconocimiento de saberes alternativos a los predominantes.

Este jueves, a las 12 p.m., en el Auditorio de Humanidades, el Voluntariado de la Red Internacional de Estudios Interculturales (RIDEI) y la Red Peruana de Universidades (RPU) organizan la mesa “El reconocimiento positivo de la diversidad cultural en la universidad”, en el marco del II Foro Nacional de Estudiantes, que cuenta con la participación de estudiantes de seis universidades del país. Invitamos a todos a asistir.

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