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¿Qué hacer para controlar la violencia de pareja? La experiencia desde la justicia de los aymaras

¿Por qué no apostar por experiencias como la de los aymaras para atender los complejos conflictos de violencia de pareja?

Un conflicto humano muy íntimo, pero al mismo tiempo muy complejo, es la violencia familiar, más específicamente la violencia de pareja. El feminicidio es el extremo de su manifestación, pero está relacionado con riñas, enfrentamientos, maltrato psicológico, en principio, y, luego, palizas o pugnas incontrolables. Si bien el problema tiene causas estructurales y sistemáticas que requieren una atención de largo plazo, es urgente asumir su control o resolución. ¿Qué hacer para controlar estos casos o conflictos relacionados con la violencia de pareja?

En 1986, un grupo de estudiantes universitarios tuvimos la oportunidad de confrontar un caso de violencia de pareja a través de un consultorio jurídico gratuito del distrito de Carabayllo. Una joven pareja recurrió a nuestro servicio para resolver el problema de maltrato físico y permanente. Primero, acudió la joven esposa, luego esta acudió acompañada de su también joven esposo. Ellos tenían toda la intención de seguir juntos, identificados en su calidad de inmigrantes de la región Áncash. Intentamos la resolución del conflicto ante el Juez de Paz, quien amenazó al maltratador con la intervención de la Policía en caso el hecho se repitiera. Recurrimos luego al apoyo de una psicóloga especialista en terapias de pareja, quien solidariamente acudió hasta nuestro consultorio, pero el maltrato no cesó. Ni la Policía ni el Ministerio Público pudieron intervenir dado el contexto de violencia política de aquel entonces; pero, sobre todo, porque en otros casos semejantes los efectos de su intervención hicieron que el daño sea mayor en la víctima inmigrante: si se detenía al maltratador, ella quedaba en abandono, y cuando aquel era liberado, la violencia se tornaba más aguda.

El caso nos sirvió para llevar la problemática a un trabajo de investigación sobre los sistemas de resolución de conflictos en las comunidades aymaras del Sur andino (Lima, PUCP, 1991, 1998). ¿Cómo se resuelven estos conflictos de violencia de pareja en las comunidades aymaras, como Calahuyo? ¿Conviven estas comunidades con conflictos permanentes como el experimentado en Carabayllo? Grata fue nuestra sorpresa al encontrar en la justicia de los aymaras una alternativa de resolución basada en su organización familiar y comunal. Esta justicia comunal tiene, desde muchos años atrás, mecanismos de control sobre dichos conflictos. Su procedimiento puede entenderse, en resumen, bajo el siguiente esquema:

Si bien existen muchos detalles en el procedimiento de resolución de los comuneros aymaras, el esquema presentado puede dar muestra de su efectividad. Es una alternativa de resolución del conflicto de violencia contra la pareja bajo la perspectiva de una justicia familiar – comunal. ¿Es posible su implementación en nuestro mundo urbano o moderno? Si bien en el mundo de los inmigrantes de primera generación resulta difícil -dada la pérdida del vínculo familiar-, en aquellos casos donde sí existe el vínculo familiar, o donde es posible revivir o fortalecerlo con el apoyo de la comunidad urbana (barrio o distrito), es posible implementar esta justicia.

¿Por qué no apostar por experiencias como la de los aymaras para atender los complejos conflictos de violencia de pareja? Si los procedimientos oficiales modernos, normalmente especializados y costosos, no funcionan o no son posibles de aplicar en la diversidad de nuestro país, no perdamos de vista que nuestra tradición cultural, en lo familiar y comunal, puede ofrecer una mejor respuesta. La comprensión y decisión de cada uno de nosotros al respecto, más allá de la gubernamental, son urgentes.

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