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Humans of San Isidro: ejemplo de humor ácido... ¿y racista?

Es distinto hacer humor sobre el racismo que hacer humor racista

Sin embargo, queda la pregunta ¿no se están fortaleciendo estereotipos negativos?

En las últimas semanas han aparecido diferentes páginas en Facebook con sentido humorístico, en las que se satiriza determinados sectores sociales. La más exitosa es Hummus of Barranco, que hace bromas sobre las manías y contradicciones de las personas de estilo hipster.

La segunda página de mayor impacto es Humans of San Isidro, que se burla de los vecinos de este distrito, mostrándolos como clasistas, racistas y alienados. Una joven se «queja» de que la Municipalidad no invierte en cultura, sino en «tonterías incas y exposiciones sobre la época del terrorismo». Una señora anciana declara: «En este momento, mi vida consiste en ansiolíticos y misas diarias. Sé que pronto moriré y está bien, tuve una vida regia, pero a Velasco nunca lo perdonaré». Existen referencias burlonas al Opus Dei, la Clínica Angloamericana, el Pharmax o Vivanda. Sin embargo, queda la pregunta ¿no se están fortaleciendo estereotipos negativos? ¿No es también carácter racista colocar fotos de personas blancas para hacer comentarios burlones?

A lo largo de la historia, la sátira ha sido un instrumento eficaz para denunciar a los poderosos. En el Perú, humoristas como Andrés Edery y Juan Acevedo han usado su habilidad para hacer pensar a los lectores sobre cuán racista y clasista es nuestra sociedad. Uno se ríe, tanto por la exageración del humorista como por su osadía al enfrentar a quienes parecen intocables, pero es una risa a medias, porque se sabe que realmente hay personas con actitudes similares a las que se describe.

¿Y si una página se dedicara a satirizar a los puneños, cuzqueños o afroperuanos? Hacer bromas sobre grupos vulnerables o sin poder es mucho más delicado, pues en ese caso sí se corre el riesgo de generar acciones discriminatorias, profundizar la exclusión y la marginación. Es distinto hacer humor sobre el racismo que hacer humor racista. Ese es el problema con La Paisana Jacinta y también con la nueva página Causas of North Cone, que muestra a los vecinos del Cono Norte como pandilleros, ebrios o informales. Otra diferencia es que mientras Humans of San Isidro emplea fotos de archivos como Shutterstock, la otra página mencionada usa fotos reales para burlarse de quienes aparecen allí. No parece haber mayor osadía ni inventiva en usar estereotipos predominantes sobre quienes tienen rasgos andinos. Sería divertido evidenciar que, también en el Cono Norte, hay quienes tienen actitudes racistas o clasistas similares a los vecinos de San Isidro.

Ahora bien, cuando los integrantes del propio grupo minoritario practican el sentido del humor sobre ellos mismos, el resultado puede ser muy diferente. En otros países, el humor judío sobre judíos resulta extraordinario. Un divertido ejemplo peruano al respecto, que ha aparecido también este mismo año, es el de No Somos Chinos, donde tres jóvenes de ascendencia oriental hacen bromas sobre esta colectividad, desde las relaciones familiares hasta los prejuicios que otros peruanos tienen sobre ellos.

El humor de Humans of San Isidro puede ser muy fuerte para algunas personas. Hay quienes se han horrorizado porque se burlan de la indiferencia de muchos limeños frente a las masacres cometidas por los militares en Ayacucho o al respaldo que algunos judíos peruanos han dado a los bombardeos de Gaza. Sin embargo, en ambos casos, estas situaciones efectivamente han ocurrido y quizá mediante el humor sea más fácil aceptarlas.

El humor satírico permite de esta manera ver lo que no queremos ver y logra penetrar más allá de lo que nos protegen nuestros mecanismos de defensa.

Sin embargo, por ser un tema tan delicado, siempre existe el peligro de ser demasiado transgresor… o de dejar de serlo.

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