Aunque parece sorprendente, pasamos casi un tercio de nuestra vida durmiendo y, a pesar de esto, no reparamos en la gran importancia que tiene esta función biológica para nuestra salud. Tal vez, por eso, en diversas ocasiones tendemos a restar horas de sueño a nuestros días para dar cabida a otras actividades que consideramos más relevantes, sin tener en cuenta las consecuencias negativas que tiene para nuestra salud mental y física el no dormir lo suficiente.

Esto resulta evidente en ciertos espacios académicos y laborales, en donde el dormir poco es casi la norma por diversas razones. En ese sentido, no es extraño observar que, en los últimos años, el insomnio haya cobrado fuerza como enfermedad y, por ello, surgió la necesidad de crear el Día Mundial del Sueño. En ese sentido, cada 18 de marzo se celebra esta fecha que busca reflexionar sobre la importancia de esta función.

Según la literatura científica, el dormir bien es tan esencial y favorable para el organismo como lo es una alimentación balanceada y la práctica de actividad física. Es decir, un sueño reponedor impacta positivamente sobre los diferentes procesos cognitivos, afectivos y conductuales de nuestro organismo, lo que permite que tengamos un desempeño óptimo en las labores diarias y mantengamos un estado de ánimo saludable. Pero, ¿qué ocurre cuando no se duerme lo suficiente?:

• Disminuye el rendimiento académico y la productividad. El pensamiento crítico, y los procesos de atención y memoria se ven deteriorados.
• Se incrementa la probabilidad de aumentar de peso.
• El estado de ánimo se puede tornar irritable.

Según el National Sleep Foundation (2014), el rango de horas de sueño que una persona necesita para un buen descanso varía en función a su edad; así, la tendencia indica que los niños y adolescentes requieren más horas de sueño que los jóvenes o adultos. Ahora bien, si hablamos de jóvenes entre los 18 y 25 años, lo recomendable es dormir entre 7 y 9 horas diariamente, sobre todo si están estudiando o trabajando. No obstante, lo que se observa es que, cada vez más, los jóvenes dedican menos horas a esta función por diversos motivos. Si bien, en algunos casos, se puede observar que se usa ese tiempo en la realización de labores académicas, las razones principales para la falta de sueño son el empleo del mismo para la actividad en internet –ya sea en la redes sociales o juegos en línea– o para el uso de mensajería instantánea a través del celular u otro dispositivo electrónico, lo cual es preocupante.

PUCP Saludable es un programa que busca promover la salud dentro de la comunidad universitaria y desde uno de sus proyectos, que lleva el nombre de Sueño Feliz, te recomienda seguir estas pautas para mejorar tu sueño y tener un buen descanso:

• Acuéstate y levántate todos los días a la misma hora.
• Evita consumir bebidas con cafeína o energizantes seis horas antes de dormir.
• Evita utilizar dispositivos electrónicos, como smartphones, tablets o computadoras, tres horas antes de dormir, ya que la luz azul que emiten interfiere con la liberación de melatonina, conocida como la hormona del sueño.
• Usa tu cama solo para dormir.
• Realiza algún tipo de actividad física regularmente, sobre todo, durante las mañanas o las tardes.