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Noticia

¿Por qué se agravó el conflicto en Ucrania?

El año pasado, Ucrania y Rusia llegaron a un acuerdo de alto al fuego; sin embargo, a mediados de enero, el conflicto se reanudó y no parece que vaya llegar a una tregua. El profesor y analista internacional Óscar Vidarte explica por qué realmente el acuerdo de paz no se llevó a cabo y qué buscan las partes involucradas.

  • Texto:
    Susana Navarro

Hasta el momento, la violencia en Ucrania ha costado la vida de 5 mil personas y ha hecho que más de 1 millón de pobladores tengan que desplazarse para alejarse de las zonas en conflicto. Si bien en septiembre del año pasado se había logrado un acuerdo de paz, este presentaba diversos problemas que no permitían que las partes estuvieran dispuestas a cumplirlo.

El profesor Vidarte menciona que el problema fundamental era que si bien este acuerdo era temporal, no sentó las bases para que exista una paz duradera. Esto era evidente porque no satisfacía las demandas de las dos partes. «Los acuerdos de Minsk, Bielorrusia, establecían una zona desmilitarizada y otra de protección, pero no aseguraba la integridad territorial de Ucrania. Ellos tenían temor que con Donetsk y Lugansk suceda lo mismo que con Crimea, así como actualmente sucede en Moldavia con Transnitria. Esta zona es un escenario con mucha influencia rusa”, explica.

¿Qué quiere Rusia?

Hasta el momento, Occidente tiene en mente que Rusia busca un mayor expansionismo territorial y teme que intente entrar en Polonia. Para el analista, esto no tiene sentido, ya que si bien Rusia ha tenido un mayor protagonismo en el escenario internacional los últimos años, todavía sigue siendo un país con grandes debilidades económicas y muy dependiente del precio del petróleo.

Por otro lado, Vidarte cree que Rusia tendría más razones de temer un expansionismo occidental. “A lo largo de la historia, Occidente ha atacado varias veces a Rusia y, en los últimos años, la OTAN se ha expandido hasta casi Ucrania. La Unión Europea ya incluye los países bálticos que tienen límites con Rusia y EE.UU. ha llevado varias acciones en contra del derecho internacional en diversos países importantes para Rusia, como Libia, Irak o Afganistán. Entonces se ve que, de alguna manera, Occidente se acerca más y más a territorio ruso”, explica. A esto se suma que la OTAN haya desplazado más de 30 mil militares al este de Ucrania, que constituye el mayor despliegue de fuerzas a esta zona desde la Guerra Fría.

Confianza en la diplomacia

Actualmente en el juego político encontramos a la OTAN moviendo tropas, barajando la posibilidad de dar armas a Ucrania e incrementando sanciones a Rusia. Todo esto mientras Merkel y Hollande interceden para negociar un acuerdo de paz. Vidarte explica que, con respecto a armar a Ucrania, sería una ruta peligrosa pues sería aceptar el fracaso diplomático: “no me puedo presentar como un interlocutor válido en una negociación de paz y al mismo tiempo pensar que el uso de la fuerza puede llevarnos a una salida del conflicto, lo cual también es muy relativo”.

Ucrania es una ficha importante para Rusia, que no va a permitir que forme parte de la OTAN. Según Vidarte, el tema va más allá de la defensa de la población de origen ruso, como la que está en Crimea,pues hay un trasfondo que tiene que ver con su seguridad territorial frente a Occidente, que no se planteó en la reunión de septiembre. «Creo que si entendemos el problema desde la otra óptica y vemos cómo satisfacemos, desde Occidente, las amenazas a la seguridad que interpreta Rusia, se podría establecer una nueva relación», explica. Agrega que si bien Putin tiene un perfil de autoritario, Rusia es un país que se ha abierto al mundo, además es fundamental en las conversaciones con Irán o en el caso sirio. De alguna manera, enfrentarse a Rusia implicaría tener una afrenta no solo económica sino energética que perjudicaría a muchos países, como Alemania, motivo el cual Merkel está tan interesada en llegar a un acuerdo y se mantiene firme en contra del uso de la fuerza.

Nuevo acuerdo

El miércoles pasado, los líderes de Rusia, Ucrania, Francia y Alemania se reunieron para lograr un nuevo acuerdo, el cual recién vio luz después de 17 horas de negociaciones. En dicha reunión, que se llevó a cabo en Minsk, se logró un alto al fuego que se efectuaría a partir del 15 de febrero, en el que se retiraría la artillería pesada. Asimismo, se incluyeron demandas, como el desarme de grupos rebeldes ilegales, la liberación de prisioneros y la posibilidad de que Ucrania pueda controlar su frontera con Rusia. Según Hollande y Merkel, esto realmente marcaría un comienzo por lograr la paz en esta zona. Sin embargo, en las últimas horas, al parecer, siguen existiendo focos de violencia. A ello se suma que, según informes de la BBC, ninguno de los bandos ha retirado su artillería hasta el momento.

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