En primer lugar, todas las páginas de inscripción han sido adaptadas para mejorar su visibilidad en dispositivos móviles. En segundo lugar, ahora es posible obtener analítica de dichas páginas, es decir, se puede conocer si estas páginas cumplen su objetivo y, si no es así, se sabrá con mejor precisión cómo mejorarlas. Por último, se realizó un test de usabilidad con diversos usuarios para ver cuánto tiempo le toma a una persona realizar su inscripción.

Jan Marc Rottenbacher, Coordinador de Sistemas de Información de la Dirección de Formación Continua, explica que la restructuración de las páginas de inscripción se hicieron más sencillas, además, se modernizó el aspecto visual, se cambiaron los colores y el estilo, acorde con el Campus Virtual. De otro lado, diversas oficinas necesitaban fichas con datos mínimos para evitar la duplicidad de códigos, es decir, personas que ya tenían un código y que cuando se lo olvidaban, pedían uno nuevo. “Encontramos que las páginas que piden muchos datos, desaniman, cansan y se caen las inscripciones, ahora tenemos una ficha de datos mínima y sobre esa lista, cada unidad puede configurar más datos que crea necesarios bajo su propia responsabilidad”, explica el especialista.

Desde el 29 de agosto, estos cambios han sido implementados en los nuevos procesos de inscripción. Los antiguos siguen con la vista anterior hasta que se cierren, y actualmente se encuentra en un periodo de prueba por lo que seguirá teniendo cambios de acuerdo a los resultados que salgan de los datos estadísticos de cada página.

La Dirección de Formación Continua, en conjunto con la Dirección de Comunicación Institucional y la Dirección de Informática, optaron por realizar ciertos cambios en los formularios que son necesarios para que el público en general pueda inscribirse en actividades no reguladas por la Universidad, es decir, cualquier otro curso que no sea de pregrado o posgrado.