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Noticia

Jefa del Departamento de Psicología obtiene Premio Nacional en Psicología 2015

Su trayectoria profesional está marcada por su interés en temas de psicología vinculados a la sexualidad y al género. Recientemente, la Dra. María Raguz recibió el Premio Nacional en Psicología 2015.

  • Texto:
    Akira Maeshiro
  • Fotografía:
    Alonso Chero

«Me apasiona la posibilidad de poder influir y provocar un cambio. Es fascinante ir más allá de uno mismo”, confiesa la Dra. María Raguz, jefa del Departamento de Psicología de la PUCP. Treinta y siete años de docencia, una mirada alejada de las convenciones de la psicología y un gran interés por poner en la agenda política temas relacionados con la sexualidad y género, la distinguen en su vida profesional.

Como en todo recorrido, hubo influencias que la alimentaron. En el caso de la Dra. Raguz, se trató de su familia. “Mi abuelo trajo la radiología al Perú, mientras que mi padre fue el que trajo el cateterismo y la tomografía al país”, comenta. De ellos, ambos médicos, aprendió a no sentir temor por los cambios y la innovación. Mientras que de su madre, confiesa que adoptó ese carácter fuerte que la identifica. “Era una mujer muy particular, era piloto de carreras, volaba helicópteros y aviones. Era una loca”, la recuerda mientras ríe.

Fue en el colegio, con sus amistades, donde asomaron ciertas cualidades que marcarían su vida profesional. “Tenía facilidad para comunicarme y alguna capacidad para captar problemas. Eso me permitía relacionarme con personas que me podían contar situaciones muy duras de sus vidas”, cuenta.

<h3>Mirada distinta</h3>
Decidió estudiar en la PUCP cuando la psicología tenía un enfoque casi exclusivamente clínico, con una mirada asistencialista e individual del paciente. Al culminar, partió a Estados Unidos para seguir la Maestría en Psicología Educacional en University of Wisconsin–Madison, en una época marcada por protestas y marchas. “Regresé con una visión diferente. Me di cuenta de que la psicología es política porque lo que hacemos tiene impacto en la vida de las personas”, sostiene.

Sin embargo, la realidad de nuestro país y sus problemas aún le eran lejanos, pero, curiosamente, eso motivó un viaje que realizó a México, invitada para un congreso internacional. “Enterarme sobre las violaciones, los abortos y los embarazos no deseados en niñas del Perú me conmovió mucho. Entonces, empecé a desarrollar en mi trabajo una aplicación para prevenir el embarazo y la violencia sexual”,
detalla al respecto.

Así, Raguz fue construyendo una mirada distinta en la psicología que se fue integrando a su vida. Llevó el Doctorado en Psicología Social y de Género en la Radboud Universiteit Nijmegen (Holanda); fue representante oficial de Perú ante las Naciones Unidas en compromisos internacionales en Infancia, Mujer, Salud Reproductiva y Desarrollo; fundó la ONG REDESS Jóvenes; y participó en la elaboración de políticas sociales sectoriales y nacionales. Además de ser profesora principal de la PUCP, ha sido docente en otras universidades de Europa, EE.UU. y América Latina. Su destacada trayectoria también incluye haber sido miembro de equipos internacionales de publicaciones científicas y comités de ética, y consultora en investigación social de diversas entidades, como OMS, Unfpa, Fundación Ford, Bill and Melinda Gates Institute, entre otras.

“Sé que hay un montón de cosas que han mejorado”, comenta. Al menos, muchos de los temas pendientes y urgentes en un país de desigualdades, como el nuestro, ya son visibles. Está claro que se ha andado mucho, pero, para Raguz, bajar los brazos no es una posibilidad. “Hay que lucharla, realmente tienes que esforzarte mucho porque, a veces, cuando parece que estás logrando algo, de repente todo se te deshace en nada”, sostiene.

<h3>Dejar huella</h3>
Como docente, reconoce que estar rodeada de jóvenes la obliga a replantearse constantemente. “Me mantiene viva y activa”, dice. Desde allí, trata de transmitir a sus alumnos la necesidad de marcar siempre una diferencia en el ámbito en el que estén. “Por una, dos o diez personas que hayas influido, habrá valido la pena el esfuerzo”, sostiene.

Los temas en los que se puede impactar y lograr un cambio son variados: la forma de hacer diagnósticos y desarrollar terapias, la manera en que se concibe el desarrollo del niño y el adolescente o la lucha por alcanzar los mismos derechos para todos. “Hago que mis estudiantes se cuestionen y entiendan que podemos hacer una diferencia importante en el bienestar, la salud integral y la equidad de las personas”, expresa.

Como es lógico, su reputación trasciende las paredes de nuestro campus, por lo que no sorprende que recientemente haya sido distinguida con el Premio Nacional en Psicología 2015. “Recién a estas alturas de mi vida es cuando empiezo a encontrarle una integración a todo lo que he venido haciendo. Es bonito porque empiezo a juntar cosas que aparecían como un rompecabezas”, comenta con sencillez.

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