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Noticia

Investigadores PUCP descubren sitio arqueológico vinculado a los primeros pobladores de los Andes

Un equipo liderado por Jalh Dulanto, docente del Departamento de Humanidades, encontró 30 mil artefactos líticos en Pampa Lechuza, Ica, que tendrían hasta 12 mil años de antigüedad y corresponderían a los primeros habitantes de Paracas.

  • Texto:
    Diego Grimaldo
  • Fotografía:
    Alex Fernandez

Es duro trabajar durante horas, muchas veces bajo un sol abrasador, y realizar sobre un espacio de tierra determinado una labor de observación y recolección minuciosa. Sobre el terreno, donde muchos ven “solo piedras”, los arqueólogos ven oro, el punto de inicio para reconstruir una historia. En el caso de Pampa Lechuza, una que tiene hasta 12 mil años de antigüedad. Es seguro que el lugar, ubicado a unos 25 kilómetros del mar y del valle de Ica, fuera un área de campamento importante para los antiguos pobladores de Paracas, algo que puede determinarse gracias a los cerca de 30 mil artefactos líticos encontrados en el sector por investigadores de nuestra Universidad.

Hasta allí llegó hace unos meses el Dr. Jalh Dulanto, docente del Departamento de Humanidades de la PUCP, interesado en estudiar las redes de intercambio a larga distancia en los Andes que empleaban sociedades complejas hace 3 mil años, pero lo que halló fue algo completamente distinto. “Fui porque la zona es un buen lugar para estudiar el movimiento de productos, ya que parece ideal para que la gente que se movilizaba entre el valle y la costa de Ica se detuviera a descansar. Sin embargo, como suele pasar en arqueología, cuando fui me encontré con un sitio arqueológico que terminó siendo mucho más antiguo de lo que se esperaba, pues encontramos material del periodo holoceno temprano e incluso del pleistoceno terminal. Esto es evidencia de los primeros pobladores de la costa peruana que conocemos”, indica.

Ardua labor

Descubierto el lugar, el equipo de arqueólogos liderado por Dulanto efectuó un reconocimiento de su superficie marcando cada piedra que tuviera algún indicio de manufactura con la que se topó. En el proceso, se encontraron más de 375 puntas de proyectil de estilo paiján (relacionado con el período que va entre el 10,000 a.C. al 7,000 a.C.) y otras tradiciones, lo que brinda un claro indicio de su antigüedad. El estudio de los artefactos líticos sugiere que los habitantes de Pampa Lechuza, por ejemplo, tuvieron una dieta variada, y que hicieron uso de los recursos de la costa y los valles de Ica, tal como lo evidencian las herramientas especializadas para procesar moluscos y caza de fauna menor que encontraron (unas 5,300).

Por si fuera poco, el análisis preliminar de la distribución de los ítems líticos hallados indica que el lugar fue ocupado en diferentes periodos, es decir, fue usado como campamento. “Se trata de un área de más de 4 hectáreas de extensión, donde hay múltiples concentraciones de piedras de diferentes momentos que se sobreponen unas a otras. Esto concluye que el sitio ha sido un lugar de campamento de grupos de cazadores recolectores que han usado el lugar varias veces durante un tiempo muy largo, que va aproximadamente del 10,000 a.C. hasta el 7,000 a.C.”, indica el docente PUCP.

Zona en peligro

El equipo de arqueólogos del Proyecto de Investigaciones Arqueológicas Paracas de la PUCP labora en la zona gracias a un fondo procedente del Vicerrectorado de Investigación de nuestra Universidad, así como al apoyo de un grupo de empresarios locales, el museo Julio C. Tello, el Paracas 360 Lagoon Hostel y el Patronato Arqueológico de Paracas. Por el momento, está próximo a culminar una primera etapa de recolección de superficie y de excavación, esto último con el fin de determinar las fechas en las cuales el sitio fue ocupado. Asimismo, se encuentra enfocado en la protección del área, ya que, según Dulanto, actualmente la zona arqueológica ubicada en Pampa Lechuza está amenazada.

“Cuando fui en noviembre del año pasado, descubrí que había pasado un Caterpillar (tractor) y que, incluso, se había destruido una parte”, lamenta el docente. “Paracas es un lugar donde hay muchos intereses relacionados con terrenos, ya que suelen tener varios propietarios que están en conflicto. Lamentablemente, si nos demoramos en proteger la zona, quizá en los próximos años no quede nada”, añade. Por esta razón –asegura– su equipo espera poder colocar, con la ayuda del Patronato Arqueológico de Paracas, hitos y carteles que prevengan, de alguna forma, la destrucción del área arqueológica. Y es que esta no solo debería ser considerada como “oro” por ellos exclusivamente, sino por todos debido a la importancia que tiene para nuestro patrimonio y la reconstrucción de nuestra historia y la del mundo.

Los hallazgos en Pampa Lechuza están vinculados a los primeros grupos humanos que colonizaron el continente americano, hecho que tuvo lugar a finales del último estadio glaciar (“la era de hielo”). Durante esta época (hace 12 mil años), los primeros pobladores de Paracas fueron contemporáneos con antiguas culturas del mundo, como Clovis, en Norteamérica, y el Magdaleniense, en Europa.

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